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El futuro de Europa se juega en Grecia

Entre el corralito y el impago desde abajo

Fuentes: Diagonal

Las redes de solidaridad con Grecia advierten de la posibilidad de que el Eurogrupo imponga una intervención de los bancos griegos como la que se ejerció sobre Chipre en 2013

¿Es un Día D o un farol más? No es sencillo responder esta pregunta ni para los propios actores implicados en el desenlace de la negociación entre el Gobierno griego de Alexis Tsipras y los actores de la troika, Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional. Ayer, 16 de junio, Tsipras ha declarado que los acreedores quieren «humillar a Grecia». Para Tsipras, mientras la delegación griega negocia de buena fe, «los prestamistas están usando la negociación para mostrar su fuerza»

De momento, en la mañana del 16 de junio, el medio griego Iefemerida ha anunciado que el gobierno griego ha decidido impagar el tramo de deuda que debe abonar al FMI a final de mes. A lo largo del día, el Ejecutivo ha anunciado que podría aprobar un aplazamiento del pago al Fondo de seis meses.

Desde varios espacios de solidaridad con Grecia se señala que las instituciones europeas se están planteando poner en marcha una quita sobre los ahorros de la población griega. El modelo elegido para satisfacer a los acreedores es un embargo de las cuentas de los particulares griegos al estilo de la intervención en Chipre en abril de 2013. En caso de que se produzca este «corralito», fuentes consultadas por Diagonal indican que el Gobierno griego puede optar por emitir pagarés y dinero electrónico que conviva con el euro.

De este modo, parte de los salarios de los empleados públicos puede ser reembolsado mediante una divisa electrónica similar a la que se aplica desde febrero en Ecuador. La idea ya fue expuesta por Eric Toussaint, responsable científico del Comité de la Auditoría de la deuda griega, en su libro Bancocracia.

Sin embargo, las mismas fuentes admiten que es difícil saber cómo y cuánto tiempo podría convivir esta moneda con el euro. Lo que no está en juego es una expulsión de Grecia de la moneda única, toda vez que como señala a Diagonal el eurodiputado Miguel Urbán (GUE/NGL-Podemos) «no hay forma jurídica de echar a Grecia del euro».

Urbán participará este jueves en la presentación de los resultados preliminares de la Comisión de la Verdad puesta en marcha para auditar la deuda, unos resultados que -a Urban no le cabe duda- «van a mostrar la estafa a la que se ha sometido a Grecia».

Quién es quién en la negociación

El anuncio hecho hoy por el Ejecutivo de Syriza vuelve a señalar al FMI como uno de las llaves para que se firme un acuerdo global con los acreedores de Grecia. Las líneas rojas marcadas por el Gobierno griego son no ceder a la presión de aplicar una nueva reforma laboral y la rebaja de las pensiones. La salida del FMI de la mesa de negociaciones el pasado 11 de junio en ningún caso se interpreta como definitiva. Preocupa más la retirada del asunto de Grecia de la agenda del encuentro que el Eurogrupo mantendrá el jueves 18.

Tal y como señalaba en la revista digital Contexto el especialista en deuda del Observatorio Metropolitano y diputado autonómico, Isidro López, el papel del FMI como órgano subsidiario de las políticas de Estados Unidos puede desbloquear una situación marcada por otras tensiones en el bando de los acreedores: la principal, las disputas entre el ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble, partidario de no negociar ningún tipo de impago de la deuda, y Merkel, más cercana en los últimos tiempos a las tesis que aboga por aceptar una prolongación a 50 años de los plazos de la deuda, una especie de ‘impago en diferido’.

El ministro de Finanzas alemán estaría en el bando de los que exigen una humillación de Grecia: «las élites francoalemanas son las más duras dentro de Bruselas, porque a lo que más miedo tienen a Syriza», explica Urbán: «El objetivo es cargarse a Syriza, no la negociación, por eso no ceden», dice un Urbán para quien España está «en el retrovisor» del ordoliberalismo encabezado por el ministro alemán de finanzas.

Schäuble, explica Urbán, está menos influenciado por Estados Unidos que Merkel. Washington, bajo ningún concepto se plantea «dejar caer a Grecia». La escalada del conflicto en Ucrania (ayer Estados Unidos anunció un despliegue militar en Europa del Este) hace temer al Gobierno de Barack Obama un acercamiento de Tsipras a Rusia, más si se tiene en cuenta, explica el eurodiputado de Podemos, la posición clave de las bases estadounidenses en Grecia para un eventual despliegue en Oriente Medio.

Mientras tanto, Mario Draghi, quien ayer mantuvo un agrio intercambio con el propio Urbán, teme que el caso griego sea el Lehmann Brothers de Europa, y mantiene una posición de «chantaje» mediante el bloqueo de bonos de deuda del país griego.

Con la situación abierta, la posición de Syriza no es uniforme. Una parte de la organización aboga por un desafío abierto mediante la declaración de impago, apoyada en los resultados de la auditoría, mientras que el Gobierno trata, hasta el momento de lograr la cuadratura del círculo, satisfacer a sus acreedores sin recurrir a una puesta en marcha de la «austeridad de rostro amable».

Los llamamientos a la solidaridad con el pueblo griego se extienden a través de toda Europa, pero en Grecia, señala Hibai Arbide, periodista instalado en Atenas, «hay ‘Días D’ todas las semanas». Arbide comentaba en su cuenta de Twitter esta mañana que «En la radio de Syriza suena música alegre como la que se baila en las celebraciones populares. Será casualidad, pero acompaña bien la noticia. Cuando acaba la canción, el locutor de la radio de Syriza se ríe de las previsiones apocalípticas sobre Grecia, el impago y el corralito».

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/global/27055-quien-manda-la-crisis-grecia.html