M.H.: Estaba leyendo la declaración del Grupo de Lima. El 1º de abril publicó un comunicado en el que volvió a insistir en su llamado “para contribuir al retorno de la democracia y al Estado de derecho en Venezuela. Además de pedir a la comunidad internacional que envíe un mensaje claro e inequívoco para poner fin a la crisis que golpea al pueblo venezolano y destaca la propuesta de los EE UU de crear un gobierno de transición conformado por miembros de todo el arco político venezolano, aunque sin el dictador Nicolás Maduro ni el presidente encargado, Juan Guaidó. Indicando que coincide con el objetivo del grupo multilateral de garantizar el retorno a la democracia mediante la celebración de elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas y transparentes”.
Firman este comunicado Bolivia, Chile, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y el gobierno interino de Venezuela.
¿Qué reflexión y opinión te merece este comunicado del Grupo de Lima?
C.A.: Primero hay que decir que el Grupo de Lima está más que devaluado, se formó para esto precisamente, para desestabilizar a Venezuela como un acuerdo con la posición que siempre ha mantenido en la OEA el Secretario general, Luis Almagro, que por desgracia lo han reelegido.
Funcionó de fracaso en fracaso en ese objetivo. Esto que ahora plantean es nada más y nada menos que repetir el guión que les marca Mike Pompeo, el funcionario de EE UU encargado de ser uno de los arietes de hostilización más importante contra Venezuela. Dos semanas antes planteó la necesidad del gobierno de transición en el marco de las declaraciones y la decisión de Trump de enviar barcos, aviones y tropas transportadas a hacer toda una parafernalia de búsqueda de narcotraficantes en el Caribe, cortar el acceso de la cocaína que llega no desde Venezuela sino desde Colombia, pero ellos apuntan a Venezuela como una manera más, en medio de la gravísima situación que vive EE UU con respecto al Coronavirus, de generar esto.
El Grupo de Lima cumple ese papel, este es un comunicado que no significa absolutamente nada más que demostrar que hay un arco de gobiernos de derecha en donde lamentablemente, aunque se abstuvo en esta ocasión, sigue estando la Argentina. Es inexplicable que siga allí porque es un grupo de presión contra Venezuela pero que actúa como hijo bobo de los EE UU.
M.H.: Quiero señalar algunos datos respecto del tema de la droga, las cifras oficiales indican que el 84% de las drogas provenientes de América del Sur usan las rutas del Pacífico y solo el 7% pasan a través de Venezuela y el Caribe oriental. Además, la Oficina de la ONU Contra las drogas y el delito publicó un informe el año pasado, donde Venezuela no figura en la lista de países que siembran y fabrican y sí Colombia que ocupa el primer lugar con el 69%.
C.A.: Esa es la fantochada de excusa con la cual Trump acelera esta acción contra Venezuela. Ellos saben eso, tienen esos informes y además hay que ser claros, como lo dijo hace unos días Nicolás Maduro, el mayor cómplice del narcotráfico es la DEA. Cuando echás a la DEA, como hicieron Morales y Maduro en sus países, baja el nivel de tráfico precisamente porque la DEA es la que tiene la relación con los cárteles y los jefes del narcotráfico en cada uno de nuestros países.
En ese sentido es muy saludable que los países que quieran sacarse de encima esta lacra que es el narcotráfico, expulsen a estos personajes. Pero nadie se anima porque es enfrentar a EE UU claramente.
Para EE UU, Venezuela es la perla de la corona a conquistar
M.H.: El peligro de todo esto es que los latinoamericanos ya tenemos experiencia, me refiero al Plan Colombia, al Plan Mérida en México, esta injerencia de EE UU al amparo de la lucha contra el narcotráfico que ha provocado en esos dos países miles de muertos.
C.A.: Además, referido a la gravedad del momento que estamos viviendo donde por un lado nos ataca el Coronavirus, que para mí no es un enemigo invisible como dice Alberto Fernández, sino que es un enemigo muy claro relacionado con la guerra bacteriológica que propician precisamente estos países y estas transnacionales que habitualmente nos envenenan con sus alimentos, con sus transgénicos, etc.
Y, por otro lado, tenemos esta ofensiva abierta y descarada contra Venezuela. Está claro que Venezuela es el país que representa para los EE UU la perla de la corona a conquistar, por todas las riquezas naturales que tiene, por el momento que se vive ahora en el cual el mundo ha cambiado y todo lo que signifique apoderarse de recursos naturales va a ser ganancioso para cada país y además por este desplante permanente y esta actitud digna que tiene Venezuela, como Cuba, frente a EE UU.
Lo que hacen es incentivar toda la lealtad incondicional que tiene el gobierno colombiano de Duque hacia EE UU, generar desde Colombia la hostilidad cada vez mayor a través del paramilitarismo. Esta semana ha habido enfrentamientos con paramilitares que intentan cruzar desde la frontera. Ha habido esta descarada actitud de un militar desertor, Cliver Alcalá que confesó que estaba trabajando para EE UU y que intentó transportar armas desde Colombia y se encuentran con un gobierno que no cede, y un pueblo dispuesto a defenderse con uñas y dientes.
La que faltaba era esta, el tema de las drogas, como ya no pueden inventar nada más, llegan a esto. Obama inventó que Venezuela era un peligro para su seguridad nacional, realmente ridículo. Ahora inventan esto de la droga que no tiene nada que ver con la realidad, están todos los informes que protegen a Venezuela en ese sentido.
Y no van a Colombia a buscar narcotraficantes. Ahí tienen que ir a buscarlos, la mayoría de los diputados y senadores del uribismo han estado relacionados con los cárteles, inclusive otros partidos de derecha. Ningún presidente de Colombia asumió su cargo sin pactar con jefes del narco. Van a Venezuela porque es un país socialista, revolucionario que todos los días dice lo que quiere. No es como los que se llaman progresistas y por otro lado pactan con EE UU.
Maduro y Chávez fueron dos exponentes de hablar claro frente a EE UU y por eso tienen la posibilidad de estar en pie. Porque la mayoría de los que coquetearon cayeron uno tras otro.
ANCLA
M.H.: El pasado 25 de marzo se cumplió un nuevo aniversario de la desaparición de Rodolfo Walsh. Y así como hoy dirigís Resumen Latinoamericano, brindando información sumamente completa, participaste de Ancla (Agencia de Noticias Clandestina), la agencia de noticias de Rodolfo Walsh. ¿Qué podés comentar de esa experiencia y de Rodolfo?
C.A.: Esa experiencia tiene toda la impronta de lo que significaba Rodolfo Walsh, periodista, escritor, combatiente revolucionario, miembro de Montoneros; fue precisamente una necesidad que él vio de seguir haciendo periodismo y contra información en un momento de cierre total de la posibilidad de contar con medios legales. Y él demostró con ese año y pico que duró la experiencia, que teniendo claridad ideológica y pasión por la idea de informar y romper el discurso único, era posible hacerlo con muy pocos recursos.
Ancla era un grupo muy pequeño, con un montón de colaboradores voluntarios que provenían de la organización Montoneros dispersos por todos los barrios, fábricas y lugares del país donde todavía teníamos militancia, y se fueron generando día a día una serie de despachos periodísticos de agencia que rompieron el silencio que imponía la dictadura militar. Se hizo en muy malas condiciones en el sentido de toda la hostilidad que sufríamos todos los que hacíamos eso, pero desafiando esos peligros se pudo armar un proyecto que hoy es estudiado en la mayoría de las escuelas de periodismo del país.
Y no solo porque Rodolfo Walsh intuyó que eso era posible, sino porque su perfil de haber sido periodista de investigación, un hombre que con Operación Masacre desentrañó todo lo sucedido en los fusilamientos de José León Suárez, era necesario hacer el intento de no quedarse callados, de no aislarse, no generar la idea de que estábamos derrotados y dar la pelea en ese campo que hoy queda claro que es muy importante, que es el de los medios de comunicación.
Se logró eso hasta que lo asesinaron a Rodolfo, nuestro grupo siguió un tiempo en muy malas condiciones y después salimos al exilio. Pero la experiencia de Ancla marcó un hito y no por casualidad hoy muchos la estudian como algo posible. Lo digo para este momento también, donde nos muestran que se nos viene un nuevo mundo y nos tratan de generar pánico, tenemos que mostrar los dientes y seguir luchando como lo hemos hecho siempre. Nosotros los periodistas homenajeándolo a Walsh con nuestro trabajo diario.
M.H.: ¿Liberaron “Cubanas, mujeres en revolución”?
C.A.: Sí. La película está liberada y tiene una continuidad ahora, es una serie televisiva, no es la misma película, son otras entrevistas y otra dinámica.
M.H.: Siempre con la dirección de María Torrellas.
C.A.: Sí, María es de nuestro grupo de Resumen Latinoamericano, que produjo el documental. La serie se está dando por Telesur todos los sábados a las 18:00. Y la película está liberada en Vimeo y en Youtube.