Traducido por Juan Vivanco
La invitación a denunciar al clandestino está al final de un bando municipal que reproduce un par de artículos del «decreto Maroni» sobre seguridad con sus correspondientes sanciones: «Se ruega a quien tuviera conocimiento de la presencia en el territorio municipal de inmigrantes clandestinos informe de inmediato al alcalde, a la policía municipal y a la oficina del padrón municipal para que tomen las medidas oportunas. Gracias por la colaboración». Firmado: el equipo municipal.
Desde hace una semana, en San Martino dall’Argine, localidad de 1.800 vecinos a 25 km de Mantua, el municipio con el porcentaje de inmigrantes más bajo de la provincia, han aparecido estos bandos. En el centro, en las afueras, junto al colegio y por las carreteras que llevan a las pequeñas fábricas y a las granjas. Después del caso de Coccaglio, donde el ayuntamiento de la Lega ha llamado «Blanca Navidad» a la operación de caza del inmigrante con permiso de residencia caducado, ahora otro municipio lombardo invita a todos sus vecinos a denunciar a los irregulares. «El objetivo es informar sobre las nuevas normas. Ahora los que pretendan alquilar una vivienda a clandestinos, quebrantando la ley, tendrán que pensárselo dos veces» explica el alcalde Alessandro Bozzoli, el independiente que encabeza un equipo municipal Lega-Pdl.
Sobre la invitación a denunciar a los irregulares, Bozzoli es tajante: «Las situaciones anómalas que se han dado nos han hecho reflexionar y nos obligan a dar este paso». Sin embargo en San Martino dall’Argine los inmigrantes no llegan al 5 %. El único caso irregular en los últimos años fue el de una fábrica china con varios trabajadores sin contrato. Los otros extranjeros son familias indias que trabajan en las granjas y albaneses utilizados como obreros.
Desde que se publicaron los bandos no ha llegado ninguna denuncia a la oficina del padrón municipal ni a la policía municipal, porque en el pueblo es difícil encontrar clandestinos. «Los que dicen que se incita a la delación lo hacen de mala fe, son acusaciones maliciosas» replica a las polémicas el teniente de alcalde, Alessio Renoldi, de la Lega, que trabaja de obrero en una fábrica metalúrgica de Curtatone. Tiene 30 años y es «leghista desde hace cuatro, cuando empecé a interesarme por la política», el alma joven del ayuntamiento. Él y su colega de partido y concejal de Políticas Sociales, Cedrik Pasetti, de 34 años, abogado, miembro de la dirección provincial y responsable de la Lega para los ayuntamientos de la zona, han hecho hincapié en la política municipal de seguridad. «Desde que cambió la ley, quien dé alojamiento o trabajo a un clandestino se arriesga a ir a la cárcel ―explica el teniente de alcalde―. Los que tengan conocimiento de estos casos deben comunicárselo al ayuntamiento».
«El bando de San Martino dall’Argine es un precedente peligrosísimo ―interviene Articolo 3, Osservatorio sulle discriminazioni―. La obligación de informar sobre la posible comisión de un delito no corresponde a los ciudadanos, sino a las autoridades responsables de la seguridad pública. Esta iniciativa es una invitación a la delación». «Es una caza de brujas disparatada» añade Emanuele Zanotti, de la lista cívica de oposición municipal, próxima al centroizquierda. «No hacía ninguna falta ―explica Zanotti―. Sólo servirá para encizañar la convivencia en una comunidad donde todos, italianos y extranjeros, se conocen. En nuestro territorio es una iniciativa inútil. Pura ideología, que a la Lega le ha servido para duplicar los votos en las últimas elecciones».
Fuente: http://www.repubblica.it/2009/11/sezioni/cronaca/immigrati-13/sindaco-leghista/sindaco-leghista.html