Una no se recupera de un desahucio. Al menos yo era adulta, tenía entonces 44 años. UNA NO SE RECUPERA DE UN DESAHUCIO y lo sé seguro porque corría el putísimo año 2008 cuando el director del diario ADN y su consejero delegado me echaron a la puta calle preñada de 8 meses. Supe que no volvería a encontrar trabajo, que pasarían cuatro años sin pagar el piso, que me lo quitaría el banco, en mi caso el BBVA, en mi caso en 2012.