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Entrevista al sociólogo y politólogo Sami Naïr

«Hace mucho tiempo que la Unión Europea liquidó el derecho de asilo»

Fuentes: Rebelión

Las organizaciones de derechos humanos han calificado de «vergonzoso» el pacto alcanzado entre la Unión Europea y Turquía para la deportación de personas refugiadas, pero más allá del reciente acuerdo, «la Unión Europea liquidó el derecho de asilo hace mucho tiempo», afirma el catedrático de Ciencias Políticas, sociólogo y especialista en movimientos migratorios, Sami Naïr […]

Las organizaciones de derechos humanos han calificado de «vergonzoso» el pacto alcanzado entre la Unión Europea y Turquía para la deportación de personas refugiadas, pero más allá del reciente acuerdo, «la Unión Europea liquidó el derecho de asilo hace mucho tiempo», afirma el catedrático de Ciencias Políticas, sociólogo y especialista en movimientos migratorios, Sami Naïr (Tlemcen, Argelia, 1946). Eurodiputado entre 1999 y 2004, autor de libros como «¿Por qué se rebelan?», «El desengaño europeo», «La inmigración explicada a mi hija», «El Imperio frente a la diversidad del mundo» y «La Europa mestiza: inmigración, ciudadanía y codesarrollo», entre otros, Sami Naïr fue la primera persona que planteó la idea de «codesarrollo», que definió en 1997 como «una propuesta para integrar inmigración y desarrollo de forma que ambos países, el de envío y el de acogida, pudieran beneficiarse de los flujos migratorios». El politólogo ha participado en un acto organizado por el Instituto de Derechos Humanos de la Universitat de València, junto al catedrático Javier de Lucas y la vicepresidenta del Gobierno Valenciano, Mónica Oltra.

-¿Qué opinión te merece el pacto alcanzado entre la UE y Turquía, por el que este país recibirá contingentes de personas refugiadas (consideradas «irregulares») que se expulse de Grecia, a cambio de 6.000 millones de euros y la libertad de circulación de los ciudadanos turcos en Europa?

Se ha utilizado la expresión «acuerdos de la vergüenza», y no es una denominación que venga únicamente de los movimientos asociativos. Hay varias declaraciones por ejemplo de ACNUR (Agencia de Naciones Unidas para los refugiados) y Amnistía Internacional, entre otras organizaciones, que insisten en la denominación de «acuerdos de la vergüenza». Considero que este acuerdo con Turquía es nefasto para la Unión Europea, para las personas refugiadas y quizá también para los turcos. Es una «no solución», de hecho, no presenta ninguna salida práctica a los problemas que se nos están planteando.

-¿Por qué razón se trata de un acuerdo «nefasto»?

Para los europeos, porque pisotea los valores fundamentales de la UE, es decir, el respeto a los derechos humanos. En particular, el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía viola frontalmente el artículo 19 de la declaración de derechos fundamentales de la UE, que prohíbe las expulsiones colectivas.

-Sin embargo, las autoridades comunitarias sostienen que se considerarán las «devoluciones» caso por caso y respetando todas las garantías jurídicas…

Esto es falso. No veo cómo pueden realizarse las expulsiones individuales cuando hace unos días empezaron las devoluciones de personas refugiadas, colectivamente, en Grecia. No van a permitir que cada refugiado y solicitante de asilo pueda hacer algo que el derecho internacional le permite: depositar en el país de llegada un dossier con la solicitud y esperar que el estado dé una respuesta. La Unión Europea ha decidido, por el contrario, que en la misma frontera se va a rechazar, colectivamente y «en caliente», a las personas refugiadas, por mucho que públicamente nos digan que se va a respetar la Convención de Ginebra de 1951. Es mentira. Se van a llevar a término expulsiones colectivas.

-¿En qué sentido se va a vulnerar la Convención de Ginebra?

La Convención de 1951 obliga a tomar en consideración los dossiers depositados por la gente en el país de llegada, incluso si han llegado las personas de manera «ilegal» y sin visado. Sin embargo, nos dicen que se aceptarán únicamente a personas (refugiados procedentes de Turquía) que cuenten con visado, es la teoría de «te doy uno y me das uno» con los turcos. O dicho de otro modo: «Mándanos a gente con visa y nosotros expulsaremos a los que no la tengan». Es una vergüenza de pacto. Y es ilegal, tal como ha señalado ACNUR. La Unión Europea se encuentra actualmente enfrentada a la comunidad internacional. También se vulneran los Acuerdos de Nueva York (1967), en los que se establece la necesidad acoger a las personas peticionarias de asilo.

-¿Qué otros aspectos se contravienen de la legislación comunitaria?

Se viola la directiva de procedimiento de 2005, que reafirma después de la modificación de los Acuerdos de Dublín, la obligación de permitir al demandante de asilo quedarse en el país donde ha interpuesto su demanda hasta que ésta sea resuelta. Tampoco se han respetado los procedimientos de toma de decisión de la Unión Europea, pues las decisiones se han tomado a partir de un acuerdo entre Alemania y una potencia exterior a la UE, Turquía, sin que se haya previamente planteado y discutido la cuestión ante los socios europeos.

-¿Cómo se ha fraguado el pacto que destacas entre Alemania y Turquía?

En realidad los alemanes pactaron con Turquía y después se volvieron hacia el resto de socios europeos e impusieron el acuerdo. Alemania es quien dispone del dinero para la financiación de las políticas migratorias y los fondos estructurales, por lo que los demás países tuvieron que aceptar. Han llegado al acuerdo con el estado turco, que no respeta los requisitos de la Convención de 1951 sobre los refugiados, más bien la respeta sólo respecto a los ciudadanos europeos. En cuanto a los no europeos, Turquía no aplica esta convención. Es decir, el estado turco no ha adoptado integralmente la Convención de Ginebra, y esto es algo que poca gente sabe. Los criterios de la convención sobre trámites, seguridad y otros se aplican íntegramente a los ciudadanos de la Unión Europea, no a sirios, iraquíes, eritreos o afganos.

-¿Y en cuanto al dinero que la Unión Europea remitirá a Turquía?

El estado turco ha pedido 3.000 millones de euros suplementarios a los otros 3.000 millones de euros que previamente ya se les había concedido. No creo que los reciban, será muy difícil. Además, la UE no tendrá ningún control sobre el uso de este dinero. Pero además del dinero, se ha aceptado un «regateo» por el que la Unión Europea va a permitir a los ciudadanos turcos que puedan viajar por Europa sin visado. La gran pregunta es qué tiene que ver la libre circulación de los turcos con las personas refugiadas.

-¿Por último, liquida con estas medidas la Unión Europea un derecho fundamental como es el de asilo?

Sí, este derecho se lo cargaron hace mucho tiempo.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.