Durante la cumbre de Estrasburgo se hará oficial el reingreso de Francia, después de 43 años de ausencia, en el comando militar integrado de la OTAN, del que se retiró en 1966 por iniciativa del presidente Charles de Gaulle, que rechazaba el control de esta estructura por EE UU. Esta decisión, anunciada hace un […]
Durante la cumbre de Estrasburgo se hará oficial el reingreso de Francia, después de 43 años de ausencia, en el comando militar integrado de la OTAN, del que se retiró en 1966 por iniciativa del presidente Charles de Gaulle, que rechazaba el control de esta estructura por EE UU. Esta decisión, anunciada hace un año, ha sido el colofón de una serie de pasos tendentes a la reintegración plena de Francia en la OTAN, organización en cuya fundación participó en 1949 y en la que es, hoy por hoy, el cuarto contribuyente a nivel presupuestario y el quinto en número de soldados. De hecho, desde 1991 Francia ha regresado progresivamente al comando militar. En 1995 reanudó su participación en el Comité Militar y el Consejo de Ministros de Defensa de la OTAN, y desde esa fecha ha desplegado tropas en tres grandes operaciones de la alianza: en Bosnia, Kosovo y Afganistán.
El presidente Nicolas Sarkozy, declarado atlantista y admirador de los EE UU, quiere crear una Francia «más fuerte y más influyente» y ser el impulsor de una «Europa de la Defensa» muy ligada a la OTAN. Aunque Francia, potencia militar con más de 400 cabezas nucleares, seguirá ausente del Grupo de Planes Nucleares de la OTAN para conservar su «disuasión militar independiente».
La integración de Francia en el comando militar ha provocado la oposición de una parte de la derecha que teme la pérdida de independencia de Francia, pero principalmente de un amplio movimiento de organizaciones pacifistas y antimilitaristas, que estará presente en Estrasburgo.
Mientras, esa Francia «fuerte e influyente», que mantiene una presencia militar en ex colonias como Costa de Marfil y Chad y tiene bases en Senegal, Yibuti y Gabón, seguirá desarrollando su influencia militar de la mano de Sarkozy. El mandatario ha anunciado la apertura en mayo de una nueva base en Abu Dhabi, la tercera de Francia en el océano Índico, que albergará entre 400 y 500 militares y se situará en el estrecho de Ormuz, una zona considerada de prioridad estratégica por ser el lugar de paso del 40% del petróleo que se comercializa a nivel mundial.