Bajo esta pregunta se publicó en el mes de mayo de este año un libro que a su vez es una recopilación de artículos publicados en el diario La Repubblica por Curzio Maltese. En el libro también colaboran Carlo Pontesilli y Mauricio Turco, ambos estudiosos de los privilegios eclesiásticos El libro parte de una afirmación, […]
Bajo esta pregunta se publicó en el mes de mayo de este año un libro que a su vez es una recopilación de artículos publicados en el diario La Repubblica por Curzio Maltese. En el libro también colaboran Carlo Pontesilli y Mauricio Turco, ambos estudiosos de los privilegios eclesiásticos
El libro parte de una afirmación, cuanto menos preocupante; el coste de la Iglesia Católica para los contribuyentes italianos es superior al coste del sistema político. Se calcula en más de cuatro mil millones de euros al año lo que recibe la Iglesia entre la financiación directa del Estado, de los entes locales y las exenciones fiscales.
Veamos un pequeño desglose, con algunos ejemplos sin entrar al detalle con que se expone en el libro. Mil millones proceden del 8 por mil (dinero que se obtiene de los ciudadanos a través de la declaración de la renta). El 60 % de los contribuyentes dejan en blanco el apartado «8 por mil» en la declaración de la renta pero gracias al 35% que marca Iglesia Católica, la Cei acapara casi el 90% del total recaudado. En numerosas ocasiones se ha calificado esta situación de irregularidad jurídica. Por su parte, el Vaticano defiende el mecanismo de la cuota no asignada argumentando que Italia es un país de fuerte vocación y mayoría católica. Si no se señala; silencio es igual a consentimiento. Además, añaden que es una cantidad de retorno social. Lo cierto es que de cada 5 euros del contribuyente 1 se destina a la caridad, tanto dentro de Italia como en el exterior, los otros van al autofinanciamiento, la partida más importante (el 35% del total) va directamente a pagar el salario de los cerca de 39.000 sacerdotes.
La campaña publicitaria del «8 por mil» del año 2005, encargada por la Iglesia Católica a una multinacional, ha costado a la Iglesia 9 millones de euros, el triple de cuanto la Iglesia ha dado por ejemplo a las victimas del tsunami; 3 millones, el 0,3% de lo recaudado. La comunidad hebraica italiana dio a Sri Lanka e Indonesia 200 millones de euros, considerando que es una zona donde no existe la comunidad hebrea. La Iglesia Católica recibe por anticipado cerca del 90 % sobre el año sucesivo, mientras que otras confesiones lo reciben hasta con 3 años de retraso. Cuando en 1996 Livia Turco, que ocupaba el Ministerio de la Solidaridad, propuso destinar la cuota estatal del «8 por mil» a proyectos para niños pobres, el tesorero del Vaticano Atilio Nicora respondió «el Estado no debe hacer competencia a la Iglesia» aquí acabó la propuesta y el debate.
Las ONG’S están restando protagonismo a la Iglesia, pero como no minusvalora ningún nicho de mercado también tiene sus propias ONG’S, esta es una vía más para obtener otra fuente de financiación. La Iglesia se resiste a peder protagonismo, como prueba esta «anécdota»; cuando Emma Bonino era comisaría europea ocupada del abastecimiento de víveres y medicinas para el área de guerra de ex-Yugoslavia, tuvo una gran pelea para que las cajas pusieran Unión Europea junto con las siglas de Caritas.
Otros mil millones (959) procedentes del Estado van a los salarios de los 25.679 profesores de religión. Todos con contratos precarios hasta que se convocó un concurso «en masa» y 14.670 ahora son fijos. Esto es un gran agravio para tantas materias fundamentales (matemáticas, lengua, geografía, etc) para las cuales no se sacan plazas públicas aún existiendo déficit de profesorado. Este concurso plantea muchas polémicas de legalidad y esta pendiente de un juicio de la Comisión Europea. Las otras creencias no son consideradas a la hora de la enseñanza religiosa. No sólo se financia la enseñanza de religión católica, también las escuelas pertenecientes a la Iglesia. En el artículo 33 de la Constitución Italiana se prohíbe explícitamente que el Estado financie las escuelas privadas. El Vaticano recibe además 700 millones de euros del Estado y entes locales por los convenios de la escuela y la sanidad. Por financiación de grandes eventos una media de 2,5 millones de euros año. En ventajas fiscales, 500 millones en el 50% de descuento sobre el Ires, Irap y otros impuestos. 600 millones de exclusión fiscal procedente del turismo católico, que gestiona cada año de y hacia Italia 40 millones de visitantes y peregrinos. El patrimonio inmobiliario es incalculable y también con exenciones fiscales.
