En el otoño boreal pasado, el estado danés condenó a seis activistas por la venta de camisetas en beneficio de las FARC y el Frente Popular para la Liberación de Palestina FPLP. El juicio causó gran conmoción no sólo en Dinamarca, sino también en Colombia e Israel. Los activistas apelaron la decisión y mañana comienza […]
En el otoño boreal pasado, el estado danés condenó a seis activistas por la venta de camisetas en beneficio de las FARC y el Frente Popular para la Liberación de Palestina FPLP. El juicio causó gran conmoción no sólo en Dinamarca, sino también en Colombia e Israel. Los activistas apelaron la decisión y mañana comienza el jucio en la corte suprema. El fallo puede significar un golpe mortal a la «lista de organizaciones terroristas» de la Unión Europea o bien un atropello más a la democracia y la solidaridad.
A inicios del 2006, el grupo comenzó a vender camisetas con los logotipos de las FARC y el FPLP. Cientos de personas en todo el mundo encargaron las prendas a través de la internet. El dinero recaudado iba a ser enviado a una estación de radio de las FARC en Colombia y a un taller para la elaboración de pancartas del FPLP en Palestina.
La idea era la de desafiar la legislación antiterrorista de la UE que clasifica como terrorismo la resistencia contra la ocupación y la rebelión contra los gobiernos ilegítimos. Además, éstas leyes criminalizan todo tipo de solidaridad con los movimientos de liberación nacional en el mundo.
Al poco tiempo, los activistas fueron acusados de «apoyo al terrorismo». El grupo, que lleva el nombre de Fighters and Lovers («Guerreros y Amantes») fué absuelto por un tribunal de primera instancia a finales de 2007, pero el fallo fué apelado por el estado danés por presiones de la UE y Colombia, cuyo ministro de relaciones exteriores Jaime Bermúdez prometió que el gobierno colombiano libraría una «guerra diplomática» en Dinamarca a fin de obtener una condena contra el grupo.
El nuevo juicio comenzó el 3 de septiembre del año pasado y el fallo del tribunal de apelaciones llegó el 18 del mismo mes. Los activistas Mikael Schølardt y Ulrik S. Kohl fueron condenados a 6 meses de prisión mientras que otros cuatro miembros del grupo recibieron penas de libertad condicional. Un vendedor de salchichas que prestó su puesto para la venta de las camisetas fué absuelto por lo jueces. Al mismo tiempo, el tribunal decidió confiscar casi 25 000 coronas danesas que Guerreros y Amantes había recolectado por la venta de las prendas.
En ambos juicios, la defensa del grupo probó con contundencia que la ocupación israelí de Palestina es ilegal y que el gobierno de Álvaro Uribe Vélez en Colombia no es un sistema democrático. Por ejemplo, durante el juicio último, los jueces decidieron no tomar en cuenta el material presentado por el gobierno colombiano dado que encontraron buenas razones para sospechar que la información contenida en el mismo había sido obtenida por medio de la tortura.
Pero se trataba de un juicio político, con Bush, Cheney y Rice todavía llevando el timón de la Casa Blanca. El próximo fallo de la Corte Suprema puede ser un signo de si va a haber algún tipo de «cambio» con Obama en la presidencia o no.
– El caso de las camisetas es importante para mí ya que se trata del derecho a la solidaridad, así como de hacerle frente a una «guerra contra el terrorismo» que pone patas arriba lo que es justo y lo que no lo es. Las cosas no van a cambiar solas, escribe el activista Ulrik S. Kohl en una carta dirigida a sus amigos y familiares el día antes del juicio.
Al periódico Nordjyske.dk le dijo el martes acerca del riesgo de perder en la corte suprema:
– Claro que sería triste. No es divertido estar en la cárcel, y yo también creo que eso influiría negativamente en el clima político. Pero, por otro lado, si la corte suprema nos declara inocentes, eso implicaría un gran espaldarazo para la democracia.