La nueva estructura tiene capacidad para intervenir, con 1.500 efectivos, en fronteras de Estados de la UE, aun en contra de su voluntad, y en países no miembros de la Unión. Desde ayer, por orden del Consejo de Europa, hasta 1.500 efectivos podrán intervenir, de forma inmediata, las fronteras de un país de la Unión, […]
La nueva estructura tiene capacidad para intervenir, con 1.500 efectivos, en fronteras de Estados de la UE, aun en contra de su voluntad, y en países no miembros de la Unión.
Desde ayer, por orden del Consejo de Europa, hasta 1.500 efectivos podrán intervenir, de forma inmediata, las fronteras de un país de la Unión, aun en contra de su voluntad, o incluso las fronteras de países que no sean miembros de la Unión Europea.
La nueva Guardia Europea de Fronteras y Costas nace del Frontex, y dobla su presupuesto -frente a los 143 millones de euros con los que contó Frontex en 2015, el presupuesto de la nueva estructura alcanzará los 322 millones en 2020-. Su creación, anunciada por la Comisión Europea en diciembre de 2015, se ha resuelto en tan solo diez meses en un proceso a tres bandas entre la Comisión, la Eurocámara y el Consejo de Europa en el que no se han consultado a las organizaciones de la sociedad civil, según denuncian desde Amnistía Internacional.
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Esta organización advierte de que la nueva guardia europea podría servir a los Estados para practicar devoluciones en caliente de los migrantes, sin respetar su derecho a solicitar un estatuto de refugiado, siguiendo el modelo español.
«Solo gestionando de manera efectiva nuestras fronteras exteriores podremos volver a la normalidad en el marco de Schengen. No hay otra solución», afirmó Robert Kaliňák, ministro de Interior de Eslovaquia y presidente del Consejo, durante la presentación oficial de la nueva herramienta de control fronterizo en Kapitan Andreevo, puesto fronterizo búlgaro.
Los agentes que componen la Guardia Europea de Fronteras y Costas provendrán de los Estados miembro de la Unión Europea. Alemania, con 225, es el país que aportará más agentes, seguido de Francia (170), Italia (125) y España (111). Su primera misión, comenzada ayer, es la vigilancia de la frontera entre Bulgaria y Turquía.