La presencia de demócratas tanto como republicanos en este evento contra los países de la ALBA evidencia que la política agresiva de Washington hacia América Latina es una política bipartidista, y una política de Estado del imperio estadounidense.
La nueva sala de conferencias del Centro de Visitas del Congreso de Estados Unidos en Washington será sede el próximo miércoles 17 de noviembre de un encuentro titulado «Peligro en los Andes: Amenazas a la democracia, los derechos humanos y la seguridad interamericana».
Estarán presentes personajes de la extrema derecha latinoamericana que han participado en golpes de Estado y actos de terrorismo y desestabilización, junto a altos representantes del poder legislativo estadounidense. El evento evidencia la escalada en agresiones imperiales hacia la región.
Los temas principales que se discutirán en el seno del Congreso estadounidense evidencian una escalada en agresiones contra países como Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua – todos miembros de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA) – e incluyen «debates» fundamentados en tres interrogatorios:
• ¿Están bajo peligro la democracia y los derechos humanos por el desarrollo del ‘Socialismo del Siglo XXI’ en Venezuela, Ecuador y Bolivia?
• ¿La ALBA de Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua constituye una amenaza a los intereses estadounidenses y la seguridad interamericana?
• ¿La política de Estados Unidos hacia la región está equipada para responder a la erosión de la democracia y la influencia peligrosa de actores hostiles como Irán, grupos terroristas y narcotraficantes?
El evento está patrocinado por el Congreso de Estados Unidos y contará con la participación de los jefes de las comisiones de relaciones exteriores, incluyendo a Elliot Engel, demócrata de Nueva York y actual jefe del Sub-Comité de Relaciones Exteriores para el Hemisferio Occidental; Connie Mack, republicano de Florida y próximo jefe del Sub-Comité de Relaciones Exteriores para el Hemisferio Occidental; Ileana Ros-Lehtinen, republicana de Florida y próxima jefa del Comité de Relaciones Exteriores; y Ron Klein, demócrata de Florida y miembro del Sub-Comité de Relaciones Exteriores paa el Hemisferio Occidental.
La presencia de democrátas tanto como republicanos en este evento contra los países de la ALBA evidencia que la política agresiva de Washington hacia América Latina es una política bipartidista, y una política de Estado del imperio estadounidense.
Junto a estos congresistas, estarán participando figuras de la extrema derecha latinoamericana como «expertos» para disertar sobre lo que ellos consideran una «amenaza» a su poder e influencia regional. Por Venezuela estará Guillermo Zuloaga, criminal fugitivo de la justicia venezolano y golpista; por Bolivia participarán miembros de los grupos separatistas y terroristas de Santa Cruz, como Luis Nuñez, presidente del comité cívico de Santa Cruz y Javier El-Hage, representante de la nefasta Fundación de Derechos Humanos, capítulo Bolivia. La Fundación de Derechos Humanos es una organización creada por el venezolano Thor Halvorrsen (hijo) que se dedica a atacar al gobierno de Hugo Chávez y que ha solicitado la intervención militar de Estados Unidos en Venezuela.
También participarán en este evento el Presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Alejandro Aguirre; el antiguo director de la USAID para América Latina, José Cárdenas; el ex Czar Anti-Droga de Estados Unidos, John Walters; Joel Hirst del poderoso Consejo de Relaciones Exteriores, un gobierno de «sombra» en Washington; Otto Reich, antiguo embajador de Estados Unidos en Venezuela (quien liberó al terrorista Orlando Bosch de la carcel venezolana) y que también fue Asistente Secretario de Estado para América Latina durante el golpe de Estado en Venezuela en 2002; y Roger Noriega, también ex Asistente Secretario de Estado para América Latina del gobierno de Bush y antiguo embajador de Estados Unidos ante la OEA.
Todos estos personajes tienen una historia de agresión y hostilidad contra el gobierno de Hugo Chávez en Venezuela y han promovido, apoyado y financiado golpes de Estado en Venezuela, Bolivia, Honduras y Ecuador durante la última década, y permanentemente atentan contra la paz y estabilidad de Cuba.
Habrán representantes de Ecuador, como el abogado derechista Edgar Teran, y el congresista Enrique Herreria, y otros representantes de institutos (think-tanks) de la derecha estadounidense.
Anfitriones adicionales de este evento terrorista incluyen a la organización venezolana en Miami FUDAPREFC (www.fundaprefc.org), creada por la golpista Yuri López Pérez, que se dedica a defender a los comisarios de la policía metropolitana condenados por homicidio múltiple durante el golpe de Estado de abril 2002: Lázaro Forero, Iván Simonovis y Henry Vivas.
También lo patrocina el Instituto Interamericana para la Democracia, fundado por el argentino Guillermo Lousteau Heguy en Miami y que cuenta con miembros en su directiva como los terroristas cubanos Carlos Alberto Montaner y Armando Valladares. Este Instituto realizó un evento titulado «Desayuno con Lucio Gutiérrez» el 23 de septiembre de 2010, curiosamente una semana antes de la intentona de golpe contra el Presidente Rafael Correa en Ecuador que fue liderada por Guitiérrez.
Otros anfitriones incluyen a la Fundación Heritage, American Enterprise Institute (AEI), Centro para una Política de Seguridad y el Instituto Hudson, cuatro «think tanks» de la extrema derecha estadounidense que se han dedicado a agredir a Venezuela durante los últimos años, publicando «informes» sobre las «amenazas» del gobierno de Hugo Chávez y canalizando fondos multimillonarios a sectores desestabilizadores de la oposición venezolana.
Finalmente, participa el Foro Americas (Americas Forum), organización fundada por Otto Reich y Roger Noriega, entre otros miembros de la extrema derecha latinoamericana en Estados Unidos, para formular estrategias de agresión contra los países de la ALBA.
Este evento evidencia que luego de las elecciones legislativas en Estados Unidos el pasado 2 de noviembre, durante las cuales la derecha estadounidense logró una mayoría contundente en el Congreso, la política de Washington hacia América Latina será mucho más agresiva y peligrosa durante los próximos meses.