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El candidato de ICV a las elecciones europeas, los Verdes y la Izquierda Europea

Fuentes: Rebelión

Iñigo Aduriz [IA] ha entrevistado en Público [1] a Ernest Urtasun [EU]. Lo presenta como candidato de ICV para las elecciones europeas. Sin entrar en otras consideraciones de la conversación -a título de ilustración: «me da la sensación de que la política de austeridad aplicada al mismo tiempo en todos los estados de la UE […]

Iñigo Aduriz [IA] ha entrevistado en Público [1] a Ernest Urtasun [EU]. Lo presenta como candidato de ICV para las elecciones europeas.

Sin entrar en otras consideraciones de la conversación -a título de ilustración: «me da la sensación de que la política de austeridad aplicada al mismo tiempo en todos los estados de la UE lo que ha hecho ha sido agravar la crisis y retrasar la salida» [2]-, destacando y reconociendo con la máxima alegría y el mayor acuerdo posible la apuesta del candidato por el federalismo, me gustaría referirme a un paso de la entrevista.

Lo cierto, señala el entrevistador preguntando a un tiempo, es que la izquierda vuelve a estar fragmentada. Sus candidatos para presidir la comisión son del Partido Verde Europeo -Ska Keller y José Bové-, mientras que para sus compañeros de lista de IU es Alexis Tsipras.

La respuesta de EU sigue los siguientes pasos. A nosotros, se sobreentiende ICV, «nos gustaría que hubiera una confluencia entre verdes e Izquierda unitaria». De hecho, Raúl Romeva, el actual eurodiputado de ICV en el grupo de Los Verdes pero elegido en las listas de IU, «hizo una propuesta para que hubiera un grupo único». En cualquier caso, en opinión de EU que muchos compartimos, «hubiera sido mejor que hubiéramos encontrado a un único candidato para presidir la comisión». No ha sido posible prosigue, «y en esta dicotomía entre verdes e izquierda unitaria» es para él evidente que ICV está en la familia los Verdes. No tiene dudas sobre ello, aunque «trabajamos mucho con Syriza y vemos con toda la simpatía del mundo la candidatura de Tsipras».

Como resulta obvio, una nueva pregunta que está en la mente del lector se impone. Y por qué entonces, así lo señala IA, «ICV no va con Equo en las primeras elecciones en las que una formación estatal pretende representar a la familia verde también en Europa». Elemental querido Watson.

EU responde echando, si se me permite, el balón fuera y comentando que ellos, los de ICV van a volver a proponer un grupo unitario. Difícil, admite, pero lo van a volver a intentar. De acuerdo, esperemos, conociendo muy bien el resultado.

Y qué pasará si no se consigue se le pregunta de nuevo al candidato. «En el caso de que no hubiera grupo unitario es verdad que lo más probable sería que nosotros volvamos a estar en el Grupo Verde». Nuestra voluntad como ICV «ha sido intentar ser capaces de articular una única candidatura. Pero no ha sido posible y esperamos que en próximas elecciones pueda configurarse». En las próximas, no en éstas, no en 2014. De todas formas, concluye EU sobre este tema, «tengo que decir que yo estoy contento con la lista que hemos conformado con IU. Hemos logrado hacer una candidatura abierta a movimientos, al sindicalismo y con la incorporación de Anova.»

No sé si esto último no hubiera podido mejorarse. Sea como fuere, no entremos en ello ahora.

La duda que asalta a algunos electores-ciudadanos: se vota una lista conjunta para las elecciones europeas que incorpora a ICV. Una lista, se me excusará la insistencia, que cuenta con Alexis Tsipras como candidato del Partido de la Izquierda Europea a la presidencia de la Comisión. Y ocurre, es altamente probable que ocurra según las propias declaraciones de EU, que si sale elegido (noticia más que positiva: ¡perfecto, magnífico, excelente!), nuestro joven economista y diplomático se incorporará a la lista de Los Verdes europeos, por la que, como es más que evidente, no ha sido elegido.

¿No suena raro? ¿No suena incluso un pelín contradictorio? ¿No son obvias las diferencias políticas en muchos aspectos entre uno y otro grupo parlamentario? ¿Ciudadanos/as que damos el voto a una candidatura en la que algunos de sus miembros van a intervenir en el Parlamento europeo con otros criterios, defendiendo otras políticas? ¿Se imaginan un proceso de este tipo pero a la inversa? ¿No resulta extraño-muy-extraño? ¿No habrá aquí algún cálculo de aritmética electoral en lugar destacado de la aproximación?

La izquierda europea, plural, diversa desde luego, no debería transitar por este peligroso sendero de estar unidos para desunirse al poco. Si el candidato, como es el caso, es además federalista y republicano (¡aplausos, aplausos, aplausos…!) menos aún. Se impone con urgencia, sin olvidar los límites de la intervención institucional en el Parlamento europeo, que encontremos en los disensos una base común, olvidando 40 o 50 diferencias (algunas de ellas importantes), un programa de mínimos que una a los partidarios de otra Europa popular y fraternal que no sea, en esencia, la ilustración abyecta del lado más oscuro del neoliberalismo realmente existente y que no adquiera sus señas de identidad en temáticas monetarias y crematísticas, auspiciando además locuras otánicas.

Porque, como diría Aki Kaurismäki, no es ya sólo el capitalismo, es impuro y criminal sadismo lo que se nos está imponiendo.

Notas:

[1] http://www.publico.es/politica/507654/el-gran-riesgo-de-la-ue-es-que-en-mayo-se-repita-una-gran-coalicion-entre-el-pp-y-los-socialistas

[2] Añade EU: «Otro tipo de política, como se ha visto en EEUU, ha permitido crear empleo mucho más rápido. Lo que yo veo es que esa política de la UE no ha sido sólo errónea, ha sido además deliberada. La oligarquía y la derecha han querido empezar a desmantelar parte del Estado del bienestar que existe en Europa. Algunos han visto esta crisis como una manera de desmantelar eso, y han aplicado una política suicida que ha generado una situación intolerable.» Dejando al lado el tipo de trabajo «creado» en EEUU, antiobrero en su expresión más infame, no es difícil estar de acuerdo con el comentario de EU.

Salvador López Arnal es nieto del obrero cenetista asesinado en el Camp de Bota de Barcelona en mayo de 1939 -delito: «rebelión»- José Arnal Cerezuela.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.