Nosotros no heredamos la Tierra de nuestros padres, sino que la pedimos prestada a nuestros hijos. Tribu massai INGENIERÍA CIVIL Y DESARROLLO SOSTENIBLE Los ingenieros de caminos tenemos un compromiso con el Desarrollo Sostenible. La Comisión de Medio Ambiente del Colegio hizo pública la llamada Declaración de Monfragüe, de 28 de septiembre de 2003, por […]
Nosotros no heredamos la Tierra de nuestros padres,
sino que la pedimos prestada a nuestros hijos.
Tribu massai
INGENIERÍA CIVIL Y DESARROLLO SOSTENIBLE
Los ingenieros de caminos tenemos un compromiso con el Desarrollo Sostenible.
La Comisión de Medio Ambiente del Colegio hizo pública la llamada Declaración de Monfragüe, de 28 de septiembre de 2003, por la que «desea manifestar ante la sociedad en general, y el colectivo de ingenieros de caminos, canales y puertos en particular, la necesidad de impulsar decididamente las actuaciones propias de la ingeniería civil en el camino hacia un mundo sostenible»
Formamos parte de la ECCE ( European Council of Civil Engineers) que también se ha comprometido en la Asamblea de abril de 2003 a:
· Poner nuestra actividad profesional al servicio del Desarrollo Sostenible.
· Reivindicar el método científico al valorar todos los factores implicados en las obras.
· Esforzarnos en diferenciar los criterios técnicos de los políticos.
· Incrementar nuestro celo en decisiones que pueden afectar a la conservación de los ecosistemas naturales.
· Utilizar nuestra capacidad de decisión, e influencia profesional, en beneficio del bienestar de las generaciones futuras, de todos los pueblos del mundo.
· Incrementar nuestra información sobre el territorio, los ecosistemas y sus procesos ecológicos, como base ambiental para nuestras decisiones técnicas.
· Reconocer la influencia de nuestra actividad en el Desarrollo Sostenible de Europa.
¿QUÉ SE ENTIENDE POR DESARROLLO SOSTENIBLE?
Conviene definir conceptos pues vivimos una época en la que las palabras tienen significados distintos según quien las diga. Todo el mundo habla de desarrollo sostenible porque está de moda. Por eso conviene clarificar de lo que estamos hablando.
La definición más frecuente pertenece al informe Nuestro Futuro Común (conocido como el informe Brundtland): » El desarrollo sostenible es el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades»
Todos los especialistas están de acuerdo en que tiene unas características esenciales:
· Equidad y justicia, para garantizar los derechos de los pobres y de las generaciones futuras, es decir de todos aquellos que no tienen voz y no pueden defenderse.
· Visión a largo plazo: cuando una actividad puede provocar peligros de daño al medio ambiente o a la salud humana, se deben tomar medidas preventivas, aun si no se han establecido relaciones de causa-efecto de manera científica de forma completa. Todo ello con visión de futuro y con un horizonte de al menos tres generaciones.
· Pensamiento en los sistemas, conociendo y comprendiendo las interconexiones entre el medio ambiente, la economía y la sociedad. La Tierra está formada por una multitud de subsistemas que están interconectados mediante lazos complejos de reacciones.
Hoy sabemos que las consecuencias de las actuaciones y de las decisiones tomadas en una parte del mundo nos afectan a todos: la disminución de la capa de ozono de la Antártida es producto de la emisión de gases de los países desarrollados del Norte; las crisis financieras de un país afectan a todos rápidamente…
ECOLOGÍA Y ECONOMÍA
Las dos palabras tienen el mismo prefijo: «eco», que proviene del griego oikos que significa casa, hacienda, patrimonio.
Economía, de eco y nomos, norma, es el conjunto de normas para administrar la hacienda.
Logos, es el Principio subyacente, el Verbo en el Evangelio de San Juan; la Razón ontológica de la filosofía clásica, estructura de la mente para aprehender y transformar la realidad entera del Cosmos ( con todo lo que hay en él); que tiene autonomía por contraposición a la razón técnica o capacidad de razonar, que parte de apriorismos dados y es, por tanto, heterónoma. Mientras que la Razón ontológica, el Logos, determina en primer lugar los fines y posteriormente los medios para conseguirlos , la razón técnica acepta los fines dados de fuera y se limita a determinar los medios para conseguirlos. La razón técnica, por muy sutil que pueda ser en sus dimensiones lógicas y metodológicas deshumaniza al hombre si está escindida de la Razón ontológica, le manipula y enmascara la realidad.