El turismo es un gran negocio para la Iglesia; 40 millones de peregrinos, 19 millones de pernoctaciones, 200 mil camas en 3.500 albergues católicos en Italia, el volumen de negocio se estima en 4,5 mil millones de euros al año. El triple de lo que factura el primer tour operador italiano. La competencia desleal; en el corazón de Roma esta el hotel Brigidine, en plaza Farnese, es un palacio de siglo xv clasificado con 5 estrellas . 4 mil metros cuadrados en la zona más cara de Roma, la habitación cuesta entre 120 y 190 euros la noche. Todas las monjas que lo atienden hablan inglés, está siempre lleno. A los hoteles los llaman casas religiosas, esta inscrito en el registro catastral como convento, no paga nada de Ici. Según diferentes estudios cada año los ayuntamientos italianos pierden en torno a 400 millones de euros a causa de esta exención fiscal ilegal y contraria a las normas europeas de la concurrencia. En 1992 la Corte Suprema juzgó ilegal la exención del Ici, salvo que no hubiese una actividad comercial. Pero la Iglesia posee también restaurantes, cines, teatros, librerías, etc. En ellos siempre hay una pequeña capilla como prueba de que no son exclusivamente comerciales. En términos jurídicos no existe el concepto «no exclusivamente comercial», ni en el Derecho Civil ni en el Derecho Tributario italiano. Es o no es comercial.
Por otro lado tienen otra ventaja competitiva; el personal. Un personal gratis, que no hace huelga, además de las monjas y los frailes tienen personal voluntario, al ser contratos de colaboración no deben pagar por ellos impuestos sobre el trabajo dependiente. Es un personal muy motivado… y una clientela fidelizada. Los creyentes en sus viajes/peregrinación por una cuestión gregaria prefieren estos establecimientos, y los no creyentes por el atractivo precio y el lugar, siempre edificios históricos bien situados o en el centro de las grandes ciudades o apartados del bullicio en bosques o montañas. Tienen precios fuera de mercado, aunque no se trata en todos los casos de turismo pobre, los monasterios/hoteles se pueden encontrar en la página web por ej. de Relais & Ch^ateaux, hay incluso salas de bingo para los peregrinos. Y con un régimen fiscal privilegiado.
Casi el 25% de Roma es propiedad de la Iglesia. Entre el 20 y el 22 % del patrimonio italiano es de la Iglesia Católica. Se narra en el libro como una región con grandes carencias de infraestructura; Sicilia, destina entre el 80 y el 90 % de los fondos de Bruselas a las iglesias y entes religiosos, una vez restaurados con fondos públicos se ponen en el mercado a la venta y se transforman en hoteles. No siempre pueden vender, por ejemplo, el 2007 en Lazio la Iglesia solicitó vender 257 edificios y sólo se le autorizaron 146. En Abruzzo los franciscanos han sacado al mercado, a la mejor oferta, 46 conventos. No siempre se venden, generalmente se establecen concesiones a sociedades hoteleras a cambio de un buen alquiler, a la Iglesia no le interesa despatrimonizarse.
Otro negocio es el supermercado; el Vaticano importa a precios bajos una gran cantidad de productos que después revende. No hay relación entre las cantidades compradas y las necesidades del número de personas que habitan en la Ciudad del Vaticano (921). En el año 2005 el Vaticano importó: 1000 toneladas de carne, 200 toneladas de pasta, 174 de toneladas de leche, 27 toneladas de jamón, 15 de embutidos variados, 700 de licores, 240 de cerveza, 50 de vino, 48 de cava y 3 de champán, 110 de tabaco, 17 de cosméticos, 14 de perfumes y 70 de medicamentos.
Otras ventajas; en el año 2006 el Ayuntamiento de Roma establece un impuesto automovilístico para los vehículos del centro de la ciudad, fue fijado en 550 euros año, el Vaticano protestó argumentando los pactos del año 1929 y el impuesto quedó reducido para ellos a 55 euros año. El parque móvil del Vaticano es de 200 vehículos. Desde 1929 con la firma de los pactos Lateranensi el Estado italiano se hace cargo de la dotación de agua al Vaticano, es decir, que recibe gratis 5 millones de metros cúbicos de agua que consume como media .
¿Qué son los pactos Lateranensi? Aquellos que fueron firmados entre la Iglesia Católica y los dirigentes de diferentes países por los que se le concedía a la Iglesia condiciones especiales en determinados asuntos. ¿con quién firmó la Iglesia Católica? con Benito Mussolini el 11 de febrero de 1929, con Adolf Hitler el 20 de julio de 1933, con Antonio Oliveira Salazar el 7 de mayo de 1940 y con Francisco Franco el 27 de agosto de 1953. Para reflexionar un poco ¿no?.
El Vaticano es el Estado más rico del mundo por renta per capita, 407 mil dólares. Es la única religión que tiene banco propio. Se estima más de 5 mil millones de euros de depósito. Un religioso con sentido del humor lo justifica así: no se puede dirigir la iglesia con avemarías. En este punto es interesante leer sobre la muerte del papa Luciani y la vida y obras de Michele Sindona (asesinado), Roberto Calvi (asesinado), Emilio Alessandrini (asesinado) Giorgio Ambrosoli (asesinado) y otros, todos ellos si bien por diferentes motivos, tuvieron relación con las finanzas vaticanas. A la cifra mencionada hay que sumar cantidades en otros bancos, por ej. en Suiza al menos existen tres cuentas de la Santa Sede sumando más de 3 mil millones de euros.
No hay que olvidar que estas astronómicas cifras son sólo para Italia, pero la Iglesia es una multinacional con más de 4.649 diócesis. Para finalizar otro motivo de reflexión: con el dinero del Estado la Iglesia desarrolla una gran desigualdad, mientras que los sacerdotes tienen salario y pensión las mujeres de la iglesia no, lo cual es también claramente anticonstitucional.