Desde el inicio de 2009, los habitantes de cinco pueblitos ubicados en la región de Basilicata, en el sur de Italia, están muy atentos a la llegada de la cigüeña.
El motivo es que hay una recompensa de casi US$2.000 para los padres de bebés nacidos en el curso de este año.
Eso si, la condición esencial para obtener este premio es bautizar a los niños con el nombre de Benito y a las niñas con el nombre de Rachele. Nombres estos que, por recordar al líder del fascismo, Benito Mussolini, y a su esposa, han caído en desuso.
La propuesta está dirigida a los residentes de San Paolo Albese (329 habitantes), Calvera (468), Cersosimo (757), Carbone (750) y Fardella (765 – este dato es del 2001) todas localidades de la provincia de Potenza que, como otros tantos pueblos y ciudades de Italia, sufren el fenómeno del bajo crecimiento demográfico como un verdadero estigma.
El promotor de la iniciativa es Vincenzo Mancusi de 48 años, secretario regional para Basilicata del partido Movimiento Social Fiamma-Tricolore, que -al decir de sus dirigentes- es el heredero natural del fascismo italiano.
«No es una propuesta provocadora»
«Aunque algunos han querido interpretarlo así, la nuestra no es una propuesta provocadora -nos dijo Mancusi- la intención es incentivar a las autoridades regionales, provinciales y municipales para que se ocupen de este grave problema».
Mancusi le dijo a BBC Mundo que una de las condiciones para recibir la recompensa es que al menos uno de los padres sea italiano.
«Y no es que se trate de racismo, nosotros no somos racistas», aclaró.
Al hacerle notar que fue justamente bajo el régimen fascista que en Italia se promulgaron las así llamadas Leyes Raciales, Mancusi reconoció que «uno de los pequeños errores de Mussolini ha sido justamente ese».
«Pero nosotros miramos hacia adelante. Es importante aclarar que no somos un partido de extrema derecha, la nuestra es una derecha ‘efervescente’. La extrema derecha no existe más».
¿Y por qué Rachele, esposa de Mussolini, y no Claretta, amante fusilada junto a él? «Es que si tuviéramos que alargar la lista en ese sentido, iríamos al infinito, porque el Duce tuvo muchísimas amantes» dijo Mancusi.
Para Guissepe Libertella, alcalde de Calvera, la oferta no es más que una maniobra de propaganda «porque difícilmente alguno de los vecinos que conozco vincularía el nombre de su hijo a ese periodo histórico».
Además, agregó Libertella, «la oferta parece haber sido realizada con un ojo muy atento al propio bolsillo, pues en los cinco municipios elegidos la tasa de natalidad es prácticamente cero».