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Es justo conceder asilo a Battisti

Fuentes: Editorial de Vermelho

Cesare Battisti formó parte en los años 70 del grupo armado Proletarios Armados por el Comunismo (PAC). Se refugió en Francia donde vivió hasta 2004 cuando tuvo que huir a Brasil a raíz de la petición italiana de extradición. Fue condenado a cadena perpetua en ausencia por cuatro asesinatos en Italia en los turbulentos años 70. Battisti siempre se ha declarado inocente. (Traducido del portugués por Ciro Gonasti)

Brasil y los brasileños deben hacer acopio de firmeza y de paciencia frente al llamado «caso Battisti». Las destemplanzas del estilo de gobierno de Silvio Berlusconi son bien conocidas dentro y fuera de Italia. En general no se toman muy en serio, como no se tomaban en serio los factoides de cierto ex-alcalde de Río.

En la tentativa de revertir una decisión que sólo compete al Brasil (como correspondió a Italia la extradición del banquero fraudulento Salvatore Cacciola), el gobierno italiano pierde los estribos. Ya ha llamado a consultas a su embajador en Brasilia, gesto diplomático de injustificada estridencia en estas circunstancias. Amenaza con poner obstáculos a la presencia brasileña en la próxima reunión del G-8 que tendrá lugar en marzo en Italia.

En la prensa italiana, la locuaz derecha local se entrega a los improperios. Con frecuencia los extiende a Brasil en su conjunto, descrito como una nación salvaje sin autoridad para hablar de derechos humanos. Como si las acusaciones no procediesen de la patria del fascismo y donde se acuñó originalmente la expresión Años de Plomo.

El presidente Luiz Inacio Lula da Silva y el ministro de Justicia, Tarso Genro, explicaron las sólidas razones legales y humanistas que han llevado a Brasil a conceder la condición de refugiado político a Cesar Battisti. Hicieron notar que se trata de un gesto soberano del Estado brasileño, el cual inscribe la concesión de asilo político entre los principios de sus relaciones internacionales, como indica el artículo 4º de la Constitución.

La decisión brasileña no entra en las razones de la sentencia de la Justicia italiana, que condenó en rebeldía a Battisti a prisión perpetua, basándose exclusivamente en la delación recompensada de un ex-compañero, por cuatro homicidios durante acciones de un grupo armado de la extrema izquierda hace cuatro décadas  -Battisti, que se afirma inocente, tenía entonces 25 años. Mucho habría que decir si se entrase hoy en un debate relativo a la Historia, y no sólo sobre los desatinos de la extrema izquierda italiana sino también sobre la truculencia de las autoridades de los Años de Plomo, que provocó un sensible retroceso democrático en el país.

En el caso Battisti el gobierno brasileño alega sólo que existen fundados temores de persecución política en el caso de que el ex-militante sea extraditado. Basta leer los periódicos italianos para comprobarlo.

Brasil se niega a extraditar a Battisti como Francia se negó recientemente a extraditar a Marina Petrella, otra ex-militante italiana, después de asilar durante más de dos décadas al propio Battisti entre 1981 y 2004. Causa estupor la disparidad de comportamiento del gobierno italiano al tratar con los brasileños y con los franceses. Los dos pesos y dos medidas saltan a los ojos.

El cultivo del derecho de asilo es una práctica que engrandece al Brasil. En otro tiempo benefició a tiranos con las manos goteando sangre, como el dictador salazarista Marcelo Caetano y el paraguayo Alfredo Stroessner. Incluso en esos casos la opinión progresista brasileña, así como la portuguesa y la paraguaya, no protestó, pues comprende que la premisa es justa y generosa. De la misma manera y en contraste, fue injusto y mezquino extraditar a Olga Benario a la Alemania nazi en 1936.

El ejecutivo brasileño, al conceder el asilo a Battisti, obra movido por el deseo de que nunca más vuelva a ocurrir un caso Olga Benario. Se espera que el Tribunal Supremo Federal, llamado a concluir el proceso de extradición, lo haga cuanto antes y libere a Battisti para que pueda vivir y escribir sus libros en el país que le ha dado su protección.

Enlace al original: http://www.vermelho.org.br/base.asp?texto=50166