El 25 de abril de 2024, Bogdan Syrotiuk, el líder de 25 años de la Joven Guardia Bolchevique-Leninista (JGBL), una organización socialista-trotskista activa en Ucrania, Rusia y toda la antigua Unión Soviética, fue arrestado por el infame servicio de seguridad del régimen fascistizante de Zelenski, el SBU. Bogdan se enfrenta a condiciones atroces en una prisión de alta seguridad en la ciudad de Nikolaev, ubicada en el sur de Ucrania.
El Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI), el movimiento trotskista mundial con el que se afilia políticamente la JGBL, finalmente ha obtenido los documentos en los que el SBU presenta sus cargos contra Bogdan Syrotiuk. Estos documentos, que forman la base de su detención, dejan absolutamente claro que Bogdan es víctima de un monstruoso montaje estatal. Las acusaciones fabricadas por el SBU son una burda combinación de mentiras, obvias falsificaciones y disparates políticos.
Además, los documentos presentados por el SBU no solo van dirigidos contra Bogdan. Representan nada menos que una declaración de guerra contra toda la oposición de izquierdas y socialista al régimen de Zelenski y, en concreto, contra el Comité Internacional de la Cuarta Internacional y su órgano público, el World Socialist Web Site.
La acusación principal contra Bogdan Syrotiuk es de alta traición. La base de esta acusación es que, durante los dos últimos años, Bogdan ha estado “ocupado en la preparación de publicaciones encargadas por representantes de una agencia rusa de propaganda e información, el World Socialist Web Site” [énfasis nuestro].
El World Socialist Web Site es denunciado como un instrumento de “una guerra activa de información contra Ucrania” emprendida por Rusia,
que utiliza a los llamados propagandistas “de izquierda” y sus plataformas de información (sitios web, medios de comunicación y redes sociales) para desacreditar el apoyo de Ucrania por parte de socios internacionales, justificar la agresión armada de Rusia contra Ucrania, acusar a los países occidentales de crear condiciones bajo las cuales Rusia se vio obligada a lanzar la llamada operación militar especial, fomentar guerras en Ucrania al proporcionarle armas, etc. Como resultado, son utilizados por Rusia para transmitir sistemáticamente narrativas pro-Kremlin a la población de Ucrania y a los países aliados de Ucrania…
Desde el comienzo de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, el World Socialist Web Site “WSWS” ha publicado regularmente artículos en varios idiomas destinados a desacreditar a Ucrania y a representantes de Gobiernos de todo el mundo por ayudar a Ucrania en su lucha contra el Estado agresor.
La oposición del CICI a la guerra entre EE.UU. y la OTAN en Ucrania es un elemento esencial de su programa político, profundamente arraigado en los principios socialistas e internacionalistas del movimiento trotskista. El intento del régimen ucraniano de retratar esta oposición como un instrumento de la red de propaganda de Putin es tan viciosamente mendaz como políticamente absurdo. La oposición intransigente del Comité Internacional de la Cuarta Internacional al régimen de Putin—que surgió como consecuencia de la traición final del socialismo por parte de la burocracia estalinista y la restauración del capitalismo en la ex URSS—es un hecho político fundamental que está respaldado no solo por textos escritos que se cuentan por cientos, sino también por la actividad exhaustivamente documentada del movimiento trotskista a lo largo de décadas.
Fiel a su carácter fascista, el régimen ucraniano opera sobre la base del conocido precepto de Hitler y su ministro de propaganda, Joseph Goebbels: “Cuanto más grande sea la mentira, más fácilmente será creída”.
En este caso particular, el régimen de Zelenski parece creer que la magnitud de las mentiras del SBU son de tal magnitud que simplemente abrumarán a la opinión pública. Así, espera que la opinión pública acepte que el régimen de Putin está dirigiendo el trabajo del WSWS, que el acta de acusación del SBU describe como
una publicación en línea del movimiento trotskista mundial, el Comité Internacional de la Cuarta Internacional y sus secciones afiliadas, los Partidos Socialistas por la Igualdad de todo el mundo, que cubre los principales problemas sociopolíticos de todo el mundo desde la posición de la oposición revolucionaria al sistema capitalista de mercado, con el objetivo de establecer el socialismo mundial a través de la revolución socialista.
