Quien analiza el primer discurso público de Blair tras los atentados en Londres, y conoce un poco los antecedentes del primer ministro británico, no puede llegar a otra conclusión de que se trata de una persona mentalmente enferma (que sufre de una esquizofrenia o de una amnesia total) o de un estúpido. ¿Cómo un hombre […]
Quien analiza el primer discurso público de Blair tras los atentados en Londres, y conoce un poco los antecedentes del primer ministro británico, no puede llegar a otra conclusión de que se trata de una persona mentalmente enferma (que sufre de una esquizofrenia o de una amnesia total) o de un estúpido.
¿Cómo un hombre que en los años anteriores se ha dedicado a mandar asesinar a más de cien mil personas con bombas de todo tipo, puede hablar de justicia o condenar a unas personas que colocaron los explosivos que ni provocaron la muerte del 0,1% de las personas muertas bajo las bombas anglo-americanas en Irak? ¿Quién puede creer a ese hombre del cual se sabe perfectamente que no ha hecho nada más que manipular informes, mentir y engañar para justificar otra guerra injusta y provocadora de todavía más odio y sentimientos de venganza? ¿Quién realmente se cree que los que colocaron las bombas en Londres lo hicieron para destruir la supuesta ‘libertad y democracia’ occidental y no tomaron simplemente venganza contra el cinismo violento y la brutalidad occidental?
Pues la respuesta es abrumadora. Blair acaba de ser re-elegido por millones de votantes. Eso sólo tiene una explicación: el hombre blanco occidental debe ser muy, pero muy estúpido, o dicho con otras palabras, debe ser bastante subdesarrollado [1] . A veces parece que realmente cree que es más civilizado echar bombas sobre la población civil desde aviones y helicópteros, que hacerlo con una mochila.
Según los organizadores de la ‘guerra contra el terrorismo’, se trata de defender los altos valores de Occidente, de defender nuestra cultura contra la otra, la barbarie. [2] Exactamente el mismo argumento que utilizaron Hitler, Napoleón, César, y otros criminales históricos que para satisfacer sus propias ansias de poder organizaron guerras y masacres. En cualquier guerra, organizada desde los poderes estatales, los otros invariablemente son bárbaros, terroristas que amenazan su forma de vivir. Un pensamiento siempre acompañado de un profundo racismo: el otro, el enemigo, es presentado como inferior (en su desarrollo y cultura), y a la vez como un peligro que amenaza a la cultura propia. Una contradicción necesaria que debe justificar el uso de la violencia masiva e indiscriminada contra el enemigo. (Por ello también es necesario negar y destruir las expresiones de la cultura del enemigo -como el saqueo de los museos en Bagdad-.)
¿Cuántas personas, si tuvieran a su alcance algún tipo de arma y la oportunidad de matar a uno de los dictadores militares, imperialistas o económicos (aquellos que defienden el capitalismo salvaje por encima de la vida) no lo harían? Deben ser muchos, muchísimos. Según cifras oficiales de EEUU y de Europa Occidental, ya se han ‘abatido’ a más de 10.000 terroristas mal llamados islámicos en el mundo (sobre todo en Afganistán e Irak), con un ‘daño colateral’ [3] de más de 150.000 personas asesinadas. Otros muchos ‘terroristas’ permanecen en prisiones legales, ilegales hasta secretas. ¿Cuántos terroristas quedan por ‘abatir’? ¿Otros 10.000? ¿A qué coste? ¿Cuántos centenares de miles de personas morirán bajo las bombas de los ‘defensores de los valores’? Y por último, ¿cuántos nuevos ‘terroristas’ provocarán estos bombardeos, tanta injusticia impune?
Curiosamente, el gobierno más violento de los últimos 60 años, ha sido aquel que se promueve como el más desarrollado. El único estado que utilizó las armas nucleares, probablemente el acto más terrorista de la historia humana. El estado que más utilizó las armas químicas y biológicas. El estado que más golpes de estado y dictaduras violentas impulsó en el mundo. El estado que a más terrositas formó en sus escuelas militares (llamadas Escuelas de las Américas). El estado que dispone de un presupuesto militar igual a lo que se gasta en el resto del mundo. Un estado que vende el 45% de todas las armas que se comercializan en el mundo. La política exterior y la política económica de EEUU es la máxima expresión del cinismo y en el fondo, del no-desarrollo humano. (El desarrollo entendido como un estado en la evolución humana caracterizado por valores éticos y de justicia universal, y no por la acumulación de bienes materiales y financieros a cualquier precio -lea la invasión, el bombardeo y la colocación de gobiernos títeres.)
