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Perú

Desafíos de un nuevo año de luchas

Fuentes: Rebelión

El 2013 luchamos duro. Los médicos y enfermeras del MINSA Y ESSALUD realizaron largas huelgas que terminaron imponiéndole al testarudo gobierno sus reivindicaciones de aumento y nombramientos. Pero los estatales que lucharon casi todo el año para impedir la Ley Servir, no tuvieron el mismo resultado: fueron traicionados por sus principales direcciones (Patria Roja y […]

El 2013 luchamos duro. Los médicos y enfermeras del MINSA Y ESSALUD realizaron largas huelgas que terminaron imponiéndole al testarudo gobierno sus reivindicaciones de aumento y nombramientos. Pero los estatales que lucharon casi todo el año para impedir la Ley Servir, no tuvieron el mismo resultado: fueron traicionados por sus principales direcciones (Patria Roja y PC) que permitieron que dicha ley se imponga. Lo mismo hicieron el 2012 cuando traicionaron la huelga magisterial para dejar que se aprobara la nefasta ley de Reforma Magisterial.

El mes de julio fue el más agitado. Se realizó la masiva movilización democrática contra la «repartija» convocada por diversos colectivos y organizaciones políticas, que derrotó el descarado reparto de cargos públicos entre los partidos del Congreso. Esa misma fuerza democrática volvió indignada a las calles cuando se intentó colocar nada menos que a Martha Chávez al frente de una subcomisión de derechos humanos del Congreso, logrando impedirlo.

Los universitarios también protagonizaron grandes jornadas en el Cusco, Ayacucho y en Lima, en su lucha contra la aprobación de la ley Mora (Ley Universitaria) que pretende un nuevo paso en la privatización de la educación. Y su lucha sigue, mostrando la recuperación del movimiento juvenil.

Los paros y huelgas en Celima, Trébol, Ripley, Saga, Cogorno, Chocolates La Ibérica, Hialpesa, pusieron la nota obrera de un 2013 de luchas.

En medio de toda esta oleada la dirigencia de la CGTP fue obligada a convocar una jornada el 4 de julio, y después un paro nacional el 26 de septiembre. Ambas medidas tuvieron la participación masiva de los trabajadores y especialmente de los sindicatos combativos que se colocaron en la primera fila, porque se trataba de luchar contra el gobierno y la política patronal.

Pero para Mario Huamán estas medidas fueron un cumplido para mantener su vigencia, y en especial para dar vida a su nuevo proyecto electoral que es el Frente Amplio. No hay ninguna duda que la cúpula de la CGTP, por su cercanía al gobierno, no tiene ninguna voluntad de conducir las luchas hasta conquistar las soluciones que demandan los trabajadores.

Desde otro extremo, algunas organizaciones juveniles y populares (el CONARE SUTEP, entre ellos), dirigidos por grupos del MOVADEF y sectores afines, sufren las consecuencias de su política aparatista y burocrática infligiendo daño a la organización y lucha de las bases.

El 2014 continuará el mismo escenario de luchas. El gobierno y los empresarios que vienen desatando una ofensiva en todos los terrenos no piensan parar la mano. Crecer 5% y llenarse los bolsillos no les resulta suficiente y quieren más: más entrega del país a las multinacionales, más privatizaciones, más impuestos para los trabajadores (5ta. Categoría). Desean incluso flexibilizar más el trabajo y retirar los pocos derechos ganados.

La respuesta en realidad ya comenzó. Pasando por alto la propaganda chauvinista que estos días azuza Palacio con motivo del fallo de La Haya, en busca de recuperar algo de apoyo, las primeras huelgas ya están en curso en Quad Graphics, Alicorp, trabajadores del Poder Judicial.

Asimismo, en Islay la población está en lucha contra la falsa licencia social que el gobierno quiere otorgar para la operación del proyecto Tía María; lo mismo ocurre en Cajamarca contra Conga. Y muchos otros conflictos están latentes o a punto de estallar.

Es cierto que sectores de la clase trabajadora están golpeados o desgastados, pero aún hay enormes reservas con la disposición de enfrentar el irrefrenable abuso patronal, la no solución de los pliegos, los despidos, la inseguridad laboral, los regímenes precarios de trabajo. Lo mismo ocurre en el sector estatal, en la juventud, en el campo y en otros sectores que son afectados por las medidas del gobierno.

Ellos saldrán a la lucha con firmeza, decisión y unidad. Pero ya hemos visto que esto no basta para vencer. Necesitamos centralizar y unificar las luchas para hacer más poderosa la protesta. Algunas experiencias modestas de coordinación ya se han realizado con éxito entre Celima, Trébol, Ripley, Alicorp y otras bases; experiencias que hay que continuar, fortalecer, ampliar y extender poniendo en práctica el frente único de los que luchan.

Necesitamos afirmar este paso para poder ganar y acumular fuerzas fortaleciendo las organizaciones de base y generando una nueva camada de activistas y luchadores. Son ellos los que deben, en este proceso, asumir la construcción de una nueva dirección democrática, independiente y comprometida con las bases, enfrentando el control de los aparatos burocráticos que buscan controlar el movimiento para sus propios fines.

En especial, nada podemos esperar de la dirigencia de la CGTP que ha revelado hasta el cansancio su naturaleza burocrática y de colaboración con el gobierno.

Que el 2014 no solo sea un año de luchas y de victorias, sino de pasos efectivos hacia la construcción de la nueva dirección que necesitamos de cara al futuro.

Freddy Salazar. Periodista

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.