El gobierno británico admitió por primera vez su participación en el traslado de sospechosos de terrorismo a países donde la tortura no es ilegal o rendition, como se conoce a esta práctica utilizada por agencias de inteligencia de Estados Unidos durante la llamada «guerra contra el terror». El ministro de Defensa británico, John Hutton, comunicó […]
El gobierno británico admitió por primera vez su participación en el traslado de sospechosos de terrorismo a países donde la tortura no es ilegal o rendition, como se conoce a esta práctica utilizada por agencias de inteligencia de Estados Unidos durante la llamada «guerra contra el terror».
El ministro de Defensa británico, John Hutton, comunicó al Parlamento que se trató de un caso específico, el de dos ciudadanos de origen paquistaní que fueron capturados en Irak y entregados en 2004 a las fuerzas estadounidenses que luego los trasladaron a Afganistán, donde aún permanecen
«Lamento que información inexacta sobre este tema en particular haya sido entregada a los legisladores por parte de mi ministerio, pero quiero destacar que esa información estaba basada en los datos que tenían en ese momento los ministros y aquellos que les informaban a ellos», dijo Hutton.
Rob Watson, analista de la BBC en temas de Defensa, indicó que el gobierno británico siempre había negado tomar parte de esta controvertida práctica que consiste en trasladar detenidos entre distintos países sin seguir los procedimientos legales conocidos, pero agregó que el ministro sugirió que Londres no sabía en ese momento que los sospechosos iban a ser enviados a territorio afgano.
A pesar de estas aclaraciones de Hutton -dice Watson- el tema no será olvidado tan fácilmente por algunos legisladores como el conservador Andrew Tyrie.
«La cuestión principal es que si no cerramos este tema del rendition, si no sabemos cuál fue la complicidad del gobierno británico con este programa estadounidense, y si no podemos lograr que los estadounidenses terminen con esta práctica, vamos a corroer la confianza en esos valores que nosotros tratamos de exportar».
«Referencias breves»
El ministro dijo que, contradiciendo comunicados anteriores, él sabe ahora que funcionarios británicos conocían en su momento que estos hombres habían sido entregados en custodia a fuerzas de EE.UU. sin tomar ninguna acción al respecto.
Hutton indicó que «referencias breves» sobre el caso habían sido enviadas a los entonces ministro de Relaciones Exteriores, Jack Straw, y ministro del Interior, Charles Clarke, en abril de 2006, pero que la importancia del tema no había sido destacada en estos informes.
Aunque para los conservadores se trató de un «caso específico más que de una política general», el principal partido de la oposición destacó que los ministros se equivocaron al no valorar la importancia de lo ocurrido.
«Es una preocupación muy seria que exista un cargo subyacente de complicidad con el abuso serio de personas detenidas por fuerzas británicas en operaciones en el exterior», opinó el vocero en temas de seguridad del Partido Conservador, Crispin Blunt.
La información sobre el caso de estos dos ciudadanos paquistaníes, que pertenecerían al grupo clandestino Lashkar e Tayyiba, fue descubierta mientras se revisaban casos de detenidos por fuerzas británicas en Irak y Afganistán desde 2003, señaló Hutton.
El ministro agregó que ambos detenidos están clasificados como «combatientes enemigos ilegales» y que no existe «evidencia sustancial» que indique que hayan sido maltratados o sujetos a abusos.
El año pasado, el ministro de Relaciones Exteriores británico, David Miliband, admitió por primera vez que vuelos secretos estadounidenses habían aterrizado en territorio británico en 2002, contradiciendo informaciones y comunicados oficiales anteriores.