Ecología, de eco y logos, es un saber acerca de las relaciones, interconexiones, interdependencias de todo con todo, en todos los puntos y en todos los momentos.
Bajo estas premisas está claro que la Ecología se sitúa en un plano superior a la Economía. El Logos está por encima del Nomos. Sin embargo en la práctica sucede todo lo contrario de tal forma que el crecimiento ilimitado, la sobreexplotación de los recursos de la Tierra lleva al agotamiento de los sistemas vitales y a la desintegración del equilibrio ambiental.
Todos sabemos que los productos de la agricultura productivista, ya sean tomates o melocotones, han perdido su sabor y substancia (oikos), se han quedado en mera apariencia.
Es el momento de emprender nuevos caminos y poner a la Economía en el sitio que le corresponde: al servicio de la Ecología y no ocupando su lugar.
Por eso afirma el ex-director general de la UNESCO, el español Federico Mayor Zaragoza, ahora presidente de la Fundación Cultura de Paz: «Otro mundo es posible si la economía a escala mundial y la gestión de los grandes retos mundiales, medioambientales y culturales, se guía por valores intransitorios y no por el mercado.»
LA CARTA DE LA TIERRA
Fue aprobada el 14 de Marzo de 2000 por la UNESCO, después de ocho años de debates, en los que fueron consultadas más de cien mil personas, desde pueblos indígenas a centros de investigación y universidades, sin olvidar a la sociedad civil.
En la Comisión de Redacción estaban Federico Mayor, Mijail Gorbachov, la cantante Mercedes Sosa, el teólogo Leonardo Boff y Steven Rockefeller, entre otros.
Se puede consultar en Internet: www.cartadelatierra.org
Denuncia la situación actual que nos puede llevar al desastre ya que los recursos de la Tierra son limitados y si pretendemos generalizar las ganancias deberíamos disponer de otros tres planetas Tierras con los recursos de la que tenemos, ya que su capacidad, para soportar la voracidad del crecimiento sin límites y el consumismo consiguiente, se está agotando a toda velocidad. La denuncia no es nueva, el año 1972 el Club de Roma, comenzaba su informe, «Los límites del crecimiento», diciendo: » La Tierra tiene un cáncer que es el hombre». En este informe se auguraba que, si la tendencia de consumo se mantenía, antes del año 2100 se habrían agotado los recursos no renovables. Es a partir de ese momento cuando la alarma empezó a cundir; y se vio la necesidad poner límites al consumo. De esta forma nació el concepto de Desarrollo Sostenible con el Informe Brundtland.
La Carta de la Tierra es contundente en su crítica de la situación actual:
«Los modelos dominantes de producción y consumo están causando una gran devastación ambiental, un agotamiento de los recursos y una extinción masiva de especies. Las comunidades están siendo destruidas. Los beneficios del desarrollo no se comparten equitativamente, y la brecha entre ricos y pobres se está ensanchando. La injusticia, la pobreza, la ignorancia y los conflictos violentos se manifiestan por doquier y son la causa de grandes sufrimientos. Un aumento sin precedentes de la población humana ha sobrecargado los sistemas ecológicos y sociales. Los fundamentos de la seguridad global está siendo amenazados. Estas tendencias son peligrosas, pero no inevitables.»
Por otro lado abre las puertas a la esperanza: «El surgimiento de una sociedad civil global está creando nuevas oportunidades para construir un mundo democrático y humanitario. Nuestros retos ambientales, económicos, políticos, sociales y espirituales están interrelacionados, y juntos podemos proponer y concretar soluciones comprensivas.»
Nos exige una Responsabilidad Universal a todos los humanos de acuerdo con los consiguientes principios, que desarrolla ampliamente:
1. Respeto y cuidado de la comunidad de vida.
2. Integridad Ecológica.
3. Justicia social y económica.
4. Democracia, no violencia y paz.
Termina diciendo:
«Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva reverencia ante la vida; por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad; por el aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre celebración de la vida.»
