No cabe duda que Martin Vizcarra es una persona que tiene reflejos políticos. Esto es lo que explica que el ex presidente regional de Moquegua haya sobrevivido a la arremetida golpista de la clique fujiaprista y hoy sea uno de los presidentes más populares de la historia. Y en efecto, el cierre del Congreso, en una especie de golpe de estado soft, lo encumbró a la popularidad con cerca del 90% de apoyo social.
No obstante, la pandemia del Covid-19 y el colapso del sistema sanitario (al que él coadyuvó al recortarle presupuesto), le está pasando factura. La encuestadora CIT, contratada por el opositor diario Expreso (25/04/20), señala que el 55% de la población no cree que la cuarentena haya sido efectiva, el 84% no cree que el bono de 380 soles haya llegado a las personas vulnerables, el 64% no cuenta con economía para seguir en cuarentena, el 56% no cree que las pruebas rápidas sean efectivas, y más del 50% rechazan la labor de ESSALUD y el MINSA.
Esto se debe a que, poco a poco, la falta de un plan integral para enfrentar la pandemia, la corrupción en las compras de utensilios de salud, la represión o desidia con las demandas del personal de salud, las mentiras respecto al avance de la lucha contra el covid-19 y la sumisión a la CONFIEP, han venido erosionando la corona de líder bonapartizante que le había dado el escenario anterior de guerra política contra la corrupción fujiaprista y de reformas democrático burguesas (ninguna tomó en cuenta la salud de los peruanos).
Y es que a pesar que la responsable del Comando de Emergencia contra el COVID-19, Pilar Mazetti, declaró que la cantidad de “contagiados podía llegar a los 5000” (Exitosa, 07/04/20), a un mes y medio de la cuarentena, vamos por los 28,699 casos positivos y 782 fallecidos. Mazetti, dijo que «teníamos 504 camas de UCI con los respectivos ventiladores» (Canal N, 05/04/20), y Vizcarra dijo que teníamos 140 camas UCI (Andina.pe), pero la realidad, según el Colegio Médico Peruano (CMP), es que solo tenemos 100 camas UCI disponibles (Gestión, 21/04/20).¿A quién le cree Ud.? Pues, el CMP parece más objetivo.
Así las cosas, en medio de un nuevo escenario de “desborde de la crisis sanitaria y social”, con muertos y motines en los penales, con miles de pobladores que migran a sus regiones de origen sin pagar las multas impuestas por el gobierno, un bono que no ha llegado a la mayoría social, policías que no quieren salir a imponer el orden burgués por temor a morir (van 17 oficialmente), o contagiarse (1300, aunque otros hablan de más de 2000), expectativa popular porque el gobierno apruebe la Ley de retiro del 25% de la cuenta de los afiliados a las AFPs, y una tendencia de la población vulnerable a salir a la calle para ganarse el pan y la leche, sin respetar la cuarentena a la carta del gobierno populista, pues, al parecer, la Administración Vizcarra, vuelve a apelar a la estrategia distraccionista de “disparen al pueblo” para echarle la culpa a éste de la bancarrota política del gobierno respecto a la lucha contra la pandemia.
“Ayer hemos visto una cola que no respetaba la distancia mínima para comprar cervezas. Personas con tres, cuatro, seis cajas de cervezas, en cola, cuando estamos en pleno estado de emergencia, cuando estamos con el aumento de casos. ¿Existen todavía familias que no tienen real consciencia de la magnitud del problema que tenemos el país?”, declaró el mandatario y ex funcionario del gobierno del finado Alan García (El Popular, 27/04/20).
Casualidades da la vida dice la canción. Y seguro que Vizcarra, el político, está “bailando”.
César Zelada. Director de la revista La Abeja (teoría, análisis y debate).