La investigación del suicidio de tres trabajadores del grupo automovilístico francés Renault está hoy en manos de la justicia francesa, indicaron fuentes sindicales. Las tres muertes fueron reportadas entre octubre de 2006 y febrero de 2007 en el Technocentre, una planta que la compañía tiene en Guyancourt, al suroeste de París. Pese a que uno […]
Las tres muertes fueron reportadas entre octubre de 2006 y febrero de 2007 en el Technocentre, una planta que la compañía tiene en Guyancourt, al suroeste de París.
Pese a que uno de los suicidios fue catalogado como accidente de trabajo, las investigaciones que se hicieron hasta el momento arrojaron que los tres fallecidos trabajaban jornadas extras por lo que se encontraban sobrecargados.
De acuerdo con representantes de los sindicatos existía un clima de stress y competencia muy grande entre los trabajadores debido a las presiones de los directivos por cumplir o sobrepasar las metas.
El miedo al despido, a un freno en la entrada financiera acompañados de una fuerte tendencia a la individualidad marcaban a los asalariados de esta planta completamente alejados de un clima laboral favorable.
Luego de los acontecimientos, el presidente de Renault, Carlos Ghosn, decidió una evaluación de las condiciones de trabajo y de las prácticas en el centro y se contrataron más ingenieros para apoyar al resto.
También el del grupo automovilístico francés PSA Peugeot-Citroen se encuentra bajo investigación interna por el suicidio de cinco trabajadores.
El primero de los decesos ocurrió a principios de febrero en el distrito Charleville Mezires, del departamento de Ardenas, ubicado al noreste de Francia y los cuatro últimos en menos de 15 días en la ciudad alsaciana de Mulhouse, al este de la capital.
Igualmente, meses atrás en la central nuclear de Chinon de la empresa de Electricidad de Francia (EDF) se produjeron cuatro suicidios.