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Italia

Construir un proyecto internacionalista y anticapitalista

Fuentes: npa2009.org

La gente en Italia era favorable al proyecto de unidad europea pero poco a poco ha cambiado de posición frente a las políticas de austeridad llevadas a cabo por los gobiernos de centro derecha y centro izquierda (justificadas siempre por las directivas europeas y avaladas por las grandes organizaciones sindicales), que han agravado mucho las […]

La gente en Italia era favorable al proyecto de unidad europea pero poco a poco ha cambiado de posición frente a las políticas de austeridad llevadas a cabo por los gobiernos de centro derecha y centro izquierda (justificadas siempre por las directivas europeas y avaladas por las grandes organizaciones sindicales), que han agravado mucho las condiciones de vida y de trabajo de las clases trabajadoras.

Eso es lo que ha reforzado un distanciamiento/rechazo cada vez más fuerte respecto a la Unión Europea y hacia la idea misma de unidad del continente europeo, que ha alimentado el desarrollo de posiciones nacionalistas (para alguna gente la vuelta a la edad mítica de la soberanía nacional), algunas de las cuales son profundamente reaccionarias, racistas, xenófobas e incluso racistas.

Crítica xenófoba a la UE

Es lo que explica a la vez la severa derrota del Partido Demócrata, el partido que se había convertido en el intérprete y gestor más importante de los interesas de la gran burguesía, y la victoria electoral del Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Di Maio y de la Liga de Salvini. Estos partidos se presentan como defensores de la soberanía nacional a la vez que refuerzan sus lazos con los gobiernos más reaccionarios de Europa, pero sobre todo llevan a cabo (en particular el Ministro del Interior Salvini, con el acuerdo del M5S) una campaña reaccionaria contra las personas migrantes, elegidas como chivo expiatorio de las dificultades que viven amplios sectores de la población y a las que este gobierno no puede ni quiere dar una respuesta.

La crítica de la Unión Europea viene pues desde la derecha, asociada a la cuestión migratoria que es, por el momento, el tema dominante, eclipsando incluso la cuestión del euro aún recientemente central en el debate sobre Europa. Es preciso, desgraciadamente, constatar que esta campaña racista nauseabunda logra adhesiones: envenena toda la sociedad, deshumaniza a una parte de la población y produce indiferencia en relación a la tragedia que tiene lugar en el Mediterráneo, abriendo la vía a futuras regresiones de la democracia.

Un gobierno al servicio de la burguesía nacional

Aunque con implantación diferente, el M5S y la Liga son la expresión de sectores de la pequeña y media burguesía, pero tienen estrechas relaciones con los grupos dirigentes de la patronal (sobre todo la Liga, que administra desde hace años la región más desarrollada del país, Lombardía). Si este gobierno ha podido existir es porque, en ciertos ministerios importantes, hay hombres de confianza del establishment liberal; la ley de presupuestos en preparación sigue exactamente lo que marcan los tratados europeos. Si el antiguo gobierno se había distinguido por sus regalos a las grandes empresas y los bancos, la soberanía nacional que reivindica el gobierno actual tiene por objetivo distribuir diferentemente las riquezas en el interior de la clase burguesa para salvaguardar agrupamientos de empresas que la competencia internacional pone aún en mayores dificultades.

Contra este gobierno no hay aún respuestas a la altura de lo que está en juego, aunque haya luchas sociales por la defensa de los empleos y movilizaciones parciales de solidaridad con la gente migrante.

Construir una alternativa política y social

Para construir una alternativa política y social, la tarea que espera a las fuerzas de la izquierda es saber cómo combatir a la vez las políticas de austeridad de la UE, el falso europeísmo liberal del Partido Demócrata (hoy en la oposición), ligado a importantes sectores de la burguesía, y la acción de este gobierno de derechas y racista, sin olvidar las regresiones nacionalistas y reaccionarias que están en marcha en la sociedad.

Numerosas fuerzas políticas y sociales a la izquierda del Partido Demócrata han apoyado, los años pasados, el proceso de unidad europea, a partir de una posición que aceptaba el marco institucional de la UE, demandando a la vez una reforma de los tratados en un sentido democrático y social.

Esto no ha dado ningún resultado porque el rechazo de las políticas de austeridad no ha sido defendido ma´s que en el plano electoral, sin capacidad ni voluntad de construir las resistencias sociales necesarias.

Se encuentra aún en ciertos sectores este planteamiento reformista respecto a la UE, aunque una fuerza como Rifondazione haya radicalizado su posición diciendo que hay que desobedecer los tratados europeos rechazando sus directivas.

Rechazar la trampa del neosoberanismo

Otras fuerzas, al contrario, partiendo de la denuncia del carácter capitalista y antipopular de los tratados europeos y de la necesidad de la salida del euro y de la UE, tienen ahora una posición neosoberanista: juzgan indispensable reencontrar una plena soberanía nacional y monetaria; no piensan en un proceso de construcción de una alternativa de las clases trabajadoras a escala del continente y contemplan, al contrario, la formación de una zona mediterránea indefinida cuyos contornos de clase son, por lo menos, inciertos.

En lo que nos concierne, pensamos que la UE es una herramienta de las clases burguesas europeas para imponer su dominación y la explotación de las clases trabajadoras, para destruir las conquistas sociales arrancadas tras la Segunda Guerra Mundial, y que debe ser combatida a fondo. Pero creemos también que es necesario construir un proyecto alternativo a escala europea, un proyecto internacionalista y anticapitalista que pueda ser creíble y realizable implicando a centenares de millones de trabajadoras y trabajadores presentes en el continente europeo. Un proyecto fundado en el rechazo a las políticas de austeridad, la construcción de movilizaciones, la solidaridad de las luchas a escala europea, la solidaridad con las personas migrantes y el combate contra las fronteras que dividen a la gente trabajadora y los pueblos. Un proyecto que defiende la autoorganización democrática de las personas explotadas como herramienta indispensable para construir una verdadera alternativa política y social.

Franco Turigliatto es dirigente de Sinistra Anticapitalista.

Fuente original: https://npa2009.org/actualite/international/italie-construire-un-projet-internationaliste-et-anticapitaliste

Traducción: Faustino Eguberri para viento sur