Tanto el ministro de Justicia, Edgar Taboada, como la directora de la cárcel de mujeres del Buen Pastor, que autorizaron que Cármen Villalba pudiera despedir en ese penal los restos de su hermano Osvaldo Villalba, líder del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), fueron «renunciados» de sus respectivos cargos.
Taboada fue echado ocho horas después de asumir el cargo, tras autorizar el ingreso del féretro del abatido líder del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), Osvaldo Villalba, de 39 años, a una cárcel de Asunción donde está recluida su hermana –sindicado de ser una de las fundadoras del grupo armado-, Carmen Villalba, que había pedido poder despedirse de su familiar.
Taboada afirmó a la radio paraguaya que la directora de la prisión le había dicho que las reclusas habían amenazado con amotinarse a menos que se le permitiera a Carmen Villalba ver el cuerpo de su hermano. Explicó que finalmente las autoridades tomaron la decisión de permitir el ingreso del cuerpo»para evitar que sucediera algo peor».
El presidente Mario Abdo Benítez, decidió destituir a Taboada como ministro de Justicia el mismo día que fuera designado, tras el polémico ingreso del ataúd de Osvaldo Villalba al penal del Buen Pastor. Asimismo, se relevó del cargo a la directora del reclusorio.
El Ministro del Interior, Federico González señaló que “Evidentemente fue un error y ya se tomaron las medidas correspondientes. Édgar Taboada no tuvo autorización de nadie y tomó la decisión de forma equivocada”, y alegó que “el Gobierno no negocia con ningún terrorista”, por lo que aseguró que no se negociará ante los pedidos de los grupos armados.
Según la información oficial, Osvaldo Villalba, conocido como “Comandante Alexander”, fue abatido el domingo en un enfrentamiento con integrantes de la Fuerza de Tarea Conjunta en el departamento de Amambay. Otras versiones señalan que otras señalan que lo asesinaron fríamente junto con el resto de sus compañeros este domingo en la zona de Cerro Guazú, Amambay.
El viceministro de Política Criminal, Daniel Benítez, dijo que el ingreso del ataúd fue autorizado según lo estipulado en el artículo 129 del Código de Ejecución Penal, el cual contempla que el director del establecimiento carcelario podrá conceder permiso de salida a los reclusos en caso de fallecimiento o enfermedad grave del padre, cónyuge, hermano u otro familiar cercano. Aclaró que permitir la salida de Carmen Villalobos implicaría un despliegue «bastante importante» de seguridad.
El abogado Salvador Ocampo, que pudo ver los cinco cadáveres. tres de los guerrilleros y dos de indígenas de la zona, señaló que los primeros habían sido masacrados a balazos y que alguno de los cuerpos estaban en franca descomposición, como si hubieran pasado más tiempo que las 72 horas que transcurrieron desde que fueron fusilados.
Otro tema que desconcierta en la investigación de lo ocurrido en Amambay, es la información que en primera instancia dieron varios medios paraguayos, sobre la presencia de un sexto cadáver que pertenecería a Daniel Villalba, de 16 años, de nacionalidad argentina, hijo de la presa política Laura Villalba.
La noticia de pronto desapareció de los medios, algunos de los cuales recordaron que Abdó Benítez fue quien dio la orden a sus militares entrenados en Colombia y EE.UU, del asesinato a sangre fría de las niñas Maria Cármen y Lilian Mariana Villalba. Este tipo de escándalos mediáticos sólo sirven para desviar la atención sobre la grave crisis paraguaya.
Celso Guanipa. Periodista y politólogo paraguayo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.