“Somos resistencia pura porque tuvimos que construir desde la propia base el proyecto político más importante de este siglo, por tal razón aquí está su servidora, que los lleva en el alma como ustedes, estoy segura, llevan en el alma a la Resistencia. Los llevo en el alma porque hemos construido juntos este proceso de Refundación.”
Rixi Moncada precandidata presidencial del izquierdista partido Libre de Honduras.
Los movimientos políticos de izquierda emergidos desde las estructuras organizativas del Partido Libertad y Refundación (Libre), mantienen una fortaleza de apoyo entrelazada bajo la dirección que los está encaminando nuevamente al triunfo electoral, que obtuvieron desde la resistencia popular hondureña, cuando protestaron contra la dictadura impuesta desde Washington a partir de la asonada castrense del año 2009 hasta el 2022, año en que tomó posesión el gobierno del socialismo democrático y que en el presente todos están uniendo fuerzas para llevar a la silla presidencial a la segunda mujer presidenta, cuya responsabilidad militante ha asumido enérgicamente la reconocida jurista hondureña, Rixi Moncada.
Como exfuncionaria pública, la también profesora de educación básica, Rixi Moncada, ha sonado en los medios de comunicación como un fenómeno político que no es del agrado de la clase burguesa de Honduras, ya que su conservadurismo extremo no está acostumbrada al discurso progresista que difunde la precandidata presidencial, Moncada, quien mantiene posturas liberales en cuanto a la administración de la economía hondureña, impulsando una ley que permita hacer justicia tributaria para que los ricos de su país, paguen impuestos.
Durante los 12 años de gobiernos de facto en Honduras se aprobaron 40 decretos que aunaron al libertinaje económico y a un sistema financiero cleptócrata que fue promovido desde el oscurantismo de un reducido, pero poderoso grupo de familias que mantienen el control oligopólico de la banca nacional, las comunicaciones de telefonía móvil, tecnología, medios de comunicación, la energía térmica, entre otras fuentes de ingresos que los hace más acaudalados económicamente, provocando una enorme frontera entre las grandes mayorías empobrecidas por las políticas burguesas de corte neoliberal.
Libertinaje económico
Es evidente el fracaso de este sistema económico que solo ha potenciado los intereses de una oligarquía que está acostumbrada a la instrumentalización del poder con cada gobierno que llega a la Casa Presidencial; sin embargo, con el histórico triunfo del único partido de izquierda de este país, es decir Libre, ha promovido emblemáticos líderes que motivan la puesta en marcha de un sistema económico más justo y equitativo en la distribución de la riqueza, como es el caso de la precandidata presidencial, Rixi Moncada, quien desde el mes de enero de 2024 está conociendo personalmente la realidad de los hondureños que habitan en las zonas rurales y productivas de la nación, mediante conversatorios políticos a los que es invitada.
Parte de las injusticias financieras que fueron creadas durante los 12 años y 7 meses de dictadura que terminó ligada con el tráfico de drogas, se crearon 6 regímenes nuevos de exoneraciones a las grandes empresas, como las alianzas público-privada o las Zonas de Empleo de Desarrollo Económico (ZEDE), también se crearon y ampliaron 11 beneficios fiscales en los regímenes de exoneraciones existentes, como la ampliación a 49 años para la Zona Libre Industrial (ZOLI).
Sumado a todas estas políticas de libertinaje económico, también se diseñaron las cláusulas de estabilidad fiscal que impiden al Estado cobrar nuevos impuestos a las alianzas público-privada, mediante la aprobación de 25 decretos para perdonar deudas tributarias a las grandes empresas por casi toda la década de 2010 a 2020, a su vez, con el código tributario del año 2017 se cambió el principio de renta mundial a territorial para permitir que apenas 503 personas y empresas no pagaran impuestos por ingresos del exterior y se instauró el secreto bancario para evitar la fiscalización de grandes capitales, pero al mismo tiempo se crearon 14 nuevos impuestos para cobrar a los más pobres.
Esta información oficial brindada por el Servicio de Administración de Rentas (SAR), también fue denunciado por la valiente política Rixi Moncada, cuya aspiración presidencial es motivada en la búsqueda de la justicia tributaria, ya que es del criterio que los que más ganan, más deben pagar impuestos, por tal motivo en su reciente discurso en el municipio de Sensenti en el occidente de Honduras manifestó que; “Desde Sensenti le decimos al familión que no tributa al Estado, que pague impuestos, a ese familión de esas 10 empresas que han tenido de rodillas este país le decimos: queremos que se apruebe la ley de justicia tributaria”.
Valor justicia
Además, la precandidata presidencial, Rixi Moncada, agregó que; “Al familión que no paga impuestos: queremos que se apruebe la justicia tributaria para que los 60 mil millones que reciben al año en exoneraciones y exenciones se puedan destinar a la obra pública, se puedan destinar a los pequeños y medianos productores y agricultores que cultivan con sacrificio y que han sido abandonados por más de una década”.
“Importa luchar por el valor justicia, y el valor justicia implica que todos, absolutamente todos paguemos impuestos, por las ganancias que recibimos o por las ganancias que tenemos”, expresó con vehemencia en medio del júbilo ensordecedor de la gran marea rojo y negro que caracteriza los conversatorios políticos a los que es invitada la precandidata presidencial, Rixi Moncada.
El alma triunfadora del partido político Libertad y Refundación en Honduras se manifiesta en la popular lideresa política y aspirante presidencial, Rixi Moncada, quien promueve la continuación de la ideología humanista y democrática del socialismo democrático que actualmente ha logrado situar a Honduras como una nación progresista que la ha hecho recuperar la credibilidad internacional con su presidenta, Xiomara Castro. Indudablemente la izquierda hondureña está en ascenso y es una fuerza arrolladora e indetenible.
Ronnie Ezequiel Huete Salgado es licenciado en periodismo con Maestría en Cooperación al Desarrollo y actualmente es pasante de una segunda licenciatura en sociología. Estuvo exiliado durante cinco años en los Estados Unidos de América y ha vivido en Europa y Sudamérica.
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