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El Qatargate es solo la punta del iceberg

El lobby de los gobiernos autoritarios en la UE

Fuentes: El Salto

Para quienes llevamos años investigando interferencias en la toma de decisiones en la Unión Europea, este último escándalo no es un ‘shock’, ni siquiera una sorpresa. Los políticos europeos que acaban de marcarse un gol en propia meta harían bien en limpiar su casa y adoptar medidas éticas que impidan que algo parecido se repita.

El Qatargate ha pillado a muchos por sorpresa. Representantes electos que aceptan sobornos de uno de los regímenes más autoritarios del mundo a cambio de quitar importancia a violaciones muy graves de los derechos humanos. Pero para quienes llevamos años investigando interferencias en la toma de decisiones en la Unión Europea, este último escándalo no es un shreglas lobbistasock, ni siquiera una sorpresa; es solo la punta del iceberg.

Es el producto de años de negligencia respecto a las prácticas lobbistas de gobiernos autoritarios. En Corporate Europe Observatory (CEO) trabajamos para arrojar luz sobre estas prácticas, pero vamos más allá de la mera exigencia de transparencia. Una y otra vez hemos denunciado las graves insuficiencias de las normas que regulan las prácticas de los grupos de presión a políticos e instituciones europeos.

Durante décadas, varios regímenes autoritarios han tratado de influir directamente en políticos y funcionarios, incluso con regalos y sobornos. También han subcontratado la diplomacia de la influencia a empresas de relaciones públicas y grupos de presión. El trabajo de los grupos de presión suele incluir el blanqueo de la sangrienta reputación de dictadores, el promover lucrativos acuerdos comerciales y de inversión con estados totalitarios, o el oponerse a sanciones o difamar a disidentes.

Suelen trabajar en la sombra y sin temor real a ser sancionados, ya que el Registro de Transparencia de la UE no es jurídicamente vinculante. Si comparamos esta situación con la de Estados Unidos —donde la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA, por sus siglas en inglés), exige que todos los grupos de presión que trabajen para cualquier gobierno extranjero estén registrados, publiquen los contratos y se apliquen sanciones legales a quienes no lo hagan—, podemos empezar a entender la magnitud del problema que tiene la UE.

En 2015 publicamos un informe sobre las empresas europeas de relaciones públicas que encubrían regímenes brutales. Incluye 18 estudios de casos de empresas de relaciones públicas y consultoras que trabajan en Europa para gobiernos dudosos acusados de crímenes de guerra y violaciones de los derechos humanos.

En concreto, el informe muestra que, en 2014, Qatar superó a Rusia como mayor cliente de la empresa de lobby Portland Communications, que fue implicada por la cadena pública Channel 4 por practicar el llamado “astroturfing”, técnica consistente en fingir un movimiento popular espontáneo. En este caso se trataba de un ‘movimiento’ de aficionados al fútbol que apoyaban la candidatura de Doha a la Copa del Mundo.

Otro ejemplo reveló como entre 2012 y 2014, el régimen azerbaiyano canalizó miles de millones de dólares a través de empresas extraterritoriales para pagar sobornos, entre otros a los implicados en el mega gasoducto Italia-Azerbaiyán, el llamado corredor del sur. Funcionarios europeos participaron en el blanqueo de la imagen de un gobierno autoritario minimizando el fraude electoral y las graves violaciones de los derechos humanos. Una historia que se está convirtiendo en familiar.

Y luego están los grupos de presión a favor del Kremlin, de sus amigos billonarios y de empresas rusas como Gazprom, que llevan años en Bruselas. Cuando el presidente Putin se anexionó Crimea en 2014, el 20% de las importaciones europeas de gas procedían de Rusia. Esta cifra aumentó al 40% a principios de 2022, gracias a la influencia de las empresas gasistas occidentales. La invasión de Ucrania puso de manifiesto la dependencia del continente del petróleo y el gas rusos, cuya importación financia directamente el esfuerzo bélico de Putin.

Todavía bajo la influencia directa de las empresas de petróleo y gas, la UE quiere ahora sustituir los combustibles fósiles rusos duplicando las importaciones de gas de otros regímenes autoritarios como Qatar y Azerbaiyán. La importación de gas natural licuado (GNL) de Qatar se menciona dos veces en el plan REPowerEU de la Comisión Europea para deshacerse del gas ruso, un plan impulsado por las mismas empresas de combustibles fósiles que siguen manteniéndonos rehenes de regímenes autoritarios. La empresa alemana RWE firmó recientemente un acuerdo para abastecerse de 2 millones de toneladas anuales de GNL de Qatar a partir de 2026, con el apoyo del Gobierno alemán.

En CEO exigimos a las instituciones europeas que pongan en marcha las reformas pendientes desde hace tiempo: un registro obligatorio de las reuniones entre todos los eurodiputados y los grupos de presión; un cortafuegos para los lobbies de los regímenes autoritarios; una reforma del actual registro de transparencia para que sea jurídicamente vinculante. Además, las normas que rigen la actual exención de ciertas categorías de grupos de presión de los ‘regímenes cuestionables’ deben reforzarse para proteger el proceso europeo de toma de decisiones de este tipo de interferencias.

Debe haber un organismo dotado de los poderes necesarios para supervisar e investigar de forma proactiva las violaciones de dichas normas. Y hay que adoptar medidas enérgicas contra la política de puertas giratorias (el fenómeno de rotación entre el cargo de legislador y los puestos en la industria afectada por la legislación) y la financiación de partidos políticos por gobiernos autoritarios. Por último, hay que hacer pública la titularidad de empresas y activos, para poder rastrear el dinero sucio en la UE y en todo el mundo.

Los políticos europeos que acaban de marcarse un gol en propia meta con este escándalo harían bien en limpiar su casa y adoptar medidas éticas que impidan que algo parecido se repita.  

Lucy Hall, Corporate Europe Observatory; Kat Ainger, Corporate Europe Observatory

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/corrupcion/qatargate-punta-iceberg-lobby-gobiernos-autoritarios-ue