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EEUU quiere hacer de cita de la CELAC en Ecuador una Cumbre borrascosa

Fuentes: Rebelión

Estados Unidos anda envenenando el ambiente en la Patria Grande para hacer de la IV cita de mandatarios de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), a celebrarse en Quito, Ecuador, una Cumbre borrascosa, contraria a las anteriores reuniones de esa pacifica e integradora organización. El águila imperial sobrevuela desde el Río Bravo hasta […]

Estados Unidos anda envenenando el ambiente en la Patria Grande para hacer de la IV cita de mandatarios de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), a celebrarse en Quito, Ecuador, una Cumbre borrascosa, contraria a las anteriores reuniones de esa pacifica e integradora organización.

El águila imperial sobrevuela desde el Río Bravo hasta la Patagonia con sus garras afiladas promoviendo la discordia, con el objetivo de que en el cónclave de Quito, el venidero día 27 de enero, predomine el enfrentamiento sobre el dialogo entre los máximos representantes de los 33 países que conforman la CELAC.

Washington pretende que las desavenencias se exacerben alrededor de Venezuela, el principal objetivo del Pentágono en Nuestra América, y la ficha clave que desea derribar a toda costa para crear el denominado efecto dominó que trunque todos los procesos progresistas en la región.

Evidentemente la administración norteamericana y su engranaje subversivo cuenta en la actualidad con nuevos «fieles aliados» como el flamante presidente de Argentina, Mauricio Macri, quien ya en la reciente Cumbre del MECOSUR de Paraguay la emprendió con la Revolución Bolivariana, por supuesto, sin éxito alguno.

Pero no es descartable que Macri vuelva a hacer de las suyas, por órdenes expresas de Washington, y esta vez con el apoyo de otros gobernantes, especialmente de Sudamérica, que coquetean a menudo con el régimen estadounidense, y se prestan para atentar contra Venezuela.

No es un secreto que al águila imperial del norte brutal y revuelto le agrade para nada la CELAC, ni otras organizaciones regionales autóctonas que abogan por la unidad, la solidaridad, la cooperación, el dialogo, y la convivencia pacífica entre naciones y pueblos hermanos.

Es bien conocido también que Washington estimula otro tipo de denominadas «alianzas», que son favorables a sus intereses de dominación en la Patria Grande, y que tienen como precepto el neoliberalismo duro y puro, y de facto la defensa a ultranza de los poderosos emporios transnacionales, en detrimento de los más desposeídos.

Ese es precisamente el proyecto que tiene diseñado Estados Unidos imponer nuevamente en Latinoamérica y el Caribe, y si para materializarlo es necesario generar enfrentamientos, violencia y derrocar a presidentes, pues vale incitar las tres cosas al mismo tiempo.

Ello ha hecho el Pentágono en Venezuela, Brasil, Ecuador, Bolivia y El Salvador, entre otros países, apoyándose en una derecha recalcitrante regional, siempre sumisa a los «magnánimos» poderes norteamericanos y europeos.

La CELAC tiene ante sí hoy un escenario diferente, más complejo que antes, dado el «cambio» a lo Macri en la correlación de fuerzas en la Patria Grande, tras el triunfo del conservadurismo en las elecciones presidenciales argentinas, y parlamentarias venezolanas.

Precisamente el presidente de Bolivia, Evo Morales, llamó hace pocas horas a los 33 miembros de la CELAC a cuidar la paz social en América Latina y el Caribe, y evitar enfrentamientos entre las naciones vecinas, en un indudable mensaje de coexistencia pacífica que lleva implícito otras claras recomendaciones.

No hay duda alguna que Washington desea que la cercana cita de Ecuador se convierta en una Cumbre borrascosa, lo que hay que evitar de cualquier manera, sin dejar de decir las verdades y denunciar los atropellos y las agresiones que se escenifican actualmente en Nuestra América.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.