Rino Della Negra, hijo de inmigrantes italianos que adquirió la nacionalidad francesa a los 15 años, fue ejecutado con 20 el 21 de febrero de 1944, junto a sus compañeros de lucha, y luego declarado “muerto por Francia” en 1950, es aún para muchos un desconocido.
Una calle de Argenteuil (Val d’Oise), ciudad donde se crio, lleva su nombre. Hay una placa conmemorativa en su honor en la ciudad minera de Vimy (Pas-de-Calais), lugar de su nacimiento, y otra en el Stade Bauer, santuario del Red Star Football Club de Saint-Ouen (Siena-Saint-Denis), cuya tribuna Este, rebautizada con su nombre, perpetúa el recuerdo de quien fue a la vez un prodigio del fútbol y un combatiente de la Resistencia. Aparece su nombre en el monumento a los 1008 fusilados del Mont-Valérien. Fue uno de los miembros más activos de los Francs-tireurs et partisans-Main d’œuvre immigrée (FTP-MOI) (1) de la periferia parisina, diezmados en 1943 por los ocupantes nazis… Así y todo, Rino Della Negra, hijo de inmigrantes italianos que adquirió la nacionalidad francesa a los 15 años, fue ejecutado con 20 el 21 de febrero de 1944, junto a sus compañeros de lucha, y luego declarado “muerto por Francia” en 1950, es aún para muchos un desconocido. Hasta ahora no se le había dedicado un libro entero. El de Dimitri Manessis y Jean Vigneux (2) viene a remediar esta laguna. Con gran profusión de documentos, recorre la corta vida de “Rino”.
Nacido de padres friulanos que habían huido de la Italia de Mussolini, entró con 14 años en la fábrica Chausson de Asnières como ajustador. Deportista excepcional, practicó el atletismo y sobre todo el fútbol en el equipo de Argenteuil, donde destacó como extremo derecho. En el verano de 1943, “Rino” fue reclutado por el prestigioso Red Star, que por entonces dominaba el fútbol en Francia. Pero en ese espacio de tiempo había pasado a la clandestinidad. Desertor al Servicio de Trabajo Obligatorio (STO), se incorporó a los FTP a principios de 1943. Hasta el otoño, participó en una quincena de acciones armadas contra la Wehrmacht –¡al tiempo que seguía jugando con el Red Star!–. Herido durante un ataque antialemán en París el 12 de noviembre de 1943, fue detenido, torturado y encarcelado en la prisión de Fresnes, y posteriormente ejecutado en el Mont-Valérien. En sus últimas cartas, explica que “en la vida no hay espectadores”, pide a su familia que “[den] un banquete” tras su muerte, y no olvida enviar “un saludo y un adiós a todo el Red Star”…
El club francés de la estrella roja en el escudo es también protagonista del libro de Basile de Bure Deux pieds sur terre (3). A lo largo de una temporada, el periodista siguió a los aprendices de futbolista del Red Star, procedentes de entornos desfavorecidos y que aspiran a convertirse en profesionales. El autor, que rebate los tópicos sobre los jóvenes de los barrios populares, recuerda el arraigo obrero del club, su tradición antifascista “heredada de las raíces comunistas de la ciudad”, e incide especialmente en la figura tutelar representada por Della Negra, “convertido en un icono entre las filas de la afición”. Encabezados por los “ultras” de la “tribuna Rino”, los hinchas andan a día de hoy enfrentados con la directiva del Red Star, que quiere venderlo a un fondo de inversión estadounidense, con el riesgo de que este mítico club pierda su alma (4). “Una estrella roja nunca muere”, reza la gran pancarta que exhiben los hinchas durante los partidos de los de Saint-Ouen, en homenaje a Rino Della Negra.
Notas:
(1) Organización armada comunista fundada en la clandestinidad en 1942, implantada en muchas grandes ciudades.
(2) Dimitri Manessi y Jean Vigneux, Rino Della Negra. Footballeur et partisan, Libertalia, Montreuil, 2022, 270 páginas, 10 euros.
(3) Basile de Bure, Deux pieds sur terre, Flammarion, París, 2020, 376 páginas, 20,90 euros.
(4) Véase “Les supporters du Red Star sonnent la révolte”, L’Humanité, París, 20 de abril de 2022.