Un año y medio después del siniestro acuerdo entre la Unión Europea y Turquía que llevó al incremento de la construcción de campos atroces e inhabitables en Grecia y Turquía, los dirigentes del continente más rico del planeta están por volver a empezar peor. Esta vez es del lado africano que se está preparando el […]
Un año y medio después del siniestro acuerdo entre la Unión Europea y Turquía que llevó al incremento de la construcción de campos atroces e inhabitables en Grecia y Turquía, los dirigentes del continente más rico del planeta están por volver a empezar peor.
Esta vez es del lado africano que se está preparando el proyecto de «Europa fortaleza» en colaboración con el régimen títere libio y con la iniciativa del presidente francés, a cambio de enormes medios militares y una cantidad de dinero que podría ser tres veces superior a los seis billones de dólares regalados al dictador Erdogan en 2016.
Para este acuerdo, los buques militares italianos aumentan sus patrullajes hacia el Sur y Libia acaba de desplazar unilateralmente el límite de sus aguas territoriales de 12 a 70 millas náuticas. En paralelo, las autoridades italianas embargaron el barco de rescate de una ONG y han detenido a sus responsables, mientras que, a algunos cientos kilómetros más al sur, los guardacostas libios dispararon con municiones cargadas a otro barco de rescate, frente a las costas de Zaouara.
Al mismo tiempo, una expedición de militantes fascistas circulan libremente en el Mediterráneo, enfrentándose a los únicos obstáculos que nosotros, antifascistas, les impedimos provocándoles problemas, miedos, cancelaciones, huidas, cambios de rumbo, fallos mecánicos y además de ridiculizarlos.
Varios responsables de ese buque anti-migrantes inesperadamente fueron liberados de su detención en el norte de Chipre, territorio bajo el control de Erdogan, cuando las acusaciones eran graves y se estaban prolongando las instrucciones. Al contrario, los solicitantes de asilo tamiles, quienes eran acusados de estafa, fueron expulsado hacia Sri Lanka. Después, a pesar de sus discursos xenófobos, sus amenazas explícitas y el no-respeto de la reglamentación marítima, los milicianos fascistas de Defend Europe nunca fueron intervenidos por las autoridades quienes dejaron llevar a cabo sus proyectos. Varios ministros de la Unión Europa expresaron amables palabras acerca de ellos y el Ministro del Interior austríaco fue hasta felicitarlos.
Frente a esa violencia, los buques de las ONG están, poco a poco, abandonando apenados la principal zona de búsqueda y de rescate, dejando las embarcaciones de migrantes en manos de los fascistas europeos y guardacostas libios famosos por sus prácticas de chantaje, tortura y secuestros. En vista de los millares de muertos estos últimos meses (más de 2200 desde Enero y 4500 el año pasado) a pesar de la presencia de los barcos de rescate, es difícil imaginar la catástrofe humanitaria preparándose para ver a decenas de miles de personas huyendo, sin parar, la guerra, la miseria y la represión.
En efecto, nada parará las migraciones humanas hasta que la justicia y la igualdad no se haya realmente establecido en este mundo. Nada desalentará a las familias huyendo de la guerra o la miseria hasta que el neo-colonialismo europeo siga transformando a África en un campo de ruinas. Nada hará retroceder a los oponentes políticos y las minorías étnicas o religiosas quienes se escapan de las persecuciones en el silencio cómplice de los dirigentes occidentales. Nada es más espantoso para poblaciones enteras, principalmente niños y mujeres, que ser golpeadas, violadas, obligadas a trabajar en ejércitos o en campos de trabajo (numerosos casos fueron demostrados por varios informes). Y sobre todo, nada puede ocultar que la historia de la humanidad fue construida por viajes, odiseas y migraciones.
¿Hasta cuando Europa seguirá construyendo paredes y cortinas de hierro?
En todos sus puntos, el acuerdo que se prepara entre la Unión Europa y Libia es un crimen de lesa humanidad. Tanto por las personas, quienes tendrán dificultades para huir de una vida insoportable, como por las que se marcharon de todos modos pero que morirán en el trayecto porqué será más difícil y peligroso de lo que es.
Estas últimas semanas hicimos lo imposible para impedir, o por lo menos atrasar, el buque de los milicianos fascistas en su proyecto de perjudicar a los rescates en mar de nuestros hermanos y hermanas.
Pero frente a estas grandes potencias estableciéndose ante nuestros ojos, en ambos lados, detrás de la agitación grotesca de marinos de aguas dulces, el trabajo se volvió más complicado.
Por eso, los alertamos con este informe, porque es nuestra responsabilidad de quienes estamos en Europa o en África, de oponerse contra esta nueva pared entre nosotros.
Una pared de sangre y de lágrimas.
La pared es demasiado.
En contra de esa pared y quienes reinan destilando el miedo e intentando dividirnos, movilizándonos, todas y todos, de ambos lados del Mediterráneo, de París a Túnez, de Trípoli a Roma, y más allá.
¡La lucha sigue en contra de las milicias fascistas en el Mediterráneo y en contra de la «Europa fortaleza»!
La red DEFEND MEDITERRANEA está compuesta de compañeros/as antifascistas, antiracistas y solidarios del Mediterráneo quienes participaron al bloqueo del buque C-Star en Suez, luego en Chipre y quienes les impidieron hacer escala en Creta, Sicilia y Túnez.
Fuente original: http://www.anarkismo.net/artic