Transcrito y traducido para Rebelión por María Enguix
En la pantalla pone arriba a la derecha: «Plaza Coraís». Los títulos rezan: «La sociedad agota su paciencia. Los ciudadanos abuchean a los antidisturbios».
Reportero (voz en off): Unos ciudadanos dan palmas irónicamente y abuchean a la policía antidisturbios cuando se acerca a unos jóvenes que lanzan piedras desde la zona de la universidad hacia la calle Coraís. [Se oye a la gente gritar «exo!»: ¡fuera!]. Los policías, perplejos, se alejan. Son atenienses furiosos, personas de 40, 50 y 60 años, que estaban sentadas en las cafeterías y se han enfrentado a la policía en cuanto han visto que lanzaban gases lacrimógenos a los jóvenes.
La mujer de las gafas de sol grita: ¡Los ciudadanos os insultan, cerdos, los ciudadanos os insultan!
El hombre de las gafas y el jersey negro: [Los policías] han perdido la sangre fría y han pensado que estaban en peligro. Si algunas personas no se hubieran acercado a decirles que se marcharan de allí, que se fueran hacia la derecha, hacia la izquierda, que se fueran, ellos habrían ido directos a golpear a los chicos.
Periodista: ¿Usted ha sujetado del brazo a algún policía?
Anciano: Por supuesto.
Periodista: Cuéntenoslo.
Anciano: Con dignidad, sin mucha violencia.
Reportero: «Lo único que queríamos era impedir que la policía agrediera sin motivo a los manifestantes, por eso hemos ido a sujetarles del brazo», dice la gente que ven a mis espaldas, que tomaba café tranquilamente cuando ha visto el incidente.
Voz en off: Su rabia se desborda, puesto que sólo la visión del uniforme les recuerda que de la mano armada de un policía cayó muerto Alexis, de 15 años. Les recuerda a los policías motorizados que ayer mismo dispararon en cuanto vieron a jóvenes manifestantes en Paleó Fáliro.
Hombre: Lo que nos molesta es que esto es una muestra de fascismo.