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Uruguay

Elecciones a 25 años de la nueva democracia

Fuentes: ALAI-AmLatina

Después de más de una década de dictadura militar, Uruguay volvió a la vida democrática el 25 de noviembre de 1984,día en que se realizaron las elecciones presidenciales con las que culminó un proceso de diálogo y negociación con la dictadura militar, en el que el movimiento sindical jugó un rol importante.

En esos comicios fue elegido presidente Julio Maria Sanguinetti, del Partido Colorado, el primero de los cinco gobernantes democráticos que ha tenido hasta ahora ese país. Y estos 25 años han ampliado la base política del Uruguay, donde ya no son los dos partidos tradicionales los que se alternan en el gobierno. Ahora hay una tercera fuerza, que ya ocupa el primer lugar y a la que se quiso detener con el golpe de Estado de junio de 1973. Pero vayamos por partes.

Después de haber sido territorio disputado por Buenos Aires y el imperio portugués desde Río de Janeiro, el territorio que hoy ocupa Uruguay declaró su independencia en 1828 y la primera constitución de la República Oriental del Uruguay entró en vigencia el 18 de julio de 1830. José Artigas, figura principal del proceso independentista, se había exiliado en Paraguay, donde permaneció hasta su muerte, a raíz del acoso de los portugueses.

En la nueva nación, el siglo diecinueve se caracterizó por las violentas confrontaciones políticas, las que ocasionaron guerras civiles. También surgieron dictaduras y el país participó en guerras regionales. Al mismo tiempo, el sector privado se apropiaba de las tierras y ganado, y accedía al mercado mundial, dominado por Inglaterra. En ese marco surgen los dos partidos tradicionales, el Colorado y el Nacional o Blanco.

Los Colorados

El más destacado exponente del Partido Colorado es José Batlle y Ordóñez, quien gobernó en dos períodos, de 1903 a 1907 y de 1911 a 1915, su padre había sido presidente de 1868 a 1872. Influenciado por Europa, fundó las bases de un Estado moderno y pudo desarrollar un programa social importante gracias a que la elevada productividad de la ganadería dejaba un excedente que permitía tomar esas medidas sin modificar el latifundio.

Se crearon servicios sociales y educativos. El país se urbanizó, el comercio y los servicios tuvieron un gran crecimiento y el Estado era el principal empleador. Esto significó el crecimiento de una clase media liberal, educada en escuelas estatales y se protegió a la industria orientada al consumo interno. La Iglesia fue separada del Estado e incluso se legalizó el divorcio. También promovió el voto femenino, que finalmente fue instituido en 1932.

Batlle y Ordóñez modernizó el ejército y le dio carácter profesional, lo que permitió terminar con las guerras civiles que caracterizaron al siglo XIX. Sin duda que históricamente es el período más destacado del Partido Colorado, el que al fin de la dictadura militar del siglo pasado fue la colectividad que encabezó la transición a la democracia, cuando Julio María Sanguinetti fue elegido presidente en 1984.

Perdieron las elecciones presidenciales de 1990, para volver al gobierno, nuevamente con Sanquinetti,en 1995. Éste fue sucedido el año 2000 por Jorge Batlle, cuarto presidente del nuevo período democrático y sobrino nieto de José Batlle y Ordóñez.
Después de caer a menos del 10 por ciento de los votos, en las elecciones del domingo anterior (25-10-09) el Partido Colorado subió al 16.9 por ciento. Su candidato fue Jorge Bordaberry, hijo de Juan María Bordaberry, el hombre que siendo presidente el año 1973 dio un golpe de Estado en unión con los militares y establecieron un gobierno cívico-militar que marcó el inicio de la dictadura castrense basada en la doctrina de defensa de la seguridad nacional de Estados Unidos, tal como ocurrió en loa demás países latinoamericanos que fueron objeto de golpes de Estado militares.

Juan María Bordaberry está sometido a juicio hoy por los crímenes cometidos durante la dictadura. No deja de ser un dato curioso que su hijo haya logrado mejorar la votación de su partido.

Los Blancos

El Partido Nacional o Blanco también se fundó en el siglo diecinueve y una de sus figuras más destacadas es Luís Alberto de Herrera, quien nació en 1873. Periodista e historiador, además de político, fue uno de los mayores líderes de la corriente «blanca» de su partido. Participó en los movimientos, revoluciones y batallas que el «ejército revolucionario» de esa corriente libró en los últimos años del siglo XIX y comienzos del XX, también en algún golpe de Estado.

Sus relaciones con Batlle y Ordóñez fueron conflictivas debido a las críticas que De Herrera le formulaba en el diario La Democracia, e incluso una vez fue detenido. El conflicto había surgido por un comentario, supuestamente escrito por Batlle en otro periódico a raíz de un romance que habría tenido De Herrera con una mujer casada, cuyo marido la mató. Por ese motivo De Herrera retó a duelo a Batlle, mismo que no se realizó.

Esto da una idea de la personalidad inquieta de quien se transformó en uno de los líderes de su partido, que fue sin éxito candidato presidencial, que lideró posiciones avanzadas y otras contradictorias, dando origen a lo que se conoce como el «herrerismo», una corriente importante del Partido Nacional Fue enemigo del «imperialismo» estadunidense y denunció sus políticas intervencionistas. Este hombre, de una trayectoria tan compleja como interesante, fue el abuelo de Luis Alberto Lacalle De Herrera, quien en 1995 fue el segundo presidente de la pos-dictadura y actual candidato a la reelección.

No es la primera vez que Lacalle busca ser reelecto, en las oportunidades anteriores no tuvo éxito y esta vez irá a la segunda ronda electoral para enfrentarse con el candidato del Frente Amplio. Lacalle obtuvo el 28.94 por ciento de los votos y cuenta con el apoyo de los colorados, con lo que su punto de partida teórico es el 45.84 por ciento de los votos, lo que es insuficiente para ganar.

El Frente Amplio

Los años setenta del siglo veinte marcaron el auge de los movimientos populares y de los gobiernos de avanzada que propiciaban cambios profundos. Fueron también los años en que esos movimientos fueron aplastados por golpes militares basados en la doctrina de defensa de la seguridad nacional de Estados Unidos. Así sucedió también en Uruguay.

En 1971 se realizaron elecciones presidenciales en la que los partidos tradicionales se enfrentaron a una nueva formación política, el Frente Amplio, fundado el 5 de febrero de ese año por los partidos Socialista, Comunista, Demócrata Cristiano y otros sectores de izquierda y disidentes de los partidos Blanco y Colorado.

También lo integraban sectores y personalidades independientes, uno de ellos el general Líber Seregni, quien fue elegido presidente del partido y fue también el candidato presidencial de la nueva colectividad. En esos comicios ganó Juan María Bordaberry, del Partido Colorado, y el Frente Amplio obtuvo el 18.3 por ciento de los votos en su primera incursión electoral.

Mientras los movimientos populares se consolidaban, avanzaban y accedían al gobierno en varios países, incluido Perú donde gobernaban militares encabezados por el general Juan Velasco Alvarado, la intervención estadunidense, que ya había propiciado el golpe militar contra el presidente Joao Goulart en Brasil, promovía desestabilizaciones contra otros gobiernos,como el de Salvador Allende en Chile.

En Uruguay la situación se tensó al máximo cuando a las demandas sociales se sumó el episodio del agente de la CIA Dan Mitrione, secuestrado y ejecutado por el movimiento Tupamaro. La respuesta gubernamental fue el golpe de Estado del 27 de junio de 1973. Se desató una violenta represión y el general Seregni fue detenido, mientras otros políticos destacados como Wilson Ferreira, figura emblemática del Partido Blanco, debieron exiliarse.

Bordaberry permaneció como presidente del gobierno militar hasta 1976, pero el régimen militar se mantuvo hasta 1984, año en que debió convocar a elecciones de acuerdo a un cronograma negociado con los partidos políticos luego de que la dictadura fracasar en el intento de imponer su proyecto.

Al general Seregni se le mantuvo la proscripción para impedirle postular a la presidencia. Una medida similar se adoptó contra Wilson Ferreira, quien mantuvo una posición unitaria contra la dictadura y que en 1971 fuera el candidato presidencial más votado del país, pero el sistema electoral vigente en ese tiempo determinó que su partido no obtuviera la mayoría de votos.

Con las posteriores modificaciones al sistema electoral, para democratizarlo y simplificarlo, el Frente Amplio fue consolidando sus posiciones. Seregni siguió siendo la figura emblemática, pero decidió que había que dejarle el paso a las nuevas generaciones y en concreto al médico oncólogo Tabaré Vázquez, quien gobierna desde 2004 y es el quinto presidente del restablecimiento de la democracia.

En estas elecciones José Mujica, ex integrante del movimiento Tupamaro, y su compañero de fórmula Danilo Astori, que fuera ministro de Hacienda de Vázquez, obtuvieron el 48.16 por ciento de los votos. El Frente Amplio tendrá mayoría en el Senado y la Cámara de Diputados y la Lista parlamentaria más votada del país es la que encabeza Lucía Topolansky, esposa de Mujica, quien también fuera integrante de los Tupamaro y estuvo en prisión durante 13 años.

Pero habrá segunda ronda electoral, porque el Frente Amplio no alcanzó la mayoría absoluta en la elección presidencial, le faltó el 1.84 por ciento de los votos, ahora sólo necesita mayoría simple.

* Frida Modak, periodista, fue Secretaria de Prensa del Presidente Salvador Allende.

Fuente: http://www.elclarin.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=18901&Itemid=48