Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
El embajador israelí en Atenas envió tres botellas de vino a Theodoros Pangalos, diputado socialista del Parlamento griego. Pangalos devolvió las botellas con la siguiente carta:
Estimado Sr. Embajador:
Permítame agradecerle las tres botellas de vino que me ha enviado con motivo de estas fiestas. Mis mejores deseos para su familia, los miembros de su embajada y feliz año nuevo. Salud y prosperidad para todos.
Por desgracia, he sabido que el vino que usted me ha regalado se produce en los Altos de Golán. Desde los años de mi infancia siempre he sabido que uno no debe aceptar el producto de un robo, ni ser cómplice de ello. Por consiguiente, no puedo aceptar su regalo y debo devolvérselo.
Como todo el mundo sabe y según el derecho internacional y muchas decisiones de la comunidad internacional, su país sigue ocupando ilegalmente los Altos de Golán que pertenecen a Siria.
Aprovecho esta oportunidad para expresarle mi deseo de que Israel logre la seguridad dentro de las fronteras que se le reconocen y que se contengan y eviten las actividades contra su territorio, sean de Hamas o de otros; y también espero que su gobierno deje de practicar el castigo colectivo igual al que practicaron a una escala total Hitler y sus ejércitos.
Acciones como las que el ejército israelí está llevando a cabo actualmente en Gaza me recuerdan al Holocausto sufrido por los griegos de Kalavrita, Doxato, Distomo y, desde luego, al perpetrado en el Ghetto de Varsovia.
Con estos pensamientos, permítame expresarle mis mejores deseos para usted, los ciudadanos de Israel y toda la región.
Atenas, 30 de diciembre de 2008