Las instituciones vascas han abrazado la consigna europeísta del rearme y las empresas lo aprovechan para llenarse el bolsillo. Ganar dinero con la muerte no es una práctica novedosa, en este pequeño país se han producido bayonetas, pistolas, escopetas, ametralladoras y bombas para aviación desde el final de la Edad Media hasta ahora.