Recomiendo:
0

Entrevista con Dick Emanuelsson, corresponsal del semanario sueco Flamman

«El hondureño de antes del 28 de junio de 2009 ya no existe»

Fuentes: Adital

Desde junio de 2009 no es fácil romper el cerco mediático incrustado en Honduras. Desde el golpe de Estado encabezado por Roberto Micheletti, pasando por las elecciones dudosas que colocaron a Porfirio Lobo en el poder y hasta llegar a los días actuales, persecuciones a los medios de comunicación que se posicionaron contra el golpe, […]

Desde junio de 2009 no es fácil romper el cerco mediático incrustado en Honduras. Desde el golpe de Estado encabezado por Roberto Micheletti, pasando por las elecciones dudosas que colocaron a Porfirio Lobo en el poder y hasta llegar a los días actuales, persecuciones a los medios de comunicación que se posicionaron contra el golpe, amenazas de muerte a periodistas y la misma ejecución de los profesionales de prensa dan la dimensión de cuán peligroso es trabajar en este país.

Pero existen los que agregan a esta profesión algo más que el simple acto de escribir. Existen los que expresan en las entrelíneas de cada texto, en el alma de cada información, el deseo de un mundo mejor, justo, en el cual los derechos de cada ciudadano y ciudadana deben ser respetados.

La verdad sea dicha. El golpe de Estado que se produjo en el país reveló la fuerza de una población aguerrida. Y aún con todo el poder de los medios televisivos e impresos, los alborotos y rechazos del pueblo hondureño consiguen reverberar en todo el mundo. ADITAL conversó con el periodista sueco Dick Emanuelsson, que vive actualmente en Honduras, desde donde reporta la vida cotidiana de lucha de hondureños y hondureñas en plena resistencia.

A lo largo de su carrera, Emanuelsson se ha dedicado a cubrir conflictos en América Latina y el Caribe. Actualmente también es blanco de persecuciones y amenazas por parte del gobierno hondureño. En esta entrevista habla sobre cómo es trabajar en medio de la dictadura, de la importancia del Frente Nacional de Resistencia Popular y del privilegio que es actuar en América Latina, que vive un importante momento histórico.

«El hondureño de antes del 28 de junio de 2009 ya no existe. Levantó su frente y su mirada y reconquistó la rebeldía de los días de Francisco Morazán» afirmó.

Adital – ¿Cómo ha sido su trabajo de difundir noticias sobre hechos importantes ocurridos en Honduras desde el Golpe de Estado? ¿En qué momento comenzó a intensificar su trabajo en esta cobertura?

Dick Emanuelsson – En primer lugar quisiéramos enviarles a los colegas en ADITAL y sus lectores un fuerte abrazo, su agencia cumple un papel muy importante y sirve también para nosotros, los periodistas, como una fuente sería e importante en nuestro trabajo.

Nuestro trabajo en Honduras se intensificó de partir del 25 de junio, cuando el entonces Presidente Manuel Zelaya Rosales encabezó a varios miles de personas que partieron desde la Casa Presidencial hacia la base de la Fuerza Aérea Hondureña, donde la Fiscalía había albergado millones de papeletas para la Consulta Popular que se iba a realizar el domingo 28 de junio. La Fiscalía había decomisado esa mañana el material electoral que fue recuperado por el Presidente y las masas populares que lo acompañaban. Desde esa fecha, podemos decir que no hemos descansado en la cobertura periodística de Honduras, y hay que tener en cuenta que yo cubro toda América Latina menos Brasil.

Soy miembro de la redacción del semanario Flamman, fundado por los mineros en 1906 en el norte de Suecia, cuyo nombre «Aurora Boreal» es significativo y simbólico por el fuego en el espacio, que refleja la rebeldía del movimiento obrero combativo que representa a los mineros de Suecia. Desde 1980 trabajo en el diario que fue convertido en semanario en 1990. Colaboro también con LO-Tidningen, semanario de la central obrera sueca, Argenpress y Kaos de la Red en idioma español.

Adital – Desde lejos observamos que existe una dictadura de los medios de comunicación hondureños, liderados por los diarios que siguen la línea del gobierno de facto. ¿Cómo ha hecho para traspasar este cerco y hacer que la información circule lo más ampliamente posible?

Dick Emanuelsson – Aquí hay un grupúsculo que lo llaman Poder Fáctico, constituido por 7-8 grupos de poder económico, político y mediático. Nada extraño para América Latina donde existe este mismo fenómeno. El señor Rafael Ferrari es el Berlusconi hondureño, dueño de 4-5 canales de televisión y 17 emisoras radiales que cubre todo el territorio nacional. El señor Jorge Canahuati Larrache es dueño de El Heraldo y La Prensa, el primer diario con cobertura nacional, y el otro, se difunde en la costa del Caribe. El ex presidente Carlos Flores Facussé, sobrino del hombre más adinerado de Honduras, Miguel Facussé, es dueño del diario La Tribuna.

Hasta ahora estos grupos de poder han tenido prácticamente el monopolio de lo que se escribe, se habla y se ve en Honduras. Pero a partir del golpe de estado del 28 de junio salieron con más fuerza la emisora Radio Globo y Canal 36, Cholusat Sur, canal de televisión, medios comerciales que por instinto empresarial y una parte de convicción política, se dieron cuenta que el golpe y los golpistas más tarde o más temprano tendrán que «morder la manzana ácida», como decimos en Suecia.

Se pronunciaron en contra del golpe de estado y a pesar de que sus instalaciones fueron tomadas por los militares, se mantuvieron con una posición firme aunque fueron sacados del aire durante varias semanas. Radio Globo comenzó a transmitir por internet y logró movilizar una gran solidaridad internacional. Varias emisoras locales se conectaron y transmitieron las noticias en una increíble cadena nacional, y sobre todo, el programa diario en Radio Globo (8-9 p.m.) del Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado que informaba u orientaba a las masas hondureñas en su lucha contra los golpistas. Hoy Radio Globo también tiene un canal de televisión y la emisora es la más escuchada del país.

La otra parte fueron los diferentes medios alternativos que surgieron en internet y que fueron conectados con otras redes continentales e internacionales, y que lograron mantener en forma impresionante la información sobre todo lo que pasaba en Honduras. El monopolio mediático de la oligarquía hondureña y sus aliados en CNN, FOX, etc., fue superado.

Adital – Algunos informes de derechos humanos dan cuenta de un número significativo de periodistas y comunicadores en general que fueron asesinados desde el período del Golpe de Estado hasta hoy. ¿Cuáles son las reales condiciones en las que trabajan los profesionales que no apoyan el Golpe?

Dick Emanuelsson – En primer lugar, hay que subrayar que en cualquier país del mundo existe un sindicato que aglutina a los periodistas y, muchas veces, también al personal gráfico. En Honduras existe un colegio de periodistas que fue uno de los primeros colegios que avalaron el golpe de estado. Hace poco habló el presidente de ese colegio desde la Casa Presidencial, durante el Día del Periodista, y sonaba como si fuera casi el ex dictador Roberto Micheletti.

Sólo desde el 27 de enero 2010, es decir, desde la fecha en que asumió la presidencia el señor Porfirio Lobo, han sido asesinados diez periodistas, que junto con México encabezamos esta triste liga de colegas caídos en su profesión. Esta mañana publicó la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP) un informe, del segundo cuatrimestre de 2010 (mayo a agosto), que muestra que en Honduras y México han sido asesinados diez periodistas, respectivamente.

El informe cita a Manuel Garnero, director del diario hondureño El Tiempo, un diario que ha mantenido también una cierta distancia del golpismo e incluso ha declarado su rechazo, que declaró en agosto que «Hay un sentimiento de inseguridad y de impotencia por parte del sector periodístico porque en el país nunca se había dado una situación así».

Por su parte, Berta Oliva, presidenta del Comité de Detenidos Desaparecidos de Honduras (COFADEH), afirmó acerca de los homicidios de periodistas: «Estamos conscientes de que (el culpable) no es el crimen organizado, sino que es una política general del Estado encaminada a reprimir y coartar la libertad de expresión. Los nueve asesinatos de periodistas ocurrieron en el gobierno del presidente Porfirio Lobo que asumió el 27/1/10, por lo que Oliva considera que él tiene responsabilidad directa en lo que está pasando» (ANSA, 29/8/10). Las palabras de Berta Oliva tienen gran relevancia.

Adital – Usted ha realizado el seguimiento de algunos conflictos e informado, tomando como base a los movimientos sociales y a las movilizaciones populares. ¿Cómo evalúa usted este levantamiento popular en Honduras en un contexto más general? ¿Qué es lo que esa resistencia logró mostrar hasta ahora?

Dick Emanuelsson – Es imposible ejercer el periodismo y no cubrir los conflictos y los enfrentamientos sociales y políticos, y hasta físicos en este país.

La segunda parte de su pregunta sobre la creación del Frente Nacional de Resistencia Popular, yo suelo citar a la dirigente indígena y popular Berta Cáceres, que respondió a esa pregunta con las siguientes palabras: «El golpe de estado creó el Frente de Resistencia y el Frente cambió nuestra forma de vivir».

Creo que ahí está la respuesta. El hondureño de antes del 28 de junio de 2009 ya no existe. Levantó su frente y su mirada y reconquistó la rebeldía de los días de Francisco Morazán. El Frente es un descomunal movimiento de masas que todavía está en pañales y comete lógicamente sus errores, pero esto es lógico, ya que está constituido por casi 50 organizaciones populares. Y para dar una muestra de esto, el domingo pasado, pasaron un millón de firmas recolectadas durante unos cuatro meses para exigir una nueva Constituyente, y esto ocurrió en un país donde sólo hay ocho millones de habitantes que viven bajo una sombra dictatorial, con una represión selectiva, y a veces también, como en las confrontaciones entre las fuerzas públicas y el magisterio en su huelga general, con expresión física masiva.

El señor Pepe Lobo consiguió, con todo su aparato político y organizativo 1.200.000 votos el 29 de noviembre de 2009, y detrás tenía un año de campaña electoral; y ahora viene el Frente y en sólo cuatro meses logra juntar 1.019.000 firmas. El 15 de septiembre termina la campaña cuya meta es 1.250.000 firmas, sobrepasando los votos de Lobo.

La Resistencia no es un movimiento electoral y hay más de un politiquero dentro de la Resistencia que ha querido convertirlo en su movimiento personal para las próximas elecciones. En Honduras está pasando algo similar a lo que ocurrió en Ecuador en 2004-2005, cuando los ecuatorianos y Rafael Correa querían cerrar el Congreso Nacional por ser totalmente corrupto. Lo mismo pasa en Honduras donde la mayoría de los congresistas fueron reelegidos en las elecciones espurias del 29 de noviembre de 2009, que fueron boicoteadas por el frente. Sin duda, serán corridos en el futuro cuando la Constituyente sea instalada en Honduras.

Creo también que la Resistencia debe pensar muy bien cómo canalizar el inmenso capital político que ha adquirido durante estos 14 meses de lucha por una Nueva Honduras. Hay varias fórmulas, pero serán los mismos hondureños y no un reportero nórdico los que elegirán esa fórmula.

Adital – Recientemente, algunos diarios difundieron la noticia de que el gobierno pretende deportar a extranjeros que participen en las manifestaciones. ¿Qué es lo que hay detrás de esto?

Dick Emanuelsson – Así es. El diario El Heraldo ha sido el principal promotor de esa campaña chauvinista, que no es más que otro intento por desviar la atención de los inmensos problemas internos que sufre el régimen de Pepe Lobo, un régimen sumamente débil.

El Heraldo ha hecho un montaje con la ayuda del ex fotógrafo oficial del dictador Micheletti en contra de mi persona, diciendo que yo pasaba la voz a la Resistencia diciéndoles que este señor pasaba a las autoridades fotos tomadas durante las manifestaciones de la Resistencia y de las centrales obreras. Lo que miles de hondureños pudieron ver el 18 de agosto, fue al señor fotógrafo que estaba bien fraternizado con los oficiales del ejército, ubicado a 50 metros de la ruta de la marcha, desde donde sacaba fotos a los manifestantes.

Cuando la marcha llegó al Congreso Nacional ese señor fue retenido por la Comisión de Seguridad del Frente. Nosotros lo entrevistamos donde estaba encerrado, en una tienda de ropa, y se puede ver y escuchar la entrevista en el video de 200.000 personas marchando, tomando fotos sin carné de identidad de prensa, que es un requisito de seguridad para poder ejercer el periodismo.

Cada vez que la Resistencia o el movimiento popular salen a las calles descubren a agentes infiltrados en las marchas. El 9 de agosto fue tomado en flagrancia Manuel Fonseca, un agente de inteligencia militar del área técnica del ejército e integrante de la Guardia Presidencial de Pepe Lobo. Nosotros filmamos y cubrimos cuando el agente, ante 30.000 maestros en huelga indefinida, fue interrogado por los dirigentes y confesó su misión y quién era su superior militar. No fue golpeado como los manifestantes sino que lo dejaron libre, vestido sólo con sus calzoncillos. Ese tipo de desenmascaramiento jamás se ve en la prensa del poder fáctico como El Heraldo.

Adital – ¿En algún momento sintió que su trabajo periodístico pudiera ser perturbado por algún tipo de presión?

Dick Emanuelsson – Hemos sido presionados muchas veces cuando hemos cubierto «Las Camisetas Blancas», los partidarios del golpismo hondureño, bien perfumados y vestidos. Varias veces mientras entrevistábamos a sus jefes, otras personas al lado, nos han quitado los credenciales y al mismo tiempo han llamado por celular, no sé adónde, pero me imagino que a los organismos de seguridad o a las autoridades de migración, para que vinieran a chequear nuestros datos personales.

Es una forma descarada, humillante, sobre todo, de intimidación del periodista. A mi camarógrafa y esposa, que es hondureña, la han tildado con epítetos no imprimibles. Pero no tenemos miedo, trabajamos bajo los principios de total apertura.

Es por eso por lo que no pudieron detenerme en Colombia ni siquiera por haber pasado un semáforo en rojo. Durante años me hicieron seguimientos que dio como resultado una carpeta de más de 450 páginas, en el escándalo de los «chuzadas», es decir, DAS-G3, la policía política secreta de Uribe que hacía seguimientos a varios magistrados de la Corte Suprema de Justicia, dirigentes sociales y populares y a 16 periodistas, entre ellos mi persona, que vivía y trabajaba en Colombia desde el 2000 hasta diciembre de 2005, cuando ya no se pudo más por las constantes amenazas de muerte. Ahora tengo la confirmación de quiénes fueron los autores de esa guerra psicológica que solamente un estado mafioso y terrorista como el colombiano puede ofrecer.

Adital – ¿Qué es lo que lo motiva a llevar su trabajo adelante?

Dick Emanuelsson – Pues creo que es el espíritu de rebelde que tengo desde niño y la admiración por los pueblos de un continente que en este momento está en un proceso único en el mundo.

Mientras en mi viejo continente, el europeo, se extiende el fascismo y la extrema derecha, en América Latina nacen todos los días nuevas esperanzas de crear esa sociedad que soñaban los revolucionarios que dieron sus vidas para que las futuras generaciones vivieran con dignidad y justicia social. En ese sentido es un privilegio para un reportero poder ser parte de este momento histórico y cubrir los procesos sociales que son un ejemplo para el resto del mundo.

Fuente: http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?boletim=1〈=ES&cod=50710

rJV