El primer ministro italiano, Romano Prodi, presentó ayer su dimisión al jefe del Estado, Giorgio Napolitano, después de que el Senado rechazara su política exterior, según confirmaron fuentes del Gobierno. Prodi, de 67 años, dimitió 281 días después de formar su segundo Gabinete y una vez que el Senado rechazara su política exterior por dos […]
El primer ministro italiano, Romano Prodi, presentó ayer su dimisión al jefe del Estado, Giorgio Napolitano, después de que el Senado rechazara su política exterior, según confirmaron fuentes del Gobierno.
Prodi, de 67 años, dimitió 281 días después de formar su segundo Gabinete y una vez que el Senado rechazara su política exterior por dos votos, al lograr 158 frente a los 160 necesarios para obtener la mayoría.
Napolitano se ha «reservado la decisión» (es decir si acepta o no la dimisión) y hoy comenzará las consultas con los partidos políticos para la formación de un nuevo Ejecutivo, según informó la Presidencia.
Previsiblemente, encargará de nuevo a Prodi la formación del futuro Ejecutivo, del que se da por hecho no formará parte el actual ministro de Exteriores, Massimo D’Alema.
Consultas
Las consultas comenzarán a las 10.30 de la mañana y se espera concluyan en dos días como máximo.
Tras recibir la dimisión, Napolitano pidió al Gobierno que siga al frente para afrontar los temas corrientes y Prodi se trasladó al Parlamento para informar a los presidentes de las dos Cámaras de su decisión.
El centroizquierda en el poder insiste en un Prodi-bis (es decir un nuevo ejecutivo formado por Il Proffesore, como es conocido el primer ministro), mientras que la coalición conservadora en la oposición Casa de la Libertad, que lidera Silvio Berlusconi, exige elecciones anticipadas en primavera.
Romano Prodi adoptó la decisión de dimitir obligado por la pérdida en el Senado de una votación sobre la política exterior, defendida por el titular de Exteriores, Massimo D’Alema, quien el lunes manifestó que si no se alcanzaba la mayoría en esa votación el Gobierno «tendría que irse a casa».
Las palabras de D’Alema iban dirigidas a los senadores de izquiera de la coalición gubernamental («La Unión») -entre ellos, Fernando Rossi, del grupo comunista verdes PDCI-Verdi, y Franco Turigliatto, de Refundación Comunista- que rechazan la política exterior en lo referente a la participación italiana en la ocupación de Afganistán y a la controvertida ampliación de la base militar estadounidense de Vicenza.
La moción -en la que el Gobierno mantenía la presencia en Afganistán y reiteraba su sí a la ampliación de la base de Vicenza- obtuvo 158 votos a favor, 136 en contra y la abstención de los 24 senadores del opositor partido democristiano UDC.
El Ejecutivo de centro izquierda perdió por dos sufragios, ya que era necesaria una mayoría de 160 votos. Rossi y Turigliatto no votaron.
Inmediatamente, el centro derecha que lidera Silvio Berlusconi exigió la dimisión del Gobierno. Berlusconi afirmó que Prodi tiene «la obligación» de dimitir, «tanto por coherencia política, como por coherencia constitucional y coherencia ética».