Traducido del francés para Rebelión y Tlaxcala por Maria Poumier
Los hechos
El miércoles 25 de octubre, una activista de la solidaridad con Palestina con notable historial político en el campo antiimperialista, además de fundadora entre otras estructuras del partido ecologista francés, fue asaltada en su casa, a las cinco de la tarde, por unos matones sionistas muy enterados de sus horarios y costumbres, por lo cual lograron que ella les abriera la puerta, confiada en que era su nieta la que llamaba a la puerta . Esta señora, llamada Ginette Hess Skandrani, forma parte de la lista de 12 personas amenazadas de muerte por un sujeto que fue llevado a juicio en mayo de este año y que expresó en plena audiencia las convicciones de sus semejantes: se consideran con todo derecho a amenazar y castigar en nombre de la religión judía a los que combaten la política israelí; además, están acostumbrados a la impunidad que les dan sus excelentes relaciones con determinadas figuras políticas [véase El caso Schoemann en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=32001 ]
Ginette Hess Skandrani es una mujer de 67 años, no violenta, por temperamento y por convicciones. Para protegerse no lleva armas ni guardaespaldas, ni escolta policíaca. Se trata de una activista comprometida en el combate anticolonialista desde hace cincuenta años. Lleva cuarenta defendiendo el derecho natural del pueblo palestino a la soberanía y a la vida. Es partidaria de la única solución que parece lógica, para terminar con la situación colonial vigente en Palestina: la creación de un solo Estado para todos los habitantes de Tierra Santa, sobre la base del principio universal: «Una persona = Un voto».
Desde hace años es víctima de una campaña de calumnias y difamación procedente de ámbitos diversos, de derecha y de izquierda, es decir de la nebulosa de los partidarios de un Estado judío en Israel. Esta campaña contra ella incluye agresiones físicas, amenazas de muerte verbales, por escrito, por teléfono y por correo electrónico, actos de piratería informática, escuchas telefónicas ilegales, robos en su propia casa y seguimiento de sus pasos. El pasado miércoles, 25 de octubre, la campaña subió de nivel: un comando de cuatro hombres la asaltó en su humilde apartamento parisino, en una acción premeditada y concertada. Mientras dos miembros del comando la molían encarnizadamente a golpes poniéndola en peligro de muerte o invalidez definitiva, dos miembros más del comando montaban guardia al pie del edificio. La víctima ha hecho las diligencias para llevar a juicio a los atacantes, por tentativa de homicidio.
Estos individuos no actuaron por cuenta propia: recibieron órdenes y las ejecutaron como obedientes soldados. Se trata de personajes con ciudadanía francesa e israelí, son soldados activos o reservistas del ejército israelí y actúan bajo órdenes.
Las órdenes proceden de organizaciones con una fachada de respetabilidad y representatividad, pero que no son más que dependencias en Francia de una potencia extranjera y, además, enemiga de los valores franceses y los principios que fundan nuestra república.
Este grave atentado contra el derecho a la vida y a la seguridad de una militante infatigable de la causa humana nos lleva a plantear una serie de preguntas a todos los que deberían sentirse implicados. Precisamos que aquí nos expresamos a título personal, en tanto que amigos, hermanos, hermanas de Ginette Hess Skandrani. Algunos de nosotros ya hemos sido víctimas también de las mismas campañas de denigración y amenazas, con motivo de sus compromisos.
Pregunta al gobierno francés
Ustedes prohibieron hace algunos meses a la «Tribu Ka», una organización de jóvenes negros revolucionarios, por un decreto de aplicación de la ley de 1936 sobre las facciones paramilitares. Independientemente de la opinión que podamos tener sobre sus ideas u opiniones, observamos sin embargo que dicha organización no había cometido absolutamente ningún delito o crimen, ningún acto de violencia contra propiedades ni contra personas.
¿Qué espera el gobierno para disolver, en aplicación del mismo decreto, las dos organizaciones armadas que ya han sido reconocidas como culpables de una serie de crímenes y delitos, entre ellas el conato de asesinato de un comisario de policía, y entre cuyas filas es imprescindible localizar a los agresores de Ginette Hess Sakandrani? ¿Acaso el gobierno está esperando que haya un muerto, hombre o mujer, para prohibir la Liga de Defensa Judía y el Betar-Tagar?
Pregunta al ministro del interior de Francia
¿Qué medidas piensa tomar para asegurar la protección y la libertad de desplazamiento de las personas a las que acechan estas organizaciones subversivas? ¿Acaso considera usted que estas personas deben armarse y hacerse cargo de su propia defensa, por falta de protección por parte de la república?
Pregunta a los defensores de los derechos humanos
Hasta ahora ustedes vienen observando un silencio prudente acerca de la agresión de la que acaba de ser víctima Ginette Hess Skandrani. ¿Significa esto que aprueban esta agresión? En tal caso, tendrán que explicarse al respecto públicamente.
Pregunta a los defensores del «derecho a la existencia de Israel»
Algunos de ustedes han pronunciado, repetido o difundido calumnias contra Ginette Hess Skandrani. Esto contribuyó de manera decisiva al clima que propició la agresión del 25 de octubre. ¿Aprueban ustedes esta agresión? Si es así, expliquen por qué. En caso contrario, ¡exprésenlo en alta voz!
Todos comprenderán que la respuesta a estas preguntas por parte de aquellos a los que nos dirigimos hoy será decisiva para impedir la pendiente violenta y sectaria hacia la cual nos quieren arrastrar los partidarios del supremacismo de un grupo sobre el conjunto de la sociedad.
Los matones que han ejecutado la orden de darle una paliza a Ginette Hess Skandrani son apenas robots programados y manipulados para hacer daño. Los despreciamos, los compadecemos y dejamos a la justicia y a la policía la tarea de acabar con su capacidad para la maldad, pues no tenemos por vocación levantar una milicia de justicieros. Pero no podemos conformarnos con el silencio y la inactividad de todos aquellos que pretenden luchar por la libertad, la democracia y la justicia. Semejante silencio e inacción serían equivalentes a complicidad.
Primeros firmantes
Association entre la plume et l’enclume (Francia) – Santiago Alba Rico, escritor (España) – Olivier Alvarez Seco (España) – Rocío Anguiano Pérez, traductora ( España) – Claire Aymes, ciudadana, Marsella (Francia) – Janine Borel, militante, Bouches-du-Rhône (Francia) – Comité de lutte contre la barbarie et l’arbitraire, Salons-de-Provence (Francia) – Mireille Delamarre, responsable de publicación www.planetenonviolence.org, presidenta de Vpaixmed (Voix de paix en Mediterranée, asociación para la no violencia activa y el respeto de los derechos de la persona), Bouches-du-Rhône (Francia) – Jean-Jacques Dikongué, periodista, París (Francia) – Gabriel Enkiri, candidato a la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2007 (Francia) – Sinfo Fernández, socióloga, traductora de rebelion.org (España) – Houcine Ghali, Centre d’études et de recherches arabes, Genève (Suiza) – Fausto Giudice, periodista, escritor, traductor, tesorero de la Alliance zapatiste de libération sociale, presidente del Collectif guantánamo France, presidente de Éditions Karkashuna, miembro de la Association pour un seul État démocratique en Palestine/Israël (Francia) – Michel Guérin, escritor, Jura (Francia) – René Hamm, periodista independiente, Bas-Rhin (Francia) – Monica Hostettler, militante suiza – Douraid Houalla, Tarn-et-Garonne (Francia) – Amal Lahoucine, asociación Taroudant social y cultural, Marruecos – Jean Lambert e Isabelle Leroy, asociaci ón Imagine la Paix (Francia)– Ahmed Manai, Institut tunisien des relations internationales (Francia) – Jean-Claude Manifacier, profesor, Université des Sciences, Montpellier (Francia) – Manuel Talens, escritor (España) – Sonia Martínez Icardo, periodista, Valencia (España) – Rachid Mesli, abogado, presidente de Justitia Universalis, Ginebra (Suiza) – Michèle Mialane, profesora, Essonne (Francia) – Gisèle Moulié, jubilada de la Poste (Francia) – Guillermo F. Parodi, profesor universitario (Paraguay) – Paloma Valverde, traductora (España) – Robert Pioche – Maria Poumier, profesora jubilada, Ile-de-France (Francia) – Vicente Romano, catedrático jubilado de comunicación audiovisual (España) – Joss Rovélas, militante asociativo, París (Francia) – Mondher Sfar, editor, París (Francia) – Évelyne Vieux-Combes, militante SUD PTT (Francia) – Caty R., lingüista (España) – Carlos Sanchis, traductor de rebelion.org (España) – Juan Vivanco, traductor (España)
Envíen sus firmas, mensajes de apoyo o comentarios a: [email protected]
Apéndice
Primer mensaje recibido del extranjero: » ¡Señores agresores, los felicito de todo corazón! Imagino que os habréis entrenado concienzudamente para atacar a tan importante enemigo. Yo mismo he debido entrenarme en artes marciales y en armas de fuego, dado el miedo que tengo a que me asesinen o dañen a mis hijos, a causa de las investigaciones que tengo en la Argentina por los atentados terroristas que aquí se han cometido.
Sé que pueden asesinarme de un balazo en cualquier momento, que pueden raptarme y que pueden enviar corpulentos matones a golpearme. Para todo ello estoy preparado, naturalmente con riesgo altísimo de perder.
Jamás me entrené para golpear a una mujer, menos para apalear, patear y lastimar a una mujer de cierta edad. ¿Serían ustedes tan gentiles de decirme cómo se hace? ¿Qué religioso puede adoctrinarme para abolir toda mi formación de macho latino que me impide atacar a una mujer honorable?
¡Por favor, señores atacantes de Ginette, díganme cómo se hace!
Oscar Abudara Bbini, psiquiatra, psicoanalista y cineasta censurado por investigar sobre los atentados cometidos en Buenos Aires en 1992 y 1994.