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Perú

¿Está capacitado Alberto Pizango para ser presidente?

Fuentes: Rebelión

Ante el anuncio de la candidatura de Pizango hay quienes dicen: «Está bien para dirigente de los nativos, pero para presidente no está capacitado». ¿Qué capacitación es la que tienen los presidentes? Gran capacidad para mentir en la campaña, por ejemplo hay que escuchar el discurso de Alan García en Ayabaca, en que habla muy […]

Ante el anuncio de la candidatura de Pizango hay quienes dicen: «Está bien para dirigente de los nativos, pero para presidente no está capacitado». ¿Qué capacitación es la que tienen los presidentes? Gran capacidad para mentir en la campaña, por ejemplo hay que escuchar el discurso de Alan García en Ayabaca, en que habla muy mal del imperialismo y del TLC, dice que el Perú es un país agrícola.

La gente votó por Fujimori por estar en contra del neoliberalismo pregonado por Vargas Llosa, en el gobierno implantó el neoliberalismo Por supuesto un requisito indispensable es tener mucho dinero para la campaña. Estamos de acuerdo en que esas capacidades no las tiene Pizango. VEAMOS SUS CAPACIDADES: Como ninguno de los presidentes que hemos tenido, escucha a la gente y hace lo que ella dispone. Para eso lo nombraron Presidente de AIDESEP y cumplió. Eso precisamente es lo que necesitamos, que el presidente no haga lo que mandan sus amos del exterior, sino nuestro pueblo. Cuando estuvo de Presidente de AIDESEP hacía lo que las comunidades nativas le ordenaban. Cuando sea Presidente del país hará lo que le ordenen todas las organizaciones populares. No necesitamos un sabelotodo, En las organizaciones populares democráticas se acostumbra trabajar en equipo. Como Presidente su tarea será coordinar el trabajo de todos.

Sobre cumplir lo que promete, lo hemos visto en la acción, más que hablar hace. Ha confrontado en la práctica, con hechos, a las grandes empresas multinacionales depredadoras y sus sirvientes: El gobierno, la mayoría parlamentaria, la prensa servil, la policía servidora de las empresas extranjeras, etc. Al votar por un candidato debemos pensar no sólo en el Perú, sino en el destino de la humanidad. Nuestra especie va a la muerte segura si continúa en manos de las multinacionales. Nuestro gran deber es preservar el medio ambiente para garantizar la supervivencia humana. Esa precisamente ha sido la batalla de la Amazonía encabezada por Pizango, lección para el Perú y el mundo. Por todas estas razones: nunca hemos tenido un candidato con mayor calificación que él. UNIDAD

Naturalmente consideramos una necesidad que las fuerzas populares actúen unidas para hacer fuerza. Precisamente todos debemos agruparnos alrededor de quien representa la lucha más democrática, más valiente y más fructífera de los últimos tiempos, la lucha amazónica. Lo que nos da pena es que ese término sea utilizado para ponernos a la cola de un militar que jamás tuvo participación alguna en las luchas populares y que no practica la democracia: Ollanta Humala. Dicen que los partidos de izquierda que lo apoyan, en lo que están verdaderamente interesados es en ocupar algunos puestos parlamentarios, eso sería un comercio sucio, preferir los puestos parlamentarios sacrificando la lucha social, única vía para obtener la transformación del país. Espero que esto sea una calumnia y que rectifiquen su actitud impulsando directamente la lucha amazónica mediante la candidatura de Pizango.

Ollanta surgió a la notoriedad por el «Levantamiento de Locumba», que fue una acción supuestamente contra el gobierno de Fujimori, pero que posteriores informaciones indican que tuvo el objeto de ser una cortina de humo para la fuga de Montesinos, como éste mismo lo indica. Naturalmente la palabra del asesor no es una fuente confiable, pero el hecho es que hubo cosas extrañas en ese «levantamiento». Inicialmente creí que Ollanta había arengado a los soldados contra Fujimori; no fue así, ordenó salir a 60 soldados y ya afuera les comunicó que se trataba de una rebelión. Ella consistió en un prolongado paseo por dos departamentos, sus fuerzas militares fueron disminuyendo notablemente, se les incorporaron algunos reservistas reclutados por su hermano Antauro. El paseo duró del 29 de octubre al 11 de diciembre del año 2,000. Cuando salió Fujimori y entró Paniagua terminó el levantamiento y luego de pocos días de detención, Ollanta fue enviado como agregado militar a Francia y luego a Corea. Luego volvió al país y aprovechó la organización de los reservistas y otros, construida por Antauro, para lanzarse de candidato, pregonando cosas que sonaran bien al pueblo oprimido.

Lo extraño fue que el «levantamiento», coincidente con la fuga de Montesinos, durante 43 días no sufrió el ataque de las fuerzas de la dictadura fujimontesinista ni con el pétalo de una flor (a diferencia del Andahuaylazo que a los pocos días de estallar fue violentamente reprimido con muertos y heridos). Supongamos que lo de cortina de humo para la fuga de Montesinos, la relación con militares montesinistas, etc. sean una vil calumnia. Necesitamos una explicación de por qué el «levantamiento» no fue reprimido por la dictadura durante los 43 días. No critico a Ollanta por su abominación por los métodos democráticos, lo comprendo. Como le dije a Antauro en la cordial y respetuosa correspondencia pública que tuvimos:

FORMACIÓN MILITAR

La Fuerza Armada es el instrumento de los poderosos sectores dominantes de la economía que son los que determinan a su servicio la organización del Estado, dentro de lo cual la Fuerza Armada y la Policía tienen la misión de ser los guardianes de ese orden.» «Naturalmente al pueblo no se le dice eso, se le enseña: «La Fuerza Armada está encargada de cuidar la seguridad de la Patria contra el ataque extranjero y la Policía está encargada del orden social interno». Es cierto que también cumplen estas funciones, en la medida en que no afecten su fundamental tarea que es la defensa del sistema de opresión.» «Por eso los jefes deben estar muy bien pagados (también cuando sirven en el exterior como le consta a su hermano).» «Por eso no puede permitirse ni un ápice de democracia en las FFAA, ya que puesto que la tropa está conformada por los sectores oprimidos de nuestro pueblo, el libre cambio de ideas y la democracia corroen el servicio a las clases dominantes.» «Usted ha sido educado en esa escuela, mientras que yo he sido educado en la escuela de la lucha social, es explicable que discrepemos.» Ollanta tiene esa formación y es consecuente con ella. Recordemos que sus superiores no quieren esclarecer su rol en la guerra sucia. Se enorgulleció por haber sido felicitado por ellos durante dicha guerra, mientras militares honestos prefirieron salir del país a servir en ella. Cuando en las pasadas elecciones un candidato de la derecha pidió la impunidad para los militares masacradores, él protesto, pero no en defensa de los derechos humanos, sino porque ese tema tan delicado para su «familia militar» no debía ser usado en la campaña electoral. Para él la democracia es un enemigo mortal, está acostumbrado al verticalismo, él es el jefe y manda él. Cuando sus partidarios le esperaban ansiosos en el Cusco para que juramentara a su directiva, les preguntó:

– ¿Quién eligió esa directiva?

– Nosotros, los miembros del partido

– Acá no es como en los otros partidos, acá soy yo quien elige a la directiva.

Así fue cuando eligió a los candidatos, a algunos les vendió la candidatura, como a Torres Caro, quien, como buen negociante, al salir electo vendió su cargo por un precio mucho mayor. A otros porque tenían popularidad para jalar votos, como a Juana Huancahuari, quien continúa siendo la luchadora social que siempre fue. En las elecciones municipales y regionales, no hizo caso a la opinión de su base en la elección de candidatos, le fue muy mal. Ese método continúa, dice que no será ninguna coalición electoral la que elija a los candidatos, que será su partido, y como en su partido ejerce la disciplina militar, será él quien elija.

Cuando antes del baguazo algunos parlamentarios nacionalistas decidieron declararse en huelga de hambre exigiendo la derogatoria de los decretos ley conflictivos, el les prohibió hacerlo «mientras no vinieran Pizango y la dirección de AIDESEP» a pedírselo a él. En su pasado anterior a ser candidato no registra ninguna participación en luchas sociales Gutiérrez, el militar ecuatoriano que traicionó a sus electores, por lo menos tuvo el mérito de haber sido encarcelado por negarse a disparar contra los indígenas. Ollanta ha declarado: «No soy de izquierda ni de derecha». De bellas promesas electorales estamos más que hartos en el Perú, queremos ver acciones. Ya mencionamos las bellas promesas de Alan en Ayabaca, mucho más interesante que todo lo dicho por Ollanta. Pizango no promete, actúa, coordinando la lucha de la población amazónica en defensa de su organización comunal y de la selva para los nativos y para toda la especie humana.

EN CONCLUSIÓN

Felicito a quienes, comprendiendo que los hermanos amazónicos con su lucha se erigieron en la vanguardia del pueblo peruano en su combate por la defensa de la soberanía, la organización colectiva y la naturaleza, contra el imperialismo y sus sirvientes nacionales, conformaron en Lima el Frente por la Vida y la Soberanía (FRENVIDAS) para apoyar la lucha amazónica. Les pido que utilicen el FRENVIDAS para realmente apoyar esa lucha, lo que se manifiesta en defender la candidatura de su representante, trasladando así al plano político electoral ese combate. No usen la lucha para ponerla a la cola de un candidato militar a quien no se le vio en ninguna lucha social. ¡Unidad sí! ¡Pero unidad para propulsar la lucha amazónica no para prostituirla!

Rebelión ha publicado este artículo con autorización del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.