Traducido del ruso por Josafat S. Comín
Declaración del Partido Comunista de Bielorrusia, en relación con la campaña antibielorrusa desatada en el exterior.
Algunos «demócratas ilustrados» usamericanos y europeos con desenfrenado empecinamiento demuestran al mundo una y otra vez su desprecio por las normas comúnmente aceptadas de las relaciones internacionales. Bajo ficticios pretextos se inmiscuyen sin ningún tipo de ceremonias en los asuntos internos de estados soberanos, imponiendo su visión de los «estándares democráticos», intentando castigar a los pueblos amantes de la libertad por su aspiración a determinar por si mismos su destino y condiciones de desarrollo.
La posición de la mayoría absoluta de los ciudadanos bielorrusos es inquebrantable: solo el pueblo bielorruso es dueño pleno en su tierra. Nadie puede arrogarse el derecho de decidir por nosotros o decirnos como vivir en nuestra tierra. La no intromisión en los asuntos internos es unos de los principios fundamentales del derecho internacional, que nadie puede violentar.
No tentemos ninguna duda de que los acontecimientos ocurridos el 19 de diciembre del año pasado en Minsk, respondían a un complot organizado contra el pueblo bielorruso: Financiado por los servicios secretos extranjeros, el papel ejecutor le fue reservado a la supuesta oposición democrática local, y más exactamente a unos provocadores, renegados y pícaros de la política, preparados por los entrenadores extranjeros de las «revoluciones de colores» y la devastación, con el objetivo de influir en la voluntad del pueblo.
El pueblo bielorruso está siempre dispuesto a dialogar tranquila y serenamente con todo aquel, que desee hacerlo de modo sincero, de igual a igual, y no desde una postura de fuerza o en el idioma de los ultimátums.
La sanciones impuestas contra Bielorrusia por estos «luchadores por los principios democráticos del estado de derecho y los derechos humanos», no son otra cosa que una rémora del pasado y un intento de imponer su voluntad.
Estamos convencidos de que no hay ni ha habido ningún fundamento legal que justifique la imposición de sanciones contra Bielorrusia. Las elecciones presidenciales se desarrollaron respetando escrupulosamente la Constitución de Bielorrusia y la legislación nacional. El presidente de Bielorrusia, elegido en elecciones libres y democráticas, es legítimo. Los acontecimientos que protagonizaron esa canalla política de provocadores siguiendo el guión «democrático» inmediatamente después de las elecciones, solo puede ser enjuiciado de acuerdo a la legislación bielorrusa, y nunca según los mutables criterios de ciertos funcionarios usamericanos y europeos.
El Partido Comunista de Bielorrusia y sus partidarios, como parte de la sociedad civil bielorrusa, exigimos de la administración usamericana, de los representantes de las estructuras de la UE y de una serie de gobiernos de países de Europa, poner fin de inmediato a la violenta campaña informativa contra un estado europeo independiente, el cese de la presión contra el pueblo bielorruso y sus órganos de gobierno.
Exigimos la inmediata derogación de las sanciones, -que contradicen el principio de desarrollo en amistad y buena vecindad en las relaciones entre pueblos-, impuestas contra empresas bielorrusas, políticos, funcionarios, periodistas y médicos, trabajadores de la Fiscalía y la judicatura, profesores universitarios y miembros de los órganos de seguridad.
Confiamos en que se imponga el sentido común y el verdadero respeto por los derechos de los bielorrusos, que aspiran a vivir de su trabajo y de acuerdo a sus leyes.