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El islam en Europa

Hacia una Europa postoccidental

Fuentes: Entre les lignes entre les mots (Blog)

[Sonia Dayan-Herzbrun, profesora emérita de la Universidad París VII y directora de la revista Tumultes, escribe sobre el libro Musulmans au quotidien. Une enquête européenne sur les controverses autour de l’islam. Nilüfer Göle. Éditions La Découverte. París 2015] Göle interpela al islam occidental, estudiando la entrada del islam en la esfera pública europea y barajando […]

[Sonia Dayan-Herzbrun, profesora emérita de la Universidad París VII y directora de la revista Tumultes, escribe sobre el libro Musulmans au quotidien. Une enquête européenne sur les controverses autour de l’islam. Nilüfer Göle. Éditions La Découverte. París 2015]

Göle interpela al islam occidental, estudiando la entrada del islam en la esfera pública europea y barajando la hipótesis de las modernidades múltiples, que no podrían reducirse a una sola cara. Entre 2009 y 2013, realizó una amplia encuesta (entrevistas y discusiones en grupo) en 21 ciudades de diferentes países europeos donde ha irrumpido el islam haciéndose visible en espacios donde no se le esperaba y que son los espacios de vivir en común. La historiadora Jocelyne Dakhlia puso de manifiesto en una obra consagrada a los musulmanes en la historia de Europa/1, la amplia presencia musulmana en el espacio europeo pero también su poca visibilidad. Sin duda, es esta nueva manifestación pública de la fe de personas musulmanas que intentan seguir las prescripciones religiosas en su vida cotidiana, sin ocultarse más, a la que interpela. Nilüfer no la vincula con los atentados, con las matanzas, que amenazan los valores fundamentales de la democracia occidental y que ciertamente se sitúan en una larga cadena de controversias de las que este libro ofrece un destacable análisis pero que son condenados, hay que recordarlo, por la gran mayoría de los musulmanes que viven en Europa. La Europa de la que trata el libro es más cultural que política: es la Europa atormentada por el espectro del islam, por retomar la expresión utilizada antaño por Maxime Rodinson y Edward Said. Incluye Suiza , donde en 2009 se celebró un referéndum para prohibir la construcción de minaretes o incluso Turquía y Bosnia, países que no forman parte de la Unión Europea pero que son puntos de encuentro con el islam. Encuentro que puede ser un combate o un diálogo.

Incluso si el libro se puede leer como una respuesta tranquila a la islamofobia, la construcción del islam como problema no le interesa a la socióloga/2, sino al contrario, el islam bajo sus formas diversificadas, como lo viven hoy «musulmanes corrientes» ciudadanos de un país europeo, pero también los no musulmanes. La guerra de Bosnia puso de manifiesto la existencia de un islam en Europa. Este está implantado en muchos más lugares, trazando configuraciones y diversos hibridismos. Si, como lo hace Nilüfer Göle, se presta atención a las continuas transformaciones de la vida cotidiana de las personas europeas, vemos perfilarse no una Europa binaria, escindida en dos, en la que se oponen musulmanes y europeos, sino algo que se asemeja a un tapiz, tejido con hilos de todos los colores, «un tapiz tejido por los múltiples hilos de ciudadanos musulmanes y no musulmanes, un producto colectivo, casi anónimo pero con motivos diferentes mostrando las nuevas maneras de hacer» (p.25). La Europa que se ve bajo esta mirada, es el lugar de una creatividad pública que en su proceso de búsqueda, el equipo de Nilüfer Göle, no ha dejado de animar, incitando a sustituir el rechazo y el anatema por la controversia democrática.

Las controversias de las que es objeto el islam en Europa provienen de que los musulmanes han tomado su lugar en la ciudad dejando ver su singularidad y reivindicándose como europeos y musulmanes. «Su demanda del islam, atestigua ella misma su nivel de integración, porque las reivindicaciones tales como la construcción de mezquitas, el velo o la alimentación halal demuestran el compromiso de los musulmanes en la vida europea» (p.40). Son estas reivindicaciones las que ha utilizado el equipo impulsado por Nilüfer Göle como hilo conductor y como elemento desencadenante de su investigación de democracia abierta. En el interior de «espacios públicos experimentales» inventados por el modelo del Teatro del oprimido de Augusto Boal, el equipo de investigación ha reunido grupos de discusión según un dispositivo que permitía a quienes lo integraban (personas musulmanas y no musulmanas, creyentes y no creyentes) entrar en un verdadero debate en el que cada cual debía estar en condiciones de examinar las ideas preconcebidas que arrastraba para poder explorar «las condiciones necesarias para superar un rechazo recíproco e ir hacia un reconocimiento mutuo» (p.84).

Así se hacía posible explicitar los términos de las controversias, las que se referían a la oración pública, la construcción de mezquitas, provistas o no de minaretes, el arte y sus representaciones, el velo de las mujeres, la cuestión de la charía y la alimentación halal. La investigación desembocó aquí en una verdadera experimentación política de un espacio público al mismo tiempo plural y democrático. Pero esta experimentación a veces se saldó con un fracaso, como en Bolonia, donde frente a los musulmanes deseosos de diálogo, los simpatizantes de la Liga del Norte solo pudieron movilizar su odio. El conflicto y el desencuentro forman parte del juego democrático. Sin embargo, en este caso, ya no se trataba de una relación conflictiva con el otro, sino de la «negación del otro y de un rechazo a compartir el espacio» (p.104). Al contrario de la actual construcción de la gran mezquita de Colonia, con su cúpula de dos manos entrelazadas, que, según su arquitecto no musulmán Paul Böhm, simboliza el diálgo entre las religiones, muestra como es posible, «crear lo común mediante el reparto de lo sensible» (p.127). Los habitantes de Colonia están casi tan orgullosos de la nueva mezquita como de su catedral.

A lo largo de todo su libro, Nilüfer Göle nos muestra lugares donde se inventan nuevas relaciones de visibilidad entre el islam y Europa, como esta mezquita de Colonia, pero también como la mezquita de Sakirin, llamada mezquita femenina, de Estambul. Nos muestra también nuevos rostros, especialmente los de la nueva élite femenina urbana y musulmana. Entre ellas, (que son numerosas), Asmaa Abdol-Hamid, una mujer política danesa, con velo pero declarando sus convicciones «feministas y socialistas» (p.171). Para Nilüfer Göle, es la ocasión de incitarnos a la reflexividad: en las llamadas democracias avanzadas, las normas sexuales han adquirido cada vez más importancia, mientras que las mujeres musulmanas pueden a la vez aspirar a seguir su trayectoria de vida personal para conquistar nuevos espacios profesionales y públicos mostrando al mismo tiempo mediante su velo «un régimen de la sexualidad protegida y controlada» (p.179), lo que además implica que ellas realizan un doble distanciamiento frente a las normas mayoritarias en Europa y en el islam patriarcal de donde ellas provienen. Entre estos sistemas de normas, ¿no se podrían inventar formas de diálogo y de acomodamiento?

Nilüfer Göle sugiere, pero no toma nunca partido salvo contra el rechazo y la violencia, sea real o simbólica. Pero la inteligencia de su mirada y su escucha nos hace sensibles a toda la creatividad de la que son portadoras las jóvenes musulmanas europeas en el ámbito del arte, de la alimentación, de la sexualidad. «Las dos figuras extremas, escribe, la mujer con burka y la creyente homosexual, cristalizan de la forma más paradójica la tensión entre la personalización de la fe, la normatividad islámica y la cultura de la sexualidad en Europa» (p.240). Siguiéndola, todo se aclara y adquiere sentido desde el asunto de las caricaturas hasta el de los «estilos de halal». Y se ve despuntar la posibilidad de una Europa que en lugar de seguir haciéndose provinciana, según los términos de Dipesh Chakrabarthy, o de enfriarse para convertirse como las «sociedades frías» de las que hablaba Claude Levi-Strauss en su lección inaugural del Colegio de Francia, entendiendo esto como las sociedades cuya preocupación dominante es «querer perseverar en su ser», acepta transformarse y entrar de nuevo en la historia. Una Europa así, que dejaría de definirse como exclusivamente occidental, oponiéndose a un Oriente necesariamente inferior, podría entonces abrirse a un verdadero universal construido a partir de una pluralidad asumida. Tal es el mensaje político contenido en este hermoso libro, riguroso, inteligente, sensible y valiente. Esperemos que sea escuchado.

Notas

1/ Jocelyne Dakhlia et Bernard Vincent, Les musulmans dans l’histoire de l’Europe. T. 1, Une intégration invisible, Albin Michel, 2011 et Jocelyne Dakhlia et Wolfgang Kaiser, Les musulmans dans l’histoire de l’Europe. T.2, Passages et contacts en Méditerranée.

2/ Abdellali Hajjat et Marwan Mohammed, Islamophobie; comment les élites françaises fabriquent le «problème musulman». La Découverte, 2013.

Fuente: https://entreleslignesentrelesmots.wordpress.com/2015/09/14/vers-une-europe-post-occidentale

Traducción: VIENTO SUR