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Cae el gobierno Prodi

El retorno de los movimientos

Fuentes: Viento Sur

La construcción de una nueva base militar americana, Ederle 2 en Vicenza, junto a la propuesta de continuidad de las tropas italianas en Afganistán han provocado la caída del gobierno Prodi. Tras la votación realizada este miércoles 21 de febrero, en la Cámara Alta, de la moción sobre política exterior del gobierno en los próximos […]

La construcción de una nueva base militar americana, Ederle 2 en Vicenza, junto a la propuesta de continuidad de las tropas italianas en Afganistán han provocado la caída del gobierno Prodi. Tras la votación realizada este miércoles 21 de febrero, en la Cámara Alta, de la moción sobre política exterior del gobierno en los próximos meses, presentada por Massimo D’Alema, ministro de Asuntos Exteriores, y la constatación de la ausencia de la mayoría necesaria (158 senadores cuando eran necesarios 160) se ha producido a lo largo de la tarde, una crisis de gobierno que ha acabado con la puesta a disposición del cargo por parte de Prodi al presidente de la República, Giorgio Napolitano.

En la votación ha resultado determinante la toma de posición de dos senadores, Franco Turigliatto del área Sinistra Critica de Rifondazione Comunista (PRC) y de Fernando Rossi, independiente, ex del PdCI. Franco Turigliatto, ha dimitido de su cargo poco tiempo antes de la votación, afirmando que «la elección de mi partido [se refiere al PRC y a su opción de votar a favor la moción de D’Alema] es contradictoria con nuestro programa político y con los compromisos asumidos en campaña electoral. Recuerdo que sobre Afganistán y sobre la base Vicenza nada se decía en el programa de la Unione [coalición de centro izquierda que sostenía a Prodi] con lo cual, la supuesta fidelidad a la coalición simplemente no existe». Por su parte Fernando Rossi no ha participado en la votación, ausentándose del aula parlamentaria en el momento del voto. Estos dos votos, junto a las abstenciones de Pininfarina y Andreotti «dos senadores vitalicios» [ex presidentes] que habían asegurado previamente su apoyo al gobierno, hubieran sido suficientes para mantener el apoyo parlamentario a la política exterior del ejecutivo de Romano Prodi.

El documento presentado por el ministro de Asuntos Exteriores no ha obtenido el consenso necesario en las filas de la coalición de centro izquierda debido esencialmente a dos cuestiones fundamentales: la construcción de la Ederle 2 en Vicenza y la refinanciación de la misión militar en Afganistán, votación prevista para la segunda semana de marzo. La gran manifestación del sábado 17 de Febrero que reunió en Vicenza a más de 200.000 personas contra la nueva base militar americana, a la cual se pretende trasladar la 173ª Brigada de combate del Ejército americano (unidad de asalto con características ofensivas), ha abierto en el país, a lo largo de esta semana, una brecha política entre el gobierno y el «pueblo de izquierdas» que tiene como nodo central la cuestión de la guerra y de las misiones militares en el exterior.

Tras la retirada de las tropas de Irak, las tropas italianas asumieron el mando militar de la FINUL en Líbano (en el marco de la crisis política del gobierno Siniora desatada tras la huelga general) y el gobierno Prodi ha decidido mantener la presencia de 1.900 soldados en la misión militar de Afganistán, en un escenario delineado en la reciente cumbre de la OTAN en Sevilla y como están pronosticado los recientes atentados (la muerte ayer de otra soldado española), prevé el inicio de una guerra total en primavera contra el resurgimiento de la resistencia neotalibana en las provincias del sur y del este del país.

La retirada de tropas de los teatros de guerra se ha convertido en una demanda central del nuevo movimiento contra la guerra que se está creando después la histórica movilización de Vicenza que sella el inicio de una removilización social parcial. Se trata de una interesante experiencia de lucha que conjuga la articulación local masiva de la campaña con una dimensión estatal ligada a los sectores del movimiento contra la guerra que han superado el «síndrome del gobierno amigo» y que han venido oponiéndose a las propuestas del gobierno de aumento considerable de los gastos militares para el 2007 (vía presupuestos generales) y a la continuidad en Afganistán

Estas dos cuestiones, Vicenza y Afganistán, son las que han acelerado la crisis de la mayoría y, posteriormente, la caída del gobierno. Ésta ha sido la consecuencia necesaria de la debilidad política del ejecutivo, especialmente con su exigua mayoría en el Senado, que ha venido gobernando con base a «mociones de confianza» en los asuntos fundamentales.