El Gobierno restablecerá los controles fronterizos para «luchar contra la inmigración»
Dinamarca irrumpió ayer con estrépito en el debate sobre la seguridad fronteriza que desde el mes pasado monopoliza los pasillos de la UE. Un acuerdo de la coalición de liberales y conservadores con el Partido del Pueblo Danés (de extrema derecha), hecho público ayer, pretende resucitar los controles a los viajeros que lleguen al país desde Alemania y Suecia.
El pacto está destinado a luchar contra la inmigración irregular y el crimen organizado y entrará en vigor «en las próximas semanas» , anunció el ministro de Economía, Hjort Frederiksen. De entrar en vigor, abriría una grieta, quizás irreversible, en el Tratado Schengen, que desde 1995 garantiza la libertad de movimiento en Europa y que cuenta con 25 países miembros, entre ellos Dinamarca.
La decisión sorprendió en Bruselas, donde los 27 embajadores de los Gobiernos de la UE terminaban una reunión preparatoria del Consejo de Ministros de Interior de hoy. En la agenda figura la propuesta de flexibilizar el acuerdo Schengen para permitir los controles fronterizos más frecuentes, como habían pedido Francia e Italia. «Nadie contaba con esto», aseguró ayer a última hora uno de los participantes. La Comisión Europea, por su parte, aseguró que «pedirá inmediatamente una aclaración» a Copenhague, en palabras de Marcin Grabiec, portavoz comunitario de Interior. «La Comisión no puede y no aceptará ningún paso atrás» en la legislación comunitaria sobre el movimiento de bienes y personas.
Dinamarca presentó el acuerdo basándose en una cláusula dentro de su adhesión al área Schengen que le da cierta flexibilidad para luchar contra el crimen organizado. Por eso, el Gobierno confía en que se ajustará al acuerdo en vigor. «En los últimos años hemos visto un incremento del crimen transfronterizo», aseguró el ministro de Economía, anunciando la construcción de edificios de control equipados con material electrónico e identificadores de matrículas. «Dinamarca debe ser un país seguro y haremos todo lo posible para combatir el crimen que viene de fuera» , añadió el ministro de Justicia, Lars Barfoed. El acuerdo fue celebrado como una victoria por el Partido del Pueblo Danés, que aseguró llevar años trabajando en ello. Su formación, que no está en el Gobierno, es el sostén de la coalición conservadora y liberal.
Muchos observadores ven en este nuevo jaque a la libre circulación una nueva victoria de la extrema derecha, como reacción a los miles de inmigrantes irregulares que han llegado a Europa desde el norte de África. La afluencia de personas que huyen del conflicto en Libia llevó a Italia a pedir ayuda a la UE y a concederles visados temporales. Francia, que temía que se desplazasen a su territorio, instauró un control fronterizo sorpresa. Tras un acuerdo entre Silvio Berlusconi y Nicolas Sarkozy, Bruselas presentó una reforma de las reglas de Schengen para facilitar la reinplantación de fronteras, «pero sólo en casos muy específicos y de manera siempre temporal» , recuerda Grabiec.
El Tratado de Schengen permite llevar a cabo controles, pero siempre que sean temporales y motivados por una amenaza para el orden público o la seguridad nacional. Según un diplomático comunitario, «la inmigración ilegal y el crimen organizado no justifican un control prolongado». Ante eso, Dinamarca tiene dos opciones, explica: «O salirse de Schengen o responder al problema a través de otras políticas». No hay precedentes de países que, estando dentro del acuerdo, pretendan violar su espíritu de manera tan clara. La evaluación de los planes de Dinamarca tendrá en cuenta si los controles son aleatorios y si se ajustan a una amenaza concreta, según las mismas fuentes.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, descartó que España vaya a reinstaurar sus fronteras con los países europeos vecinos. Según él, es «muy malo» que los países de la UE tomen medidas «de uno en uno» para blindarse ante la inmigración irregular procedente del norte de África. «No podemos aplaudir los cambios que se producen en el Norte de África por la mañana y cerrar los ojos por la tarde a las consecuencias de estos cambios», aseguró el vicepresidente, informa Efe. El Gobierno es contrario a la reforma del acuerdo Schengen de libre circulación que se debate hoy en Bruselas a petición de Italia y Francia. Rubalcaba criticó al cierre de puertas con el que la UE parece estar respondiendo a las revoluciones democráticas de Túnez, Egipto y Libia y recordó que Europa «siempre ha sido tierra de asilo».
Fuente: http://www.publico.es/internacional/375658/dinamarca-dinamita-la-libertad-de-movimientos-en-europa