LA CONSTITUCIÓN EUROPEA
Los ciudadanos europeos no conocemos la Constitución que se nos va a pedir que refrendemos.
La constitución no ha sido elaborada y debatida por el Parlamento Europeo, cuyos eurodiputados son elegidos democráticamente por los ciudadanos
Ha sido elaborada por la Convención diseñada por el Consejo Europeo, integrado por los máximos ejecutivos de los Estados
La Convención, presidida por Valery Giscard d´Estaing, está formada por 102 miembros, que representan a los parlamentos estatales y al europeo. Pero la voz cantante la llevaba el Praesidium, reducido grupo de notables presidido por Giscard. Los representantes de los ciudadanos sólo acudían a los plenarios, un par de veces al mes, por pocas horas y durante los quince meses que duró la elaboración.
No se han hecho debates públicos. Lo único que ha trascendido a los medios de comunicación han sido las disputas por cuotas de poder, más propias de intereses partidistas que de la población europea.
Constatado el déficit democrático de que adolece, conviene señalar que se trata de una Constitución cerrada. No se puede reformar lo más mínimo si no es por unanimidad de los 25 países miembros, lo que lo hace prácticamente imposible, según los mecanismos previstos en el Artículo IV-7
La Constitución es un auténtico mamotreto que consta de cuatro Partes con 465 Artículos.
Tiene además, como anejos, 5 protocolos y tres Declaraciones.
Se puede ver en Internet: www.europa.eu.int.
Bucear en la Constitución es una tarea ardua. Todos los artículos están interrelacionados. Una primera lectura sugiere que se da un paso adelante en política social, sobre todo si sólo se leen las dos primeras partes. Al leer la tercera parte se da uno cuenta que todo está supeditado al dios mercado.
EL DESRROLLO SOSTENIBLE EN LA CONSTITUCIÓN EUROPEA
El Desarrollo Sostenible es citado en el Artículo 3.3 de la Parte Primera: «La Unión obrará en pro del desarrollo sostenible de Europa basado en un crecimiento económico equilibrado, en una economía social de mercado altamente competitiva, tendente al pleno empleo y al progreso social, y en un nivel elevado de protección y mejora de la calidad del medio ambiente. Asimismo, promoverá el progreso científico y técnico.»
Este artículo es un auténtico cajón de sastre, se mezcla todo. Da la impresión de que la mención del desarrollo sostenible, limitado a Europa, es una mera concesión porque todo el mundo habla de ello y se vende bien.
Primera contradicción el desarrollo sostenible tiene un ámbito planetario como hemos visto anteriormente. Limitarlo a Europa ¿qué significa?. Puede significar trasladar a otros países, externalizar como se dice ahora, los costes medioambientales.
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Segunda contradicción: una economía altamente competitiva conlleva la deslocalización de industrias a aquellos países de la UE con menores costes laborales y fiscales; eso significa posteriormente un aumento del transporte de mercancías, con el consiguiente consumo de energías no renovables y la emisión de gases que incrementarán el efecto invernadero. El Libro Verde de la Comisión Europea de 1995 ya prevenía sobre esto: «Se comprueba crecientemente que, con las políticas vigentes, las tendencias del transporte son insostenibles.»
La Parte III dedica los artículos III-129, III-130 y III-131 al medio ambiente, pero se limita al ámbito de la UE, con lo que estamos en las mismas.
Introduce un matiz en el apartado 4 del Art. III-129:
«En el marco de sus respectivas competencias, la Uníón y los Estados miembros cooperarán con los terceros países y las organizaciones internacionales competentes…»
No establece las materias sobre las que colaborarán. Parece una mención voluntarista sin concreción alguna.
La Parte III está dedicada a consagrar la economía neoliberal de mercado, basada en la desmesura y el individualismo. Su lectura no es recomendada por los políticos, cual si se tratase del fruto prohibido del Árbol del Bien y del Mal del relato bíblico. Y tienen sus razones: va en contra de los ciudadanos, del Estado del Bienestar, de los Derechos Sociales, de los Servicios Públicos, casi todos son susceptibles de ser privatizados, y, por supuesto, va en contra del Medio Ambiente y del Desarrollo Sostenible.
El sistema dice: debemos aumentar la producción, sin poner límites al crecimiento; debemos aumentar el consumo, sin ponerle límites. Todo ello obedeciendo a un supuesto mandato bíblico: «Consumid, empobreceos, destruid la Tierra.»
El Desarrollo Sostenible no es una cultura de la desmesura sino de la contención, de la justa medida que es el equilibrio entre el más y el menos. Se puede considerar que el Universo es fruto de la justa medida, del equilibrio entre las fuerzas de expansión, después del bing-bang, y las energías gravitacionales. «Nada en exceso», decían los filósofos griegos obsesionados por la búsqueda de la medida (métron) en todo.
Perseguir dos objetivos divergentes como hace la Constitución: aumento del productivismo, reemplazando la mano de obra por energía y capital físico, y defensa del Medio Ambiente sólo puede conducir a la esquizofrenia. Nadie puede servir a dos señores y, como he comentado al principio, la Economía debe de estar al servicio de la Ecología, del Planeta Tierra y de todos cuantos habitamos en él.
CONAMA VII
Escribiendo estas líneas acabo de recibir, enviado por el Colegio, el programa de CONAMA VII, Cumbre del Desarrollo Sostenible.
Es de loar que se organicen estos eventos, lo único que pediría es que se enviase la convocatoria con un mes como mínimo de antelación y no con siete días.
Leído el programa y vistos los patrocinadores me surgen unos interrogantes:
· Si el planeta Tierra padece una enfermedad gravísima, ¿es posible curarlo a base de aspirinas?
· ¿ No parece más bien que el sistema pretende fagocitar, y por tanto anular, el concepto de Desarrollo Sostenible?
· ¿ No se estará convirtiendo el Desarrollo Sostenible en un producto de mercadotecnia?
A MODO DE CONCLUSIÓN
Los humanos estamos, desde tiempos inmemoriales, tratando de responder a tres preguntas fundamentales: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos?.
La primera y la última pregunta cada vez son más difíciles de contestar. Me atrevería a aventurar que somos lo que tenemos, lo que consumimos, somos clientes de una u otra marca, poseedores de un determinado tipo de automóvil o de reloj; seguidores del Barça o del Real Madrid.
Si ya no somos lo que realmente somos sino una caricatura, una ficción, una falsa imagen de nuestro verdadero yo, ¿cómo vamos a saber adónde vamos?. En el fondo esta pregunta nos angustia, pero el mercado nos da la solución: tomamos Prozac contra la depresión o Viagra contra la impotencia. Ya somos como dioses, pero estamos asesinando a la Madre Tierra y seremos expulsados de ella como lo fuimos del Paraíso Terrenal.
Ulises llegó a Ítaca tras haber superado múltiples asechanzas y cantos de sirena. Nosotros, los europeos, queremos una Europa más unida frente a las asechanzas del porvenir.
Me considero europeísta pero ésta no es la Constitución que realmente necesitamos, es un canto de sirena que no solucionará los grandes retos que tenemos planteados. Otra Constitución sería posible si los europeos tuviésemos la audacia (Fortuna audaces juvat) de liderar un cambio de rumbo que salvase al Planeta Azul. Es lo que nos merecemos por nuestra historia científica y humanística. La Europa de Platón y Aristóteles, la Europa del Renacimiento, del Siglo de las Luces, de nuestra Edad de Oro, tiene un reverso que hay que conocer: es también la Europa empobrecedora de continentes enteros. Entre las dos prefiero la Europa del Quijote, a la Europa de los mercaderes; la Europa que sueña, a la Europa que se deja llevar por la molicie, la codicia o el pensamiento único..
La Europa primera, la de la Razón, la de Francisco de Asís, tiene que destruir los falsos señuelos y que su grito de: ¡Salvemos la Tierra! llegue a todos los confines.
Haría falta que todos asumiéramos una Ética del Cuidado y de la Responsabilidad, por la que opondríamos al despilfarro, la contención y austeridad; al yo y lo mío, el nosotros y lo nuestro; a la competitividad, la cooperación; a los gritos de angustia de los hombres, la respuesta de la solidaridad.