El espionaje británico trató de reclutar en secreto a varios reclusos en el campamento de Guantánamo y otros centros de detención utilizados en la guerra antiterrorista por Estados Unidos, según el diario ‘The Independent’. El M15, espionaje interior, prometía a quienes aceptasen la oferta de trabajar para ese servicio que los protegería de sus guardianes […]
El espionaje británico trató de reclutar en secreto a varios reclusos en el campamento de Guantánamo y otros centros de detención utilizados en la guerra antiterrorista por Estados Unidos, según el diario ‘The Independent’.
El M15, espionaje interior, prometía a quienes aceptasen la oferta de trabajar para ese servicio que los protegería de sus guardianes norteamericanos y garantizaría su regreso a Gran Bretaña, según una denuncia presentada por daños y perjuicios por los propios reclusos en el Alto Tribunal de Londres.
A uno de los hombres a los que se intentó captar como espía, Richard Belmar, se le dijo que se le pagarían bien sus servicios si aceptaba trabajar como agente secreto para el MI5. A otro, Bisher Al Rawi, se le prometió que sería puesto en libertad «en cuestión de meses» si aceptaba la oferta.
Promesas incumplidas
Otros tres detenidos fueron amenazados con medidas de reclusión mucho más duras si no cooperaban, informa el diario británico. Sin embargo, según un antiguo espía, el MI5 incumplió las promesas que hicieron sus agentes a los detenidos.
Según esa fuente, los agentes del MI5 actuaron siguiendo instrucciones de sus superiores, que en el último momento se echaron, sin embargo, atrás.
El espionaje británico llevó a cabo esa operación clandestina de reclutamiento al mismo tiempo que el Gobierno mantenía que los detenidos en Guantánamo representaban una grave amenaza para la seguridad mundial.
Según el portavoz para Asuntos Exteriores del opositor Partido Liberal Demócrata, Edward Davey, «todo eso demuestra la complicidad del MI5» en el escándalo del secuestro y detención ilegal de los sospechosos de terrorismo en Guantánamo.
Siete personas detenidas ilegalmente en Guantánamo, Afganistán o Pakistán han recurrido a los tribunales para reclamar daños y perjuicios de los ministerios británicos del Interior y Asuntos Exteriores, así como de los servicios de espionaje MI5 y MI6 (espionaje en el exterior).