Después del escándalo de corrupción y escuchas ilegales que se ha llevado por delante al gobierno conservador de Petr Nečas, el presidente checo, Miloš Zeman, ha nombrado, finalmente, un gobierno de expertos, desoyendo la opinión del parlamento. Encabeza el nuevo ejecutivo Jiři Rusnok, primer ministro, los otros son: Jan Fischer (finanzas y vicepresidente), Martin Pecina […]
 Después del escándalo de corrupción y escuchas ilegales que se ha  llevado por delante al gobierno conservador de Petr Nečas, el presidente  checo, Miloš Zeman, ha nombrado, finalmente, un gobierno de expertos,  desoyendo la opinión del parlamento. Encabeza el nuevo ejecutivo Jiři  Rusnok, primer ministro, los otros son: Jan Fischer (finanzas y  vicepresidente), Martin Pecina  (interior y vicepresidente), Jan Kohout   (exteriores), Marie Benešová  (justicia), Vlastimir Picek  (defensa),  Martin Holcát  (sanidad), Dalibor Štýs  (educación), František Koníček   (trabajo y asuntos sociales), Jiří Balvín  (cultura), Jiří Cienciala    (industria y comercio), Zdeněk Žák  (transporte), Miroslav Toman   (agricultura), Tomáš Podivínský   (medio ambiente) y František Lukl   (desarrollo local). Benešová, Kohout y Koníček eran hasta ahora miembros  del Partido Socialdemócrata, pero han abandonado el partido ya que este  rechaza al nuevo gobierno. Hay también un ministro del anterior  ejecutivo, V. Picek, que se mantiene al frente de defensa.  La  estabilidad del gobierno está en entredicho dado que todos los partidos  del parlamento, sin excepción, lo rechazan. Sin embargo puede que el  ejercutivo de Rusnak consiga antes del 8 de agosto el apoyo de algún  partido, la fecha es importante ya que presumiblemente se celebrará  entonces la sesión del parlamento en la que este debe aprobar al  gobierno. Por ejemplo los comunistas están planteándose la posibilidad  de apoyar al nuevo gobierno, no por gusto, sino para forzar a la derecha  a votar en favor de unas elecciones anticipadas (comunistas y  socialdemócratas son partidarios de elecciones anticipadas, los  principales partidos de derecha, en cambio, quieren formar un nuevo  gobierno en las condiciones actuales y evitarse el trago de unas  elecciones en las que es bastante probable que sufran un duro castigo de  parte del electorado por los escándalos de los últimos meses y por la  crisis económica). Los socialdemócratas, por el contrario, no tienen  claro qué hacer ante la nueva situación. Por principio están también en  contra del nuevo gobierno, pero hay diversidad de opiniones en su  interior y es posible que su postura varíe en los próximos días, lo que  tienen claro es que no quieren de ninguna manera un gobierno como el  anterior. 
Fuente: http://cronicashungaras.blogspot.it/2013/07/chequia-toma-de-posesion-del-gobierno.html


