Tras los disturbios desarrollados en Irlanda del Norte en el entorno del Doce de Julio (jornada de exaltación protestante a cargo de las órdenes orangistas y considerada humillante por la población católica), nos llegan noticias de personas expulsadas de sus casas, como en los peores tiempos del conflicto sectario. Familias de inmigrantes, sobre todo de […]
Tras los disturbios desarrollados en Irlanda del Norte en el entorno del Doce de Julio (jornada de exaltación protestante a cargo de las órdenes orangistas y considerada humillante por la población católica), nos llegan noticias de personas expulsadas de sus casas, como en los peores tiempos del conflicto sectario. Familias de inmigrantes, sobre todo de Timor Oriental, están escapando de las áreas católicas norirlandesas, después de una noche de violencia en la que extremistas protestantes unionistas intentaron asaltar las casas de los nacionalistas católicos. En Portadown, en el condado de Armagh, «cerca de un centenar de lealistas [la rama más extremista del unionismo/protestante] atacaron a la policía que impedía tomar por asalto las viviendas de los nacionalistas» , declaró John O’Dowd, parlamentario del Sinn Féin (nacionalista/republicano). Y los inmigrantes de Timor Oriental «hicieron las maletas, aterrorizados por la violencia. Sus vecinos intentaron asegurarles que no estaban en peligro en sus casas, pero ellos huyeron» , agregó.
La policía, que usó proyectiles de goma y arrestó a tres personas, confirmó que la violencia fue causada por lealistas, después de una marcha [que recuerda la victoria del rey Guillermo III de Orange sobre el católico Jacobo II en la batalla del Boyne en 1690] que fue obligada a desviarse para evitar atravesar los barrios nacionalistas.
Timor oriental, pequeño y pobre país del sudeste asiático, obtuvo la independencia de Indonesia a un precio de mucha sangre en 2002, después de un referéndum sobre la autodeterminación en 1999. Tras el referéndum, se produjo una oleada de masacres a cargo de nacionalistas indonesios.