Antes de que termine el año, los Veinticinco se sentarán a explicar por qué consideran terroristas a 48 grupos y 45 individuos incluidos en su lista negra. El elenco de la UE, donde está ETA o Hamas, será revisado por el secretismo del procedimiento y la indefensión de los afectados tras una sentencia de condena […]
Antes de que termine el año, los Veinticinco se sentarán a explicar por qué consideran terroristas a 48 grupos y 45 individuos incluidos en su lista negra. El elenco de la UE, donde está ETA o Hamas, será revisado por el secretismo del procedimiento y la indefensión de los afectados tras una sentencia de condena de la Corte europea.
El Tribunal de Primera Instancia de la Unión -el segundo en la jerarquía judicial comunitaria- anuló ayer la congelación de fondos del grupo iraní Muyahidín Jalq (Combatientes del Pueblo), el ala armada del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán, un grupo de exiliados en París y activos opositores del régimen de Ahmadineyad. La Corte argumenta que la organización no fue informada de la decisión, ni ha recibido ninguna justificación para su pertenencia a la lista, con lo que se vulnera su derecho básico a la defensa.
La sentencia, prevista desde hace meses por el Consejo de la UE, puede abrir el debate sobre algún nombre controvertido, desde Hamas hasta los Tigres Tamiles. Aunque la decisión sólo afecta a organizaciones no europeas cuyos fondos se congelan, es decir, 28 organizaciones y 26 personas (no es el caso de ETA o afines), los Veinticinco aprovecharán para rehacer toda la lista.
El elenco, creado en 2001, tras los atentados del 11-S, se va ampliando cada seis meses con las propuestas de los Estados miembros en una oscura reunión, de la que ni siquiera existe un registro. Los representantes de Interior, la mayoría policías más que juristas, apenas dan explicaciones y, hasta que la decisión sea inamovible, no la comunican de forma oficial, ni siquiera al responsable de Política Exterior, Javier Solana.