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Confederación Europea de Sindicatos (CES) alerta a Durao Barroso sobre los asesinatos de sindicalistas en Colombia

Fuentes: Rebelión

El secretario de la CES que representa a 60 millones de trabajadores europeos; John Monks, en carta dirigida al presidente de la Comisión Europea le manifiesta la preocupación de esta Confederación por el continuo asesinato de líderes sindicales en Colombia y la pasividad del Gobierno de Uribe para remediarlo, y subraya que, a cambio, el presidente colombiano centra sus esfuerzos en presentar en el exterior una visión idílica de Colombia

ohn Monks , Secretario General de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), en carta dirigida al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, denuncia la grave situación de derechos humanos en Colombia, y subraya el aniquilamiento del colectivo sindical en ese país. «En lo que va de 2009», expresa Monks, «ha habido que lamentar la muerte de 15 de sus militantes en medio de la pasividad del Gobierno». Alerta a Durao Barroso sobre la imparable ola de asesinatos de sindicalistas colombianos que en los últimos años ha causado centenares de víctimas.

El Secretario General de la CES desea que el presidente de la Comisión Europea conozca que Colombia arrastra una situación permanente de violación de derechos humanos «pese a los esfuerzos del gobierno del presidente Álvaro Uribe por presentar en el exterior una visión idílica del país». Le manifiesta que las principales centrales obreras de Colombia, CUT, CGT y CTC, «nos vienen alertando [a la CES] «y documentando en sentido contrario», refiriéndose a la imagen que la administración Uribe vende fuera de sus fronteras, especialmente en Europa.

En la última semana de abril, sindicalistas colombianos, estadounidenses y europeos, invitados a Bruselas para una audiencia en el Parlamento Europeo co-organizada por Oidhaco, sostuvieron reuniones con algunos eurodiputados y con los negociadores del TLC entre Colombia y la UE, en las que les entregaron toda la documentación que respalda la denuncia de que en Colombia existe una política de persecución del movimiento sindical que durante el Gobierno de Uribe ha llevado a la muerte a más de 500 sindicalistas, pero que viene de años atrás. Por tanto, solicitaron a la UE que en las negociaciones se tuviera en cuenta la opinión de los representantes de los trabajadores colombianos que ven en este acuerdo comercial, una afrenta contra sus derechos que ya allí están en precario, mientras que potencia la riqueza de unos cuantos que, en no pocos casos, están vinculados directamente a las violaciones de los derechos humanos.

Así también lo ha hecho saber Oidhaco, en el editorial de su último boletín de noticias de mayo de 2009, donde expone la durísima realidad del movimiento sindical colombiano: «Colombia sigue siendo el país más peligroso para los sindicalistas, con el 60% de los asesinatos activistas sindicales de todo el mundo. Esta violencia extrema es la parte más visible y más dramática de una cultura y una práctica anti-sindical sistemática en Colombia, que se expresa a través de tasas de sindicalización y de negociación colectiva muy bajas, y que ha sido denunciada por la OIT en múltiples oportunidades. Por estas razones y por los daños previsibles del tratado en negociación, hoy las tres centrales sindicales colombianas rechazan el TLC con la UE».

Monks en su misiva, le recomienda a Durao Barroso, que «la Comisión Europea retome las negociaciones con la Comunidad Andina y exija que un eventual Acuerdo, recoja la participación efectiva de los sindicatos, en el control y seguimiento de la aplicación de los Convenios Fundamentales de la OIT». El representante de la CES pone el acento en que negociar únicamente con Colombia es un «error grave» porque «sus dirigentes presentan estas negociaciones como una prueba de que Europa avala una situación que dista de ser democrática, pacífica y menos aún, justa socialmente».

De otro lado, el Comando Nacional Unitario, conformado en Colombia por la centrales sindicales CUT, CGT, CTC; y la Confederación de Pensionados CPC, ha emitido un comunicado internacional en el que aclara el porqué los trabajadores colombianos se oponen a los TLC con la UE, Estados Unidos y Canadá. Entre muchas otras razones, exponen la violación y merma de los derechos sindicales en Colombia, el ventajismo para los países ricos en estos acuerdos, y sobre todo, que las negociaciones se han llevado a espaldas de los millones de trabajadores colombianos.