En ningún momento intenta el SBU explicar la contradicción que arruina su caso contra Bogdan, es decir, que los principios políticos que él defiende como socialista e internacionalista opositor a las guerras libradas por la clase capitalista dominante son irreconciliablemente hostiles a las políticas del régimen de Putin, incluida su invasión de Ucrania.
Intenta evadir la contradicción simplemente mintiendo. La acusación afirma que las actividades de Bogdan, ‘actuando bajo las instrucciones de un representante del World Socialist Web Site,’ consistieron en ‘apoyar y justificar la conducta de la guerra de agresión de Rusia en el territorio de Ucrania…’
Cada palabra es una mentira. La oposición del CICI, sus organizaciones afiliadas y el WSWS a la invasión rusa, en línea con su hostilidad al régimen de Putin, es un hecho político que está documentado en cientos de artículos que se han publicado desde el primer día de la invasión.
El 24 de febrero de 2022, el día de la invasión rusa, el CICI publicó una declaración en el WSWS titulada: “¡Opónganse a la invasión de Ucrania por parte del Gobierno de Putin y al belicismo de EE.UU. y la OTAN! ¡Por la unidad de los trabajadores rusos y ucranianos!”. El documento comenzaba:
El Comité Internacional de la Cuarta Internacional y el World Socialist Web Site denuncian la intervención militar rusa en Ucrania. A pesar de las provocaciones y amenazas por parte de EE.UU. y las potencias de la OTAN, los socialistas y los trabajadores con consciencia de clase deben oponerse a la invasión rusa de Ucrania. No es posible evitar la catástrofe desencadenada por la disolución de la Unión Soviética en 1991 con base en el nacionalismo ruso, que es una ideología completamente reaccionaria a servicio de los intereses de la clase gobernante capitalista representada por Vladímir Putin.
No hace falta un regreso a la política exterior del zarismo, previa a 1917, sino un renacimiento en Rusia y todo el mundo del internacionalismo socialista que inspiró la Revolución de Octubre de 1917 y condujo a la creación de la Unión Soviética como un Estado obrero. La invasión de Ucrania, independientemente de las justificaciones del régimen de Putin, tan solo servirá para dividir a la clase obrera rusa y ucraniana y, además, juega a favor de los intereses del imperialismo estadounidense y europeo.
En las dos declaraciones principales que hizo durante la última semana, Putin ha justificado sus acciones citando las provocaciones y crímenes de Estados Unidos. No cabe duda de que gran parte de sus denuncias contra la hipocresía de Washington es cierta. Pero la ideología viciosamente anticomunista y xenófoba que invoca Putin y los intereses que dice estar defendiendo son completamente reaccionarios e incapaces de atraer al grueso de la clase obrera en Rusia, ni mucho menos en Ucrania y el resto del mundo. Un sector sustancial de la clase obrera en Rusia y Ucrania será repelido por el cinismo de la glorificación de Putin de la lucha heroica librada por la Unión Soviética contra la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, mientras denuncia la Revolución de Octubre y la existencia de la URSS como un Estado multinacional.
El CICI insistió en que la oposición socialista al imperialismo era incompatible con cualquier forma de chovinismo nacional y, por lo tanto, rechazó todas las justificaciones dadas por el régimen de Putin y sus apologistas de la invasión. Su invocación de la “defensa nacional” no puede ser aceptada por los socialistas. La derrota del imperialismo y su derrocamiento solo son posibles a través de la lucha revolucionaria de la clase obrera internacional. La declaración del CICI citaba las palabras de Trotsky: “Sólo el partido que ya en época de paz luchó irreconciliablemente contra el Estado nacional puede no atarse a éste durante la guerra, puede seguir el mapa de la lucha de clases y no el de las batallas bélicas”.
El CICI pidió “el fin inmediato de la guerra”, y explicó: “Al oponernos a la invasión de Ucrania, denunciamos las políticas del imperialismo de Estados Unidos y la OTAN, cuyas pretensiones de defender la democracia y los derechos humanos están impregnadas de sangre e hipocresía”.
Esta declaración política elaboró los principios y la política que han guiado el trabajo del CICI y el WSWS desde el comienzo de la guerra.
El 26 de febrero de 2022, el Comité Internacional celebró un seminario web internacional, en el que se planteó enfáticamente su oposición a la guerra. Entre los oradores, además de mí, estaban Nick Beams, un líder durante mucho tiempo de la sección australiana del Comité Internacional, Johannes Stern, líder del CICI en Alemania, Thomas Scripps, miembro destacado de la sección del CICI en Reino Unido, Joseph Kishore, secretario nacional del Partido Socialista por la Igualdad en Estados Unidos (SEP, sigla en inglés), y Evan Blake, otro miembro destacado del SEP en EE.UU.
El CICI nunca ha vacilado sobre la oposición de principios a las políticas de la OTAN y Rusia que planteó en los primeros días de la guerra.
La relación entre el CICI y los camaradas de la JGBL coincidió casi exactamente con el estallido de la guerra. Se sintieron atraídos por el CICI precisamente por su oposición tanto a la guerra como al chovinismo nacional de los regímenes ruso y ucraniano.
La imputación del SBU sostiene que el World Socialist Web Site le asignó a Bogdan “la tarea de preparar, escribir, editar y publicar … tanto para el WSWS como en otros medios de comunicación de orientación comunista, artículos, publicaciones, comentarios, etc. dirigidos a difundir narrativas prorrusas relacionadas con la agresión armada de la Federación Rusa contra Ucrania, que comenzó el 24 de febrero de 2022, sobre lo cual [Bogdan Syrotiuk] dio su consentimiento voluntario”.
En apoyo de esta afirmación, el SBU hace referencia a una declaración del JGBL titulada “¡Por la organización de un movimiento internacional de trabajadores y jóvenes contra la guerra!”. Afirma que este documento, publicado por el World Socialist Web Site el 12 de octubre de 2022, incluye “fragmentos, declaraciones, oraciones y frases… que justifican la agresión armada de la Federación Rusa, que comenzó en 2014…”.
El documento real expone claramente que esta afirmación es una mentira. No hay ni una sola frase en la declaración del JGBL que indique apoyo a la invasión de Ucrania. El SBU cita selectivamente del documento, incluyendo pasajes solo de los párrafos numerados 4, 7, 8, 10 y 13. Los párrafos 4 a 8 –el SBU interrumpe la continuidad del análisis del JGBL dejando fuera los párrafos 5 y 6— proporcionan una explicación marxista concisa de la crisis capitalista objetiva y los fines políticos que subyacen a la instigación de la guerra por parte de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN. Afirman:
4. El nuevo orden mundial que Estados Unidos quiere establecer se parece a esta muy posible situación: Rusia y China deben estar subordinadas al imperialismo y divididas, si es necesario para mantener el control directo sobre sus recursos naturales, industriales-tecnológicos y humanos.
5. Las potencias imperialistas europeas apoyan a los Estados Unidos para tener su propio lugar en la nueva redivisión del mundo. Al mismo tiempo, el imperialismo europeo, aunque racionado por los Estados Unidos, ve una salida a su situación económica y geopolítica solo en una redivisión del mundo en la que puede recuperar su antigua grandeza.
6. Japón, Corea del Sur y Australia apoyan a EE. UU. solo en la medida en que convenga a sus intereses en la lucha contra China en la región del Pacífico. Estos países apoyarán a los Estados Unidos siempre que esto les permita competir con China. El proceso de división de las esferas de influencia revivirá las contradicciones entre las potencias capitalistas del Pacífico, que están tan en el limbo como Europa.
7. La crisis de 2008 revivió las luchas de clases en todo el mundo. La Primavera Árabe de principios de la década de 2010 es una clara evidencia de este renacimiento. Obligó al imperialismo estadounidense y europeo a tomar medidas más decisivas. En 2014, apoyaron un golpe de Estado en Ucrania. A través de este golpe, Estados Unidos pudo crear todas las condiciones para construir una cabeza de puente en una futura guerra contra Rusia.
8. La pandemia de Covid-19 que estalló en 2020 exacerbó las contradicciones del capitalismo y fue el detonante de una expansión más rápida del imperialismo estadounidense preparándose para la guerra contra Rusia y China. Estados Unidos se embarcó en un camino más provocativo al abandonar la política de ‘una sola China’ y aumentar su apoyo a Ucrania, como se expresó en la cumbre de la OTAN en agosto de 2021, apoyando la ‘Plataforma de Crimea’ propuesta por Zelenski.
Resulta significativo que el SBU omita el párrafo 9 de la declaración del JGBL, que presenta una mordaz acusación contra el régimen de Putin. Ese párrafo dice:
El régimen reaccionario de Vladímir Putin surgió de la traicionera disolución de la Unión Soviética por la burocracia estalinista y la restauración del capitalismo. Las políticas de Putin, en última instancia, tienen como objetivo salvaguardar la riqueza de la oligarquía postsoviética contra la presión del imperialismo occidental desde arriba y, lo que es aún más crítico, contra el movimiento de la clase obrera rusa desde abajo.
El SBU sí cita el párrafo 10, que continúa la crítica al régimen de Putin, afirmando:
Dentro de este contexto geopolítico y social, la invasión aventurera de Putin a Ucrania el 24 de febrero fue la respuesta de la oligarquía rusa a la implacable expansión de la OTAN hacia el este. El principal objetivo del régimen de Putin era lograr a través de la presión de su “Operación Especial” una nueva ronda de conversaciones con EE.UU. y la OTAN, ya que la última ronda terminó con EE.UU. y la OTAN cruzando todas las ‘líneas rojas’, lo que provocó la invasión de Putin [énfasis nuestro].
La caracterización de la invasión de Putin como “aventurera” no es en absoluto compatible con lo que el SBU afirma que es una “narrativa prorrusa”. Obviamente reconociendo su débil intento de presentar la declaración del JGBL como propaganda pro-Putin, el SBU decidió no hacer más citas del documento, dejando fuera la elaboración del JGBL de su denuncia de las políticas de Putin en los párrafos 11 y 12, que afirman:
11. El deseo de la burguesía rusa de una “asociación igualitaria” con Occidente fue uno de los delirios más utópicos. Esta ilusión, históricamente derivada de la política de Stalin de “Frentes Populares” y luego de la idea de “coexistencia pacífica”, se desarrolló entre la incipiente clase de capitalistas rusos en la década de 1990.
12. El régimen de Putin no se ha librado de este engaño utópico. Toda su política ha sido maniobrar y buscar un compromiso con Occidente, con quien la oligarquía rusa quería estar “en igualdad de condiciones”. Excepto que, al imperialismo occidental con sus ambiciones de conquista sobre Rusia, no le importaban estos tonos conciliadores del régimen de Putin.
El SBU también optó por no citar el párrafo 17 de la declaración del JGBL, que declara:
El curso de la guerra después de la invasión de Putin a Ucrania enfatiza cada vez más la naturaleza reaccionaria de esta invasión. Afirmando estar luchando por la independencia del pueblo ruso de la amenaza del imperialismo occidental, Putin de hecho solo está defendiendo la independencia de la oligarquía rusa para explotar a la clase obrera rusa y la riqueza en materias primas del país.
El párrafo 18, que tampoco se cita, echa por tierra la acusación del SBU de que Bogdan, el JGBL y el WSWS son instrumentos de la propaganda rusa. El párrafo afirma que
el régimen de Putin no puede ofrecer a la sociedad rusa ninguna salida a la crisis actual. No tendrá tampoco esa salida en el futuro. Todas las actividades militares y políticas del régimen de Putin solo contribuirán a la escalada del imperialismo occidental y al deterioro de las condiciones para la clase obrera rusa, ucraniana y mundial.
El SBU tampoco citó los párrafos 19 y 20, que advertían premonitoriamente de la catástrofe a la que podía conducir la guerra.
19. Las perspectivas para la guerra actual, cuando se piensan dentro del marco del sistema capitalista, son muy desalentadoras. Primero, esta guerra tomará un carácter a largo plazo y no solo se librará entre Ucrania y Rusia. Es el primer paso para inflamar la situación mundial hasta el punto en que la amenaza de una tercera guerra mundial sea simplemente inevitable. Todos los países del mundo participarán en la futura guerra.
20. En segundo lugar, la naturaleza de la guerra será determinada por las políticas de las clases dominantes, que ahora se encuentran en una posición abiertamente antihumana. Las clases dominantes se están moviendo imprudentemente hacia el uso de armas nucleares en el conflicto, creando así la posibilidad real de un Armagedón nuclear. El espectro de la destrucción planetaria surge de las políticas insanas de los gobiernos imperialistas y capitalistas. La imprudencia de la élite capitalista dominante obliga a los jóvenes a preguntarse si se les permitirá tener algún futuro.
El SBU cita específicamente este documento como prueba de la actividad traicionera de Bogdan Syrotiuk. Pero el texto de este documento refuta concluyentemente la acusación de que Bogdan y el JGBL están promoviendo un relato pro-Putin.
Además, y lo más decisivo, el régimen ucraniano no presenta ni una pizca de pruebas para sustentar su absurda y mentirosa afirmación de que el World Socialist Web Site es una “agencia de propaganda e información rusa”. Mediante esta sucia calumnia, el régimen de Zelenski delata –a pesar de la guerra en curso con Rusia— la influencia persistente del odio rabioso del estalinismo hacia el trotskismo. Al igual que en Rusia, la transferencia de poder en Ucrania de burócratas estalinistas a los oligarcas capitalistas no ha requerido ningún cambio en la metodología de la policía política. Las mismas técnicas de mentiras y calumnia, utilizadas por el régimen estalinista contra los trotskistas en la época de los Juicios de Moscú y el terror de 1936-39, siguen vigentes en Kiev.
Bogdan Syrotiuk ha sido acusado de traición y se enfrenta a la amenaza de ser condenado a cadena perpetua, lo que equivale a una pena de muerte. Pero las acusaciones contra Bogdan se basan enteramente en artículos y discursos que ha publicado en el World Socialist Web Site, en los que ha declarado su oposición, como socialista internacionalista, a los regímenes capitalistas de Zelenski y Putin y a la guerra en curso que se ha cobrado cientos de miles de vidas ucranianas y rusas.
El SBU acusa a Bogdan de difundir en sus discursos y escritos publicados en el WSWS, “que son accesibles a todo el mundo, incluidos los ciudadanos de Ucrania”, información que expone el carácter reaccionario del régimen ucraniano y de la guerra.
El SBU declara que las “acciones criminales de Bogdan fueron detenidas solo gracias a la intervención de las fuerzas de seguridad del Estado”. Qué devastadora autoexposición de las afirmaciones de que la guerra por delegación de EE.UU. y la OTAN se libra para defender la democracia en Ucrania.
La realidad es que Ucrania es una dictadura fascistizante, que aplica métodos policiales para sofocar la expresión de la oposición popular a las políticas que han traído un sufrimiento y muerte incalculables al pueblo.
La detención de Bogdan Syrotiuk se produce precisamente en un momento de creciente oposición popular al régimen de Zelenski. El 18 de mayo entra en vigor una nueva ley de movilización sumamente impopular que ampliará enormemente la red de reclutamiento de militares ucranianos. Incluso el New York Times ha expresado sus dudas sobre la capacidad de Zelenski “para encontrar nuevas tropas que alivien a una fuerza cansada y a menudo desmoralizada”.
En un artículo publicado en el World Socialist Web Site el 30 de abril, Maxim Goldarb, un socialista ucraniano perseguido por el régimen de Zelenski, informaba: “Cada vez son más los ucranianos que tratan desesperadamente de huir del país, que no están dispuestos a morir por los egoístas propósitos de otros”.
Y añadió:
No es la minoría rica, sino la mayoría pobre –compuesta por desempleados, obreros, campesinos, maestros, médicos, oficinistas— la que será enviada a la sangrienta picadora de carne. Ahora, con la adopción de la nueva ley, el número de hombres privados de los derechos humanos básicos, que serán capturados y cazados como animales y enviados al frente, se incrementará muchas veces.
Las ganancias de los que lucran de esta guerra también se incrementarán … Estos enormes beneficios se repartirán entre el complejo militar-industrial, sus grupos de presión en el establishment estadounidense y europeo, y la cúpula oligárquica ucraniana.
La vida de Bogdan Syrotiuk corre peligro. En el ambiente de terror que existe en Ucrania, se le priva de todos los medios para defenderse. Los esfuerzos por obtener una representación legal competente han sido socavados por las amenazas del Gobierno contra los abogados defensores. No menos de cinco abogados han rechazado representar a Bogdan porque hacerlo los expondría a un peligro físico significativo.
La importancia de la lucha para defender a Bogdan y garantizar su libertad va más allá de Ucrania. Su encarcelamiento es un ejemplo más del creciente asalto internacional a los derechos democráticos a medida que el imperialismo intensifica sus operaciones militares en todo el mundo. La conspiración política para destruir a Julian Assange puso en marcha un proceso que repercute en todo el mundo.
Los que se oponen y denuncian los crímenes de los regímenes imperialistas son perseguidos por el Estado. El ataque a los derechos democráticos básicos –ante todo, la libertad de pensamiento y de expresión— siempre se justifica sobre la base de mentiras.
Los opositores a la guerra genocida de Israel contra los gazatíes son denunciados como antisemitas, incluso cuando los manifestantes son judíos. La acusación de Bogdan Syrotiuk como agente de Rusia por oponerse a la guerra por delegación en Ucrania, emplea el mismo método de mentira.
La verdadera razón de la detención y persecución de Bogdan Syrotiuk es que lucha por la unidad de la clase obrera ucraniana, rusa e internacional contra las élites capitalistas dominantes de todos los países. Como explicó tan elocuentemente el camarada Andrei Ritsky de la sección rusa de la Joven Guardia Bolchevique-Leninista, en un discurso pronunciado en la celebración del Primero de Mayo de 2024 por el Comité Internacional:
El único “crimen” que Bogdan cometió fue su convicción de que Ucrania solo puede llegar a ser verdaderamente libre a través de la lucha independiente de la clase obrera ucraniana, junto con la clase obrera internacional, contra el imperialismo y la guerra. Defendió una posición política de principios basada en una concepción marxista de la guerra, opuesta al culto fanático del nacionalismo ucraniano así como al nacionalismo reaccionario ruso del régimen de Putin. Como todo nuestro movimiento, ha luchado por la unificación de los trabajadores de Rusia y Ucrania con los trabajadores de los países imperialistas, para poner fin a una guerra fratricida que se ha cobrado la vida de al menos medio millón de ucranianos y decenas de miles de rusos.
Concluyó su intervención con una declaración sobre la perspectiva fundamental que subyace el trabajo de la Cuarta Internacional:
Ningún régimen burgués es capaz de resolver la crisis fuera de los métodos de guerra y destrucción, porque iría en contra de sus intereses capitalistas fundamentales. Las contradicciones del capitalismo no pueden resolverse dentro de las fronteras nacionales ni sobre la base de una defensa de la propiedad privada. Solo la clase obrera internacional armada con el programa de la revolución socialista mundial podrá poner fin a las guerras y resolver la crisis de fondo. Para ello, sin embargo, debe luchar por la unidad con sus hermanos y hermanas de todo el mundo.
El Comité Internacional de la Cuarta Internacional llama a una campaña mundial para exigir la liberación inmediata de Bogdan Syrotiuk de la cárcel. La lucha por la libertad de Bogdan debe ser asumida por los trabajadores, los estudiantes y todos aquellos que están comprometidos con la defensa de los derechos democráticos y se oponen a la escalada de las guerras imperialistas que, a menos que se detengan, amenazan a la humanidad con una catástrofe nuclear.
Únete a la lucha por liberar a Bogdan. Difunde esta declaración lo más ampliamente posible en las redes sociales. Comunica este caso a compañeros de trabajo, estudiantes y amigos. Para firmar una petición exigiendo la liberación de Bogdan, contribuir con fondos a la campaña de defensa y participar personalmente en la lucha por su libertad, visita wsws.org/freebogdan.
Fuente: https://www.wsws.org/es/articles/2024/05/19/pers-m19.html
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