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El franquismo no ha muerto aún, tan sólo se ha diluido, ha sabido adaptarse al nuevo aparato de Estado

El Tribunal Supremo español ha decidido ilegalizar la candidatura de Iniciativa Internacionalista

Fuentes: Rebelión

Llevo los últimos días siguiendo con ansiedad el desenlace de esta nueva tentativa del Gobierno Español y el Ministerio Fiscal de eliminar cualquier manera de expresión institucional que vaya de mano con el independenismo, por medio de la Abogacía del Estado y del Tribunal Supremo. Es el caso de la candidatura Iniciativa Internacionalista, compuesta, y […]

Llevo los últimos días siguiendo con ansiedad el desenlace de esta nueva tentativa del Gobierno Español y el Ministerio Fiscal de eliminar cualquier manera de expresión institucional que vaya de mano con el independenismo, por medio de la Abogacía del Estado y del Tribunal Supremo. Es el caso de la candidatura Iniciativa Internacionalista, compuesta, y principalmente apoyada, por amplios sectores del independentismo del centro-norte peninsular, con importante representación de la izquierda radical y el sindicalismo de clase trabajadora. La tensión es creciente, en vísperas de un veredicto del Tribunal Supremo. La campaña de criminalización de importantes medios de prensa lleva incrementándose de forma exponencial en los últimos días. Todo apunta a que el Régimen está dispuesto a ver a la polémica coalición independentista e izquierdista ilegalizada a cualquier precio.

El veredicto confirma tal tesitura, contra todo pronóstico serio en función de las bases jurídicas: «El Supremo ha decidido ilegalizar la candidatura de I.I.». Acaban de comunicármelo por correspondencia privada. La decisión del tribunal, no ha sido hecha pública por la prensa hasta aproximadamente las 3 de la madrugada de hoy, 16 de Mayo.

Están saboteando la poca «libertad» que nos queda. La de votar cada cuatro años a nuestros regentes, de entre todo lo poco que a duras penas nos representa; de entre las normas que nos impone el sistema político. Su lista de «libertades», no incluye la del derecho a cualquier elección verdadera.

Conozco a uno de los que están en esta lista, que ahora, si una gran movilización no lo remedia, no podrá concurrir a las elecciones. Su nombre, prefiero no revelarlo, por temor a más futuras represalias… Se trata de un comprometido sindicalista y militante de extrema izquierda, comprometido con la defensa de la lucha del obrero por sus conquistas sociales. Participa en el sector crítico de CC.OO., en Sevilla. Es bien conocido por varios sectores en lucha, entre ellos, el de los Mineros de Bolidén. Ha pasado varias noches con ellos en huelga de hambre en protesta por su situación de despido, ocupando la sede de su sindicato. Y ha sido uno de los sindicalistas pioneros en impulsar de manera activa, junto con sus compañeros, importantes huelgas en el sector del Metal, que han conseguido parar el primer ERE en Sevilla y parte de Andalucía, consiguiendo que no se atreviese a firmarlo la Junta. Está amenazado por la patronal. Se encuentra en el punto de mira.

Pondría la mano en el fuego, me la quemaría mil veces por militantes como ese, de convicciones implacables, de moral honesta.

Es un ejemplo de la historia de centenares de militantes que deciden moverse por el futuro de los explotados, pasando a formar parte de su bando; que luchan en torno a una idea de bien común. Así les pagan. Ahora los quieren meter en el saco de los terroristas.

Se avecinan tiempos difíciles. El franquismo no ha muerto aún, tan sólo se ha diluido, ha sabido adaptarse al nuevo aparato de Estado. Sigue pululando las altas esferas, sobreviviendo en antiguos cargos, ya sea militares, empresariales o judiciales, como es el ejemplo de la Audiencia Nacional, e incluso cargos políticos de destacados partidos, como el PP, o como la antigua UCD. Pongo el ejemplo de Adolfo Suárez, antiguo líder del Movimiento Nacional, presidente de la Dictablanda bajo el monarca Juan Carlos I, después de la muerte de Franco, y luego de la primera legislatura, como UCD, una vez aprobada la Constitución. O Fraga Iribarne, quien firmó las penas de ejecución de los últimos presos políticos como Ministro de Franco.

La represión política, no ha terminado. Sigue latente, y actúa bajo nuevas formas. Se manifiesta a cada nuevo coletazo con que arremeten las instancias del poder contra cierto tipo de organizaciones y movimientos sociales. Coletazos que toman forma por medio de tácticas propagandísticas, dignas del Manual de Goebbels, que tienen por fin la criminalización de sectores enteros que realizan críticas estructurales a la contradicción en la que se basa el sistema, por medio de sus reivindicaciones. Organizaciones como Batasuna, y sus sucesivas listas electorales, hegemónica dentro del movimiento independentista vasco, con importante apoyo de masas. Para más tarde afectar «por contagio» Izquierda Castellana, y a través de ella, a aquellas organizaciones que se presentan por medio de esta misma candidatura.

ETA le está saliendo demasiado rentable al sistema. Le ayuda a simplificar el conflicto vasco, a resolverlo en una sola línea: el terrorismo. A partir de ahí desaparecen todos los fenómenos como el descontento social, la movilización, la sensibilidad lingüística y cultural, derecho de autodeterminación, organizaciones de base, represión del Estado, torturas, grupos de extrema derecha… ¿Para qué acabar con el conflicto vasco?, si permite ilegalizar a todo lo que se mueva y moleste, en las antípodas de este Régimen político…. o de este sistema.

Conozco a estos militantes de Corriente Roja que se presentan por esta lista, y se manifiestan, en diferentes comunicados, contra la táctica de atentados de ETA, los cuales critican de poco éticos y como inútiles a la hora de presionar al gobierno o el Estado como forma de obtener objetivos políticos. Su única arma es la movilización en la calle. Esa es mil veces más peligrosa y dañina para el sistema, sin serlo para la población civil.

El sistema aún no demuestra demasiada preocupación por la izquierda socialista revolucionaria, en tanto su magnitud es proporcional a la débil situación del movimiento obrero, embrionario, dividido y fragmentado en luchas sectoriales dentro del más burdo economicismo. En cambio el independentismo posee una consigna más simple, y lleva años logrando un apoyo social de medidas muy fuertes. Sobre todo en el norte. Fortaleciéndose en la medida en que va asimilando una concatenación de consignas tradicionalmente enraizadas en la izquierda radical y en el movimiento obrero.

Una gran mayoría de independentistas no son favorables a ETA, desean que ETA abandone las armas, en tanto les obstaculiza su vida política, les crea malestar, y son explotados como arma arrojadiza por el Régimen para ilegalizar y prohibir sus ideas, y poner en el punto de mira sus organizaciones. Fermín Muguruza, cantante e instrumentista del grupo Kortatu, es uno de estos militantes de Batasuna, independentistas, de izquierdas, contrarios a la violencia y los atentados de ETA, como atestigua su comunicado tras el atentado de la T4 en Barajas.

Sin embargo, los militantes de Batasuna saben que ETA es uno más de los muchos productos que ha engendrado con los años la violencia ciega y la represión del Estado, cuyo máximo exponente es el terrorismo de Estado, y el terror policial, que llegó a alimentar a organizaciones paramilitares de extrema derecha como las organizaciones parapoliciales armadas de extrema derecha Batallón Vasco Español o los GAL. Algunas de estas organizaciones, cuentan con la protección del aparato policial en sus manifestaciones de odio, a cargo del Régimen; es buen ejemplo el líder ultraderechista Ynestrillas, con cuyas bandas fascistas, Alianza por la Unidad Nacional ó Falange Española, se dedica a proferir insultos y provocaciones contra sectores de la sociedad de la sociedad vasca y del movimiento independentista, escoltado por la policía, a propinar palizas a manifestantes aislados, y a pedir un alzamiento militar.

La extrema derecha ya existe, y cuenta con el apoyo desde instancias institucionales del Estado. O incluso pulula como residual inmerso en instancias del propio Estado. El régimen tiene recuerdos de tiempos oscuros… que no descarta recuperar. Tan sólo allana el camino, por si es llegado el momento en que necesite de ellos.

Allana el camino mediante la táctica de la criminalización y la concatenación de ilegalizaciones a medio plazo, bajo consignas de apoyo a la violencia o pertenencia al entorno de ETA y círculos terroristas, que comprometen a cada vez más sectores de movimientos reivindicativos molestos para el Estado, en la medida en que llegan a cuestionar aspectos claves tanto del Régimen monárquico de la Transición (como la República o el derecho de autodeterminación), como del sistema económico… Basta para ello, con entretejer la teoría de un supuesto entramado ó «entorno», que abarcaría al movimiento independentista, y situaría su epicentro en ETA, y terminaría englobando a sectores más amplios, mediante la táctica del contagio. Estrategia de manual ya formulada por Goebbels, el principal responsable del ministerio de propaganda del régimen nazi. Ahora le toca el turno a Iniciativa Internacionalista, una coalición que abarca desde sectores independentistas hasta de extrema izquierda revolucionaria, calumniada por el Gobierno de «banderín de enganche de ETA». De nada sirve haya explicado de forma clara su condición de inocencia, tras demostrarla delante de un juez y un jurado; de lo que extraen su propio balance.

¿Quién será el próximo?

No es necesario acudir al País Vasco. Existen localidades en las que se han llegado a aplicar ordenanzas que restringen el derecho de expresar ideas en la calle por vía de octavillas impresas, so pena de multa de en torno a 100 euros. Quieren que manifestarse por vía impresa también salga caro. ¿O es una nueva manera de hacer negocio? ¿Acaso quieren poner en venta la libertad de expresión? ¿Que sólo se exprese quien pueda? Una forma muy burda de retomar la censura, el equiparar las ideas y panfletos políticos a la publicidad comercial. Un sabotaje más a esta libertad de expresión, a la que parece que está cogiéndole alergia el sistema.

100 euros… es lo que cuesta, según el Ayuntamiento, el haber defendido posturas contrarias a la apropiación del agua en forma de bien privado, en concesión a una empresa capitalista, y haber manifestado su defensa como bien público, por vía impresa, en una localidad como la onubense Bollullos Par del Condado.

Mientras, las tácticas de represión avanzan un nuevo paso en su trayectoria.

Continúa soterrada la caza de brujas al más puro estilo McCarthy…»