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Francia

«Frente al FN, hay que subirse a la barricada»

Fuentes: Sin Permiso / Libération

Jean-Luc Mélenchon ha confirmado esta semana que irá de caza a las tierras de la jefa del FN para las legislativas. Entrevistado por Lilian Alemagna., explica su decisión a Libération:   «[El distrito electoral de] Hénin-Beaumont no es propiedad de la señora Le Pen» . Al ataque. Jean-Luc Mélenchon es candidato al escaño de diputado […]

Jean-Luc Mélenchon ha confirmado esta semana que irá de caza a las tierras de la jefa del FN para las legislativas. Entrevistado por Lilian Alemagna., explica su decisión a Libération:  

«[El distrito electoral de] Hénin-Beaumont no es propiedad de la señora Le Pen» . Al ataque. Jean-Luc Mélenchon es candidato al escaño de diputado en la 11ª circunscripción de Pas-de-Calais. En Hénin-Beaumont [1], frente a Marine Le Pen. [2] Se acaba la «semi-demente» [apelativo que Mélenchon propinó a Le Pen] y el eurodiputado insiste en la batalla «ideológica».

¿Por qué escoge ir a desafiar a Le Pen?

Me presento a las legislativas porque hay una continuidad con las presidenciales. Los resultados en votos [11,1%] me otorgan la responsabilidad de ser ejemplar. Para elegir circunscripción, había tres parámetros: un contenido social y obrero fuerte, la batalla con el Frente Nacional, y encarnar el relevo en la izquierda allí donde el Partido Socialista está sin aliento y se debate entre escándalos y querellas personales.

Pero para eso, podría haber ido usted a otras demarcaciones…

Podría ir a Marsella o al Herault…Pero frente a la señora Le Pen, la batalla llega a su paroxismo. Si el mayor partido de la izquierda hubiera hecho su trabajo en Hénin-Beaumont, no estaríamos allí. El Frente de Izquierda puede ser el relevo.

Decisión tardía, con un FN muy implantado…¿No son estas elecciones las más arriesgadas de su carrera política?

El Frente de Izquierda ha acumulado una fuerza y hay que utilizarla. Yo no sigo la lógica de la gestión del patrimonio electoral. Hace falta insuflar una cultura de dinamismo, de audacia a una fuerza como la nuestra, nueva y todavía frágil. Si los primeros responsables no corren riesgos, ¿por qué razón van a correrlos los demás? Precisamente porque no hemos alcanzado nuestra velocidad de crucero, hay que subirse a la barricada.

¿No busca usted el desquite de las presidenciales?

No. No hay dimensión personal alguna. En la persona de la señora Le Pen, me enfrento a las ideas del FN. Al inicio del siglo XXI, en la antigua cuenca minera, cuna del movimiento obrero, ¿se elige a un diputado de extrema derecha o del socialismo histórico? La salida de la crisis, ¿va por el lado social o étnico? Le pido un debate a la señora Le Pen. Espero su respuesta.

¿No es sólo un golpe mediático?

¡Es que hace falta que la situación se mediatice! ¿Cómo puede haber gente en municipios con una tasa de un 25% de paro? ¿Cómo hay patronos golfantes que compran empresas, las desvalijan y lo abandonan todo? Hénin-Beaumont no es propiedad de la señora Le Pen. Todo el mundo dice que es su feudo. ¿Desde cuándo? Ha conseguido un buen resultado, ¡pero todavía no ha ganado nada!

Critica ella su «paracaidismo»…

No son unas elecciones locales. Y yo llevo tirándome en paracaídas desde que mi madre me echó al mundo. Vengo de África del Norte, he vivido en Normandía, en el Jura, el Doubs, en el Essonne. He sido representante del Gran Sudoeste. ¡Así que lo tengo todo para ser un buen diputado nacional!…Pero, ¡qué broma es esta de que me trate así la señora Le Pen! Que, por otra parte, sólo está semana ha tramitado la compra de una vivienda en Hénin-Beaumont para darse de nuevo un toquecito de residente local…

¿Le pide usted a los candidatos del PS y Los Verdes que le apoyen en la primera vuelta?

Que hagan lo que crean mejor. No voy en busca de ninguna clase de arreglo. Quiero conseguir una movilización para obtener un rechazo popular de la extrema derecha y limpiar la izquierda.

¿Cómo analiza usted el 31% de Le Pen en esta circunscripción en las presidenciales, más del doble del suyo?

Ha recogido el conjunto de votos de la derecha, y ha empezado a morder en una población que debería reconocerse normalmente en la izquierda. ¿Por qué no se reconocía ya en ella? Porque el PS local e institucional está burocratizado y paralizado por los escándalos. Pero quiero recordar que hay cuatro municipios comunistas en esta circunscripción ¡Nuestra red también está muy bien!

Si entra usted en la Asamblea, ¿cuál será su sitio? ¿Con la mayoría? ¿Con la oposición?

No es tan sencillo de definir. No estamos en la mayoría, puesto que no estamos en el gobierno. Pero no tiene sentido considerarse en la oposición. No votaremos nunca una moción de censura que provenga de la derecha. Por contra, no nos comprometeremos en la votación de los presupuestos. Queremos ser positivos, pero no ingenuos. Yo hablo de «autonomía conquistadora». Apelo pues a los electores de izquierda para que rechacen el ahogo del voto útil y voten al Frente de Izquierda para dar color a la nueva Asamblea.

Pero ¿cómo influir para cambiar la vida de la gente sin estar en el gobierno?

Por medio del debate parlamentario. Con enmiendas, proposiciones de ley…Tomar a los electores por testigos hará avanzar más que cualquier arreglo para buscar sitio en el gobierno.

¿Por lo tanto, ministros del Frente de Izquierda, imposible, ni siquiera más tarde?

Lo repito: no participaré nunca en ningún otro gobierno que no sea el que yo dirija. Y aconsejo a mis camaradas que se atengan a esta fórmula. Es la única que concilia responsabilidad, vocación gubernamental y respecto del mandato recibido de nuestros electores.

¿Qué espera usted de los primeros días de la presidencia de Hollande?

Que dé de al mundo la sensación de una elevada determinación. Francia debe pedir prestados pronto a los mercados 12.000 millones de euros. Si la tasa es buena, todo irá bien. Si las finanzas empiezan a buscarnos las cosquillas, habrá que comenzar a devolver golpes. A resistir. La manera de entrar en escena de François Hollande es decisiva. Debe mostrar asimismo que en el plano interior no le temblará la mano para regular la cuestión social: el reparto de las riquezas del país.

¿Cómo analiza usted la situación política en Grecia?

Es espantoso ver cómo los medios franceses se han pasado tres días hablando del «ascenso de la extrema izquierda y los neonazis», cuando se trata de un triunfo de nuestros camaradas de Syriza, la confirmación de que las revoluciones ciudadanas vistas en América del Sur llegan a Europa. En Grecia, somos ya el primer partido de izquierda. En Francia eso sucederá en menos de diez años

¿Le desea a Francia un destino a la griega para llegar al poder?

¡De ninguna de las maneras! Lo que he dicho es que, frente a las finanzas, o se resiste o se capitula. François Hollande busca otra solución y le deseo que lo consiga. Si no, volvemos a la casilla de salida: ¿capitular o resistir? Si elige capitular, irá a ver a Bayrou y su unión nacional. Si resiste, será con nuestras soluciones. Porque los socialdemócratas europeos no han demostrado en ninguna parte de Europa que sepan lo que hay que hacer.

¿Qué balance hace de su campaña presidencial?

Excepcional. Nos hemos invitado a la mesa de los grandes, dejando fuera a los centristas y hemos hecho emerger una nueva fuerza. El Frente de Izquierda está ahí para este periodo histórico. Es legítimo querer ser la alternativa de la izquierda.

NOTAS: [1] En la 11ª circunscripción de Pas-de-Calais, Marine Le Pen obtuvo el 31,42% de los votos el pasado 22 de abril y Jean-Luc Mélenchon el 14, 85%, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Hollande quedó en segunda posición con un 28,75%. En la segunda vuelta, terminó en cabeza con un 60,44% frente a un 39,56% de Sarkozy. [2] «No hay por qué convertirlo en un fenómeno. Políticamente, se trata de un epifenómeno. (…) ¡Ya no se trata de rabia, es amor! Creo que no puede vivir sin mí». Marine Le Pen, el sábado pasado en Perpiñán, 12 de mayo, ironizando sobre la candidatura de Mélenchon.

Traducción para www.sinpermiso.info : Lucas Antón

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