Tras una visita de dos semanas a numerosas prisiones del Estado francés, Alvaro Gil-Robles, comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, denunció el «espeluznante» estado de algunos de éstos. Acerca del centro de reclusión de extranjeros en los bajos del Palacio de Justicia de París afirmó que «jamás he visto uno peor». El comisario […]
Tras una visita de dos semanas a numerosas prisiones del Estado francés, Alvaro Gil-Robles, comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, denunció el «espeluznante» estado de algunos de éstos. Acerca del centro de reclusión de extranjeros en los bajos del Palacio de Justicia de París afirmó que «jamás he visto uno peor».
El comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Alvaro Gil-Robles, criticó el estado de los centros de detención franceses, algunos de los cuales tachó de «repugnantes».
Tras su visita al centro de reclusión de extranjeros en los bajos del Palacio de Justicia de París, Gil-Robles afirmó: «En toda mi vida jamás, salvo quizás en Moldavia, he visto un centro peor. Es espeluznante». «La gente se apila en un sótano en dos niveles, sin ventilación. Se pasean por un patio minúsculo y totalmente enrejado», añadió el diplomático, en una entrevista publicada ayer por el diario francés «Libération».
Tras un viaje de 16 días en el Estado francés, durante el que ha visitado cárceles y espacios de detención por todo el territorio galo, Gil-Robles formulará varias «recomendaciones» al Gobierno francés en el informe que publicará en noviembre sobre el estado de los lugares de privación de libertad en los países del Consejo de Europa.
«Estoy sorprendido por la cantidad de presos que sufren problemas siquiátricos. Son enfermos y no debe ignorarse su derecho a ser curados. Hacen falta establecimientos adecuados donde estos enfermos sean tratados dignamente», manifestó Gil-Robles, que dejará su cargo en las próximas semanas.
Gil-Robles criticó que el ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, no le recibiese argumentando problemas de agenda, pero alabó la «escucha» del ministro de Asuntos Exteriores, Philippe Douste-Blazy.
El Observatorio Internacional de Prisiones, organización francesa que investiga el estado de las cárceles, declaró ayer que el informe es «impactante pero desgraciadamente no muy sorprendente».