
A lo largo del último mes Israel ha estado desalojando metódicamente a los residentes de Rafah y arrasando los edificios que quedaban en pie. En la actualidad, la ciudad de Rafah y sus pueblos circundantes han desaparecido prácticamente y la mayoría de sus pobladores han huido hacia el norte, a Jan Yunis y la costa de Al-Mawasi, bajo el fuego de la artillería y el sonido de tanques y buldóceres.