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El latente lado oscuro de Europa

Fuentes: Rebelión

Cuando se piensa que las lecciones históricas han sido bastante bien aprendidas, en especial cuando entran por la piel a fuego y espada, no se espera que se repitan. Hasta se dice que ese tipo de lecciones son grandes avances, cuando pasan, para la causa del Humanismo. Nadie querría volver, por ejemplo, al antisemitismo y […]

Cuando se piensa que las lecciones históricas han sido bastante bien aprendidas, en especial cuando entran por la piel a fuego y espada, no se espera que se repitan. Hasta se dice que ese tipo de lecciones son grandes avances, cuando pasan, para la causa del Humanismo.

Nadie querría volver, por ejemplo, al antisemitismo y odio a los rusos en la Alemania de Hitler, lo que le costó a Europa millones de vida, otros tantos miles de millones en pérdidas materiales y reconstrucción posterior a la guerra.

Aún nos conmueven las imágenes de ese periodo oscuro europeo. La degradación humana pareciera que llegó a su límite, que la lección fue aprendida y que, al tiempo que se reconstruía la Europa arrasada se edificaba el alma con nuevas perspectivas humanitarias.

Pero los recientes sucesos políticos en Europa nos demuestran que el latente lado oscuro del nazi-fascismo está emergiendo a la superficie, y no me refiero al lado de la política oscura, sino a la del ciudadano común, que fue el que llevó al ascenso a Hitler.

Los partidos fascistas emergen con fuerte apoyo ciudadano como hongos por toda Europa. Difunden su mensaje de odio racista, su desprecio por los valores humanos, con entera libertad, incluso, ese tipo de mensaje le acarrea más correligionarios.

Los partidos nazi-fascistas están adquiriendo poder en todas las instituciones gubernamentales de Europa, su presión provoca que los gobiernos apliquen políticas que rozan con los ideales de Hitler.

Basta ver el trato inhumano y degradante que están danto a los inmigrantes de las guerras que la misma Europa apoya en el Medio Oriente, o de su pasado represor en lo que fueran colonias europeas en África.

Se erigen muros, como lo hace Israel en su odio contra los palestinos, para detener a la gente, quienes desesperadas se lanzan contra los muros en demanda de la libertad que buscan.

Se emiten leyes de fondo racista y xenofóbico, bajo el falso nacionalismo, lo que es nada más y nada menos que un desprecio por las manifestaciones religiosas y culturales de otras partes del mundo. Los blancos europeos nazi-fascistas se creen superiores al resto del mundo.

La derechas nazi-fascistas europeas están envalentonadas, sus atrasados «ideales» no son nuevos, son viejos, igual sus demandas y políticas… las conocemos de sobra y sabemos el resultado de ellas: caos, división de las sociedades, inestabilidades de todo tipo, anarquía… eso es lo que estamos viendo en Europa, tal vez no en grados extremos pero está emergiendo.

Entonces es válido preguntarnos si no fue suficiente el llamado Holocausto, si no bastaron las I y II Guerras Mundiales, porque, además, se manifiesta un fracaso en la educación de los europeos con respecto a los valores humanos.

En el ámbito de la alta política, también vemos a una Europa guerrerista, cometida a los caprichos y necesidades de dominación de los Estados Unidos.

Las recetas lesivas a la calidad de los pueblos europeos que aplican el Fondo Monetario Internacional y los grandes prestamistas como Gran Bretaña y Alemania, provocan el deterioro de los pueblos europeos, lo que conlleva a un deterioro emocional que facilita la penetración de ideas nazi-fascistas.

Europa ya no refleja la imagen civilizada de antaño, y ya no será la misma tras el ascenso de los nazi-fascista.

Un viejo fantasma recorre Europa, el aún latente fantasma del nazi-fascismo.

Néstor Martínez, Periodista/Escritor.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.