Sólo mediante un discurso profundamente racista se puede mantener y justificar esta situación. Un apartheid global, promovido y mantenido por los estados llamados ‘Occidentales’.
El asesinato de Theo Van Gogh en Holanda provocó una discusión en la cual abiertamente se aceptaron (y se aceptan) discursos racistas como válidos. Se cuestionó la supuesta base tolerante de su cultura, y se pidieron medidas para defender la propia cultura contra esa cultura bárbara e intolerante. ¿Pero, cuántos inmigrantes son y han sido víctimas de ataques racistas en ese mismo país? ¿Cuántos inmigrantes han sido asesinados en estos actos? ¿Alguna vez se cuestionó la cultura y civilización cristiana occidental por estos ataques racistas? El choque de culturas y otras teorías fascistas florecen cuando resultan muertos o heridos algunos occidentales. ¿Quién habla de choques de culturas, cuando muere otro inmigrante acuchillado o a patadas? Cada año, en Europa, centenares de inmigrantes sufren ataques racistas, que a menudo terminan con la muerte. ¿Por qué Francia, Bélgica, Gran Bretaña, España y otras potencias colonizadoras e históricamente violentas y racistas, se auto-otorgan el derecho de mandar tropas militares para proteger a sus ciudadanos en las antiguas colonias, cuando nunca sería aceptado al revés? ¿Por qué Argelia no tiene el derecho de mandar tropas militares a Francia para proteger a sus ciudadanos frente a los ataques racistas? Por número de víctimas, mueren mucho más africanos en actos violentos en Europa, que europeos en África. Con lo cual deberíamos concluir que las autoridades europeas no son capaces de proteger a los ciudadanos de África. Y por lo tanto, sería más justificado el envío de tropas africanas a Europa para la protección de sus ciudadanos. El rechazo de esa conclusión, sólo es explicable desde el racismo y el pensamiento de la superioridad propia.
A diario se rechaza la entrada a o se expulsa de Europa a centenares de personas de la mayor parte del planeta. Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cada persona tiene el derecho a salir de su país. Pero centenares de personas mueren cada año porque intentan hacerlo hacia el Norte. Cuando los países de la antigua URSS impedían la salida del país -hacia Occidente- de sus ciudadanos que no disponían de permiso oficial, sus gobiernos eran condenados por violaciones a los Derechos Humanos. Cuando los países occidentales impiden la salida del país -hacia Occidente- de los mismos ciudadanos que no disponen de permiso oficial, se trata de una política normal, llamada política de inmigración.
Y me pregunto: ¿cuál sería la reacción de Occidente si las cosas fueran al revés? ¿Si algún estado se dedicara a imponer un bloqueo económico y cultural a Gran Bretaña, además de apoyar a terroristas para derrocar al gobierno? ¿Si un estado se dedicara a espiar con satélites a EEUU? ¿O si algún estado se dedicara a mandar investigadores antropológicos a España para investigar los diferentes pueblos y sus costumbres y hacer documentales en los cuales se habla de las tribus castellanas o valencianas? Ni siquiera me pregunto qué pasaría si a los estados africanos se les ocurriera mandar aviones para bombardear Europa por sus políticas económicas tan ruinosas que hunden en la pobreza a millones de africanos. Según la civilización desarrollada occidental, tendrían toda la razón, porque la defensa de los intereses económicos parece permitir tales acciones. Al menos, eso dicen (y practican) los estados desarrollados occidentales.
[1] Subdesarrollado: que no se ha desarrollado hasta el nivel normal. No queda duda que existe el potencial de inteligencia dentro del ‘hombre occidental’, pero su actuación demuestra claramente un sub-desarrollo de ese potencial.
[2] Ninguna otra cultura en la historia de la humanidad ha provocado tanta muerte y miseria (a través de los procesos de colonización) o había desarrollado un sistema económico tan ineficaz (que amenaza a la totalidad del planeta por su insostenibilidad) que Occidente.
[3] Otra expresión racista occidental: las personas asesinadas bajo las bombas occidentales no son víctimas del terrorismo sino simplemente ‘daño colateral’, por lo cual ni siquiera hace falta contabilizarlos.