Las demandas de la Asamblea Social y Popular de Guatemala son buenas aunque algunas son problemáticas y no bien analizadas todavía (esas demandas se pueden leer aquí: http://tinyurl.com/nj2webs). De acuerdo a la Asamblea «Estas propuestas incluyen aquellas emanadas de la Asamblea Social y Popular y consensuadas en la Plataforma para la Reforma del Estado». Son, […]
Las demandas de la Asamblea Social y Popular de Guatemala son buenas aunque algunas son problemáticas y no bien analizadas todavía (esas demandas se pueden leer aquí: http://tinyurl.com/nj2webs). De acuerdo a la Asamblea «Estas propuestas incluyen aquellas emanadas de la Asamblea Social y Popular y consensuadas en la Plataforma para la Reforma del Estado». Son, pues, las mismitas propuestas que ya ha hecho el TSE y que el Rector de la USAC, curiosa e interesantemente acompañado y apoyado por el Embajador de EE.UU. (¿cuándo se había visto esto en la historia de Guatemala?), sometió al Congreso como un «petitorio» para su consideración.
Estamos hablando de un pliego de demandas que hoy estan circulando en Guatemala, de manera retroalimentativa y como si fuera un «consenso» o una especie de «voluntad general», que dan la apariencia de haber salido de abajo pero que en realidad, se analizamos las cosas críticamente, nos daremos cuenta que se han cocinado con elementos regados desde arriba, es decir, desde la clase política misma, desde las élites dominantes y que hoy incluso gozan del apoyo de La Embajada (!).
De hecho, el apoyo de La Embajada, tres meses después del inicio del Evento, no es casual: después de analizar la protesta ciudadana y de ver cómo la misma podía encausarce dentro de las políticas de «promoción democrática» que Washington ha venido implementando por todo el mundo, finalmente encontraron la clave en un «consenso» de propuestas «democratizantes» que, en efecto, no democratizan las estructuras del sistema político pero que pueden desactivar el peligro de que las demandas por reforma puedan convertirse en demandas por una #RefuncacionYa al estilo de Ecuador y Bolivia – los países a los cuales el mismo Papa Franciso ahora ha llegado a apoyar y explícitamente endorsar por sus proyectos refundacionales.
Así, pues, que el pliego de «reformas de consenso» es un pliego de demandas que representan, en efecto, lo más que los grupos dominantes están dispuestos a conceder a la ciudadanía en protesta en la coyuntura presente, dada la correlación de fuerzas del momento y debido a que la protesta ciudadana no ha avanzado hasta el momento mas allá de su punto liminal original, es decir, de la demanda por #RenunciaYa y #ReformaYa entendida, ésta última, de modo muy limitado. Y lo curioso y peligroso es que las vertientes mas politizadas y radicales del movimiento ciudadano, representadas en parte en la Asamblea, no han logrado profundizar los términos de las reformas y del debate y, más bien, se están contentanto con lo que sale del centro del poder. Quizás ello se deba en parte a que hay quienes hablan de que después de eligir congreso supuestamente limpio en las próximas elecciones – si es que se pasan las reformas a la LEPP hoy propuestas por la Plataforma y el TSE – vamos hacia una ANC y, allí sí, nos dicen que vamos por la Refundación. Yo creo que no es posible elegir «bancadas de la dignidad» sobre la base de reglas podridas y decir lo contrario es prometer peras cuando el árbol sigue siendo de olmo (http://bit.ly/1GwVXxW).
Por todo lo de arriba y más, entonces, estas demandas son insuficientes para superar las causas estructurales que han dado lugar no solo al Evento de la protesta ciudadana sino que también, detrás del mismo, a la triple crisis del Estado (autoridad, legitimidad y hegemonía) en Guatemala. Y por ello es que de implementarse estas demandas, por supuesto que solo después de varios retrasos, rechazos, dudas, plantones populares frente al Congreso e incluso una Huelga de Dolores «extraordinaria» (con o sin el apoyo de la AEU oficial) para demandar esas reformas, daría la impresión de que solo lograr la implementación de estas demandas es, en sí mismo, una lucha tremenda – y luego dar la impresión que dicha implementación es victoria ciudadana. Así es, precisamente, como se crean las condiciones políticas e ideológicas para el Termidor chapín, es decir, para la desactivación de la protesta y para la restauración política del modelo de dominación existente. Es una maniobra y trampa hegemónica muy lista y la ciudadanía, incluyendo la Asamblea Social y Popular, están caminando con ojos abiertos hacia la misma.
Yo creo, sin embargo, que hay que hacer propuestas mas amplias, mas razonadas y críticas y mas profundas. Yo creo que hay que rechazar la noción de que solo podemos o debemos pedir lo que nos dicen que es viable o posible en el momento presente, lo que nos dicen que se puede hacer y nada más, lo que los mismos desfalcadores del sistema ahora convertidos también en sus guardianes nos dicen que es pragmático y realista. Al contrario, yo creo que hoy es el momento de demandar todo lo que nos dicen – en nombre del poder establecido, las poliarquías y la clase política que trabaja para ella – que no es posible. De lo contrario van a convertir a la protesta ciudadana en una «revolución de color» (http://bit.ly/1H6KgDF) y con ello ya perdimos la lucha contra-hegemónica y la oportunidad sin precedentes abierta por el Evento histórico del presente.
Para contribuir a la ampliación del debate, entonces, aquí está de nuevo un pliego de propuestas que solo conciernen al sistema político pero que no son solo repetición de lo que se maneja en los medios de comunicación, en la Plataforma Nacional o en el TSE o, peor aún, en La Embajada: 1) http://tinyurl.com/nbt852j 2) http://tinyurl.com/nntxmbl.
No hay que caer en la trampa hegemónica de demandar reformas que el sistema mismo a plantado entre nosotros diciéndonos que es lo único y lo más que podemos demandar.
Vamos patria hacia la #RefundacionYa
Marco Fonseca. Doctor en Filosofía Política y Estudios Latinoamericanos por parte de la York University. Actualmente profesor adjunto en el Departamento de Estudios Internacionales de Glendon College, York